Me cambiaste [BrightWin]

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Se encontraba en el apartamento de su amigo, tomando una taza de té para calmar su repentina ansiedad, se comía la piel carnosa cerca de sus uñas dejándolas rojas y sangrantes.

–Debes calmarte Win. Mira como tienes los dedos, y ni siquiera te has arreglado. Eres un maldito desastre. –Win agacho la cabeza culpable. Khao en ocasiones era muy duro con él.

–No se que hacer, Joss no se quiere ir del apartamento. En toda la semana se ha disculpado las veces que puede y dice que no lo volverá hacer.

–Y tu de tonto le crees– dijo Khao fastidiado de que su amigo fuera demasiado inocente.

–Llega más temprano y me ayuda en casa, me ha dejado todos los días en el trabajo, no me ha obligado a nada.

–Hay Win. Solo esta convenciéndote, una vez que desistas del divorcio y vuelva todo a la normalidad volverá a lo mismo –Win se quedó pensativo.

–Puedes acompañarme con el abogado –pidió Win con esperanza de que su amigo lo apoyara.

–Win no puedo. Tengo cosas importantes que hacer. Tú puedes ir solo, eres un adulto.
En efecto Win era un adulto pero le costaba tomar decisiones por sí solo, a sus veintitrés años dependía de su esposo que era mayor que él.

Win hizo un puchero, asintiendo a la respuesta de su amigo se levantó del sofá donde estaba acomodado para retirarse, Khao debía salir y tenía que irse.

Llegó a su apartamento decepcionado, lamentando no ser tan fuerte para poder hablar con un abogado y presionar a Joss con el divorcio. Ingresó a su habitación y se colocó sus pantuflas con pequeños dibujos de conejos. Cepillo sus dientes y decidió saltarse la cena, últimamente no mantenía apetito.

Joss lo despertó moviéndolo varias veces. Abrió los ojos sin entender el porque interrumpió su sueño. –Win despierta, quiero mostrarte algo –dijo su esposo con un folleto en la mano.

–Mi cielo, tengo la solución para nuestros problemas –Win se extrañó ante lo dicho. –Encontré esto, escuché que hay un lugar donde dan terapia para parejas.

–¿Qué tiene que ver esto con que me hayas engañado?

–Mi cielo –sostuvo su barbilla con delicadeza queriendo hacer entender a su joven esposo –si te engañe es porque tú no eres muy atrevido en la cama conmigo, siempre soy el que inicia las caricias, los besos y eres demasiado tímido. Necesito que seas más atrevido conmigo en la cama –Win bajó su cabeza con tristeza.

–Es que me da mucha pena –dijo ruborizándose.

–Si lo sé, pero quiero experimentar más cosas contigo , más posiciones, hacerlo con la luz encendida, cambiar de rutina.

–Yo no sabía que querías todo eso– dijo Win jugando con sus dedos apenado y preocupado de no haber sido suficiente. Él no tenía ninguna experiencia, Joss fue su primera vez y apenas llevan casados ocho meses, fueron novios por tres años pero lo esperó hasta el matrimonio.

Tampoco era que Joss tuviera una vida sexual activa con Win, apenas si lo tocaba pero para el menor era la forma en que Joss lo cuidaba y respetaba. Dado que su abuela no tocaba esos temas.

–Ahora lo sabes, por eso necesitamos ir para solucionar tu timidez y también para que te ayude a no ser tan niño. Haces berrinches y demasiados pucheros– dijo cambiando de una tranquila voz a una fastidiada.

–Lo lamento Joss, aceptaré ir contigo. Pero si cambio, prometes no volver a engañarme –pregunto esperanzado.

–Lo prometo mi amor.