Me cambiaste [BrightWin]

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– Que patético te ves, llorando por alguien a que ni siquiera le importabas– Win miro mal a la protagonista de sus lágrimas.

–Ni siquiera lo sabes– atacó el menor.

–Vamos Win, nadie te quiere. Te tuvieron encerrado en este lugar, no es como si me interesara, pero no le haces eso a los que aprecias.

–¡Eres una bruja!– vociferó estando en el suelo donde había recostado el cuerpo de Melish.

–¡Ten más respeto!. Te recibí en mi casa y fingí ser una buena prima. Agradece eso– apuntó con el arma al menor.

–Te metiste con tu primo estando casado conmigo. ¡Me dan asco!, ¡púdrete Gigie!– gritó con desprecio.

Gigie golpeó a Win en el rostro con el arma, sacándole un hilo de sangre. Por la fuerza del golpe el menor tenía hacia un lado el rostro, se quedó allí aguantando el dolor viendo las posibilidades de escapar. Se dió cuenta que en el suelo había un peldaño flojo. Con todas sus fuerzas lo tomó y le dió a Gigie haciendo que votará el arma y cayera a un lado. Gateó para alcanzar el arma, no sabía utilizar una, pero no podía quedarse indefenso.

No pudo tomar el arma por el jalón que hicieron en su cabello.

–¿Cómo te atreves? –escuchó a Joss decir con saña.

El menor movió sus pies quejándose por el arrastre, sentía que su cabeza se desprendía. –Fue difícil encontrarte, pero aquí estamos.

Gigie se movió rápidamente sonriendo en victoria, para levantar el arma, pero un cuchillo fue lanzado directo a su muñeca amputando la mano.

Gigie empezó a gritar sosteniendo su brazo con ojos llenos de terror, mientras Joss se movía para ayudarla, Win fue levantado del suelo por Bright que cojeaba. Lo llevó hacia la habitación, escondiéndolo en el armario e hizo una señal de silencio. Era extraño pero Win no quería que lo dejara solo, el miedo que le tenía a su esposo le comía la cabeza.

Por la rendija del armario vio que Bright se alejó, hubo un momento de silencio. Asomó la cabeza para ver si podía salir, pero Bright apareció a la vista siendo apuñalado por Joss. Win dejó de respirar, como pudo se escondió de nuevo.

Como un débil y cobarde solo lloraba escuchando los golpes que le daban al pelicafes, esperando su destino.

–¿Quién demonios eres? Arruinaste mis planes –quejaba Joss, dando patadas en la herida del pelicafe hasta dejarlo inconsciente.

Joss victorioso de haber puesto en su lugar al desconocido, se quedó viendo dentro de la habitación, se acercó hasta el armario analizando las puertas.

–Win sé que estás allí –colocó sus manos en jarra– amor ven aquí, te prometo que no sufrirás, seré rápido.

Win lloraba en silencio no queriendo que se abriera el armario, todo esto era una pesadilla para él, cómo es que alguien que fue tan caballeroso y dulce se convirtió en un monstruo.

–Monstruo –susurró el menor, notando la pronunciación que le había dado antes al pelicafes.

–Vamos Win no tengo todo el día, sabes cuánto me costó encontrar a alguien que hiciera el trabajo sucio– bufo –pero el inepto falló, siendo matado por un mudo. Debí seguir con el plan B, consistía en meterte en un psiquiátrico. Pero Gigie insistió en aniquilarte.

–Siempre haciéndole caso a la zorra –dijo el menor con voz amarga y desprecio sin el temblor de antes.

Joss frunció el ceño –Es mejor que tú, no es un niño al que siempre debía tratar como un príncipe. Me cansé de fingir y lo único que quería de ti era tu dinero, habiendo desaparecido del mapa todos los bienes pasan a mí –confesó Joss disfrutando de cada palabra.

Por la rendija Win podía observar la maldad en los ojos de su esposo. Algo que no veía en el pelicafes, si, Bright era un asesino pero jamás le hizo daño. En ocasiones era brusco pero no lo hizo sentir como Joss lo hacía sentir, frágil, incompetente, inservible, engañado.  ¿Por qué debe esconderse? ¿Por qué seguir siendo pisoteado? por alguien que jamás lo amo, que lo engaño con una prima que decía ser su amiga, que le veía la cara de estúpido mientras se revolcaban, ¿por qué ser amigable? si ni su "mejor amigo" lo apreciaba. 

El pelicafes lo salvó ahora debía devolver el favor. Entonces algo cambió en el menor, en sus venas corrió la sangre del coraje. Sus ojos se convirtieron en dos agujas peligrosas.

Su sencillez se convirtió en ira, su dulzura en amargura, su miedo en odio, sus recuerdos en armas y la fuerza renació como un tigre que se abalanza a un venado.

Fue así como una fuerza bruta derribó al hombre vestido de cordero siendo abollado por puños de cólera, sangrando sus nudillos, Win siguió golpeando el rostro de aquel hombre que decía ser su alma gemela, su media naranja, su roca.

Joss ni siquiera podía moverlo, todo fue tan repentino que no vio venir el tumulto de golpes una y otra vez dejándolo sin rostro.

La fuerza no se puede medir cuando una furia que arrasa tu corazón te convierte en el peor verdugo.

Dejo a Joss medio consciente y caminó con la seguridad emanando de su cuerpo. Agarró el cuchillo tirado hacia un lado y sin remordimiento lo clavó en el pecho de su esposo, Win pensó que ahora se ahorraría a los abogados, acaba de quedar viudo.

Joss dio un quejido apenas audible,  quedó perplejo al ver a ese hombre que era dulce y tímido convertido en una fiera. Joss dejó de respirar cerrando los ojos su vida había terminado.

–Espero que te pudras en el infierno –dijo Win sin ninguna tristeza por su esposo muerto.

Uuh ¿Se lo esperaban?

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Nos vemos mañana, cuidense 🧙🏻‍♀️🐳