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¿Lo conoces?– preguntó Win al ver la cara de aflicción en el pelicafes.

–Mmm– emitió Bright un sonido, asintiendo con la cabeza.

–Debemos tratar la herida, después esperemos que despierte– dijo el menor buscando algo en el botiquín que había dejado Melish en su buró. 

Limpiaron la pequeña abertura en la cabeza dónde un moretón hacía presencia, la sangre no salió del todo apenas si se había rasgado la capa de cuero sensible. Lo dejaron en la habitación de Melish, para que se recuperara. 

Win se desplazó hacia donde estaba el portafolio, sabía que no podía preguntarle a Bright sobre el "intruso", dentro venían documentos relacionados con una propiedad a nombre de Bright. 

Win sintió la presencia detrás de él, se dió la vuelta viendo los ojos achocolatados de Bright, le encantaba el color y es que ahora los podía apreciar bien sin querer correr lejos del pelicafe. 

–¿Es un abogado?– preguntó el menor recordando que Melish mencionó sobre la mansión que pertenecía a Bright. 

– Umm– emitió en respuesta. 

Bright se acercó y Win sintió un cosquilleo en su pecho, su respiración se volvió pesada sentía muy cerca los labios del pelicafe, Bright sonrió y solo cerró los ojos respirando el aroma del menor para después separarse. 

Win hizo mala cara al ver que Bright se alejó, pensó que lo besaría, después de lo que pasó entre ellos dos diría que ellos estaban más cercanos. 

Bright lo llevó hacia la cocina le hizo una seña para que tomara asiento en una silla, empezó a buscar en la alacena para cocinar. Al menor le sorprendió que el pelicafe pudiera cocinar, pensaba que no lo hacía puesto que jamás lo había visto. Win se levantó de su asiento y se acercó a ayudar. Bright se quedó observando.

–Bright ¿te gusto?– el pelicafe asintió. 

– A mi también me gustas– dijo el menor con entusiasmo. Tomando la situación de la mejor manera, prosiguió. –Cocinemos juntos– sonrió el menor sintiéndose muy feliz a pesar de todo lo sucedido.

Después de un tiempo en la noche, Bright se había mantenido lejos del menor ocupado en limpiar el sótano, sabía que a Win le molestaba el olor a sangre y podrido

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Después de un tiempo en la noche, Bright se había mantenido lejos del menor ocupado en limpiar el sótano, sabía que a Win le molestaba el olor a sangre y podrido. Lo que no había podido alejar era lo sucedido en el sótano, sus labios sintieron un cosquilleo al recordar el beso, desconocía ese tipo de contacto pero hizo que su cabeza se calmara y que al mismo tiempo hiciera corto circuito.

–¡Bright, despertó!– escuchó el pelicafe que lo llamaron. Salió al espacio acogedor de la casa y se dirigió a la habitación de Melish.

Allí se encontraba Win a un lado del abogado, mientras esté se levantaba con muecas en el rostro sosteniendo su cabeza.

–Toma esto– dijo el menor alcanzando analgésicos al abogado.

El abogado tomó la pastilla y el vaso de agua que se le ofreció, se quedó viendo hacia los dos chicos. –Melish me dijo que tuviera cuidado, pero no tanto –dijo un tanto bromeando. 

Win pensaría que el abogado estaría enojado pero se miraba calmado, al parecer ya conocía el carácter de Bright. 

–Una disculpa por entrar sin permiso pero llame varias veces a la puerta, nadie me contestó y como estaba un poco abierta, decidí entrar, tenía mucha sed – sonrió como si no le importara interrumpir en casa ajena o que le hayan casi matado.

–Lo sentimos, no escuchamos– se ruborizo el menor. 

– Oh, no importa, me pasa todo el tiempo– el abogado era conocido por ser defensor de los más conflictivos casos y clientes busca problemas así que siempre obtenía uno que otro golpe. 

Bright observaba con seriedad al abogado, después vio a Win, transmitiendo con la mirada lo que quería saber.

Win captó el mensaje – Disculpe, pero queremos saber el motivo de su visita. 

– Bueno, vine a dar la noticia de que la mansión Wachiravit es suya– señaló a Bright– ya desalojamos al antiguo poseedor de la mansión colocando una multa y diez  años de prisión por falsificación y robo. 

– Espere, dice. ¿Desalojar? ¿Alguien más vivía en esa casa? 

–Si, Pit Cabanas, el padrastro de Bright.

Para Win fue una sorpresa, pensaba que tal vez el padrastro del pelicafe no estaba vivo.

El abogado se levantó después de dar la noticia y sentirse un poco mejor, salió a la sala seguido por los dos chicos, Win le entregó su maletín, él agradeció con una sonrisa al menor. Sacó los documentos y se los pasó a Bright.

– Cuando quiera puede trasladarse a su propiedad, esto ha sido todo. Si necesitan alguna otra cosa pueden llamarme de nuevo– dió una tarjetita de presentación a Win– me retiro, denle un saludo de mi parte a la señora Welhms. 

Win agachó la mirada por la mención de Melish, Bright hizo un gesto recibiendo el saludo. Nadie diría que Melish ya no estaba con ellos, despidieron al abogado cerrando la puerta. 










Me cambiaste [BrightWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora