PERDIDOS || Carl Gallagher (Shameless)

1|Fianza o cárcel.

Bienvenidos, espero que os guste la historia muchísimo, cambiaré varias cosas de la serie y los personajes pero espero que os guste!!💘

Aviso de que los primeros capítulos tratarán sobre cuando los protagonistas tenían 16 años, es decir después de varios capítulos habrá un salto en el tiempo a 2 años en relación con la historia, ya entenderéis por qué.

Otra vez aquí, en este mugroso despacho esposada y con dos policías a cada lado de mi silla vigilando que no me escape o haga alguna tontería.

-—Me tenéis harta —-les reproché mientras los miraba mal.

—-No somos nosotros los que queremos verte cada dos por tres, si dejarás de meterte en problemas no nos verías más —dijo el policía que se encontraba a mi derecha.

—Lo mismo no entendéis mi puta situación, no todos tenemos el privilegio de ganar muchos dólares al mes —dije mientras mi tórax comenzaba a subir y bajar aceleradamente, me estaba poniendo nerviosa.

—-Si quieres tener un sueldo, estudia ahora que estás a tiempo o trabaja en algo, tu vida ahora mismo se basa en entrar y salir del reformatorio —-dijo el otro policía provocando que me enfadase más.

La puerta del despacho se abrió y Finn entró, era el dueño del reformatorio y lo odiaba más que a nadie en el mundo, sobretodo porque era mi tío.

—-Qué mal que nos tengamos que ver en esta situación señorita —-habló mientras se sentaba y abría mi carpeta de antecedentes.

—-No nos habríamos visto en esta situación si no nos hubieras robado todo el dinero, ¿no le has dicho eso a la policía? Lo mismo deberían encerrar al dueño de un reformatorio.

—-Salgan agentes —-les ordenó mi tío y me apretaron más las esposas antes de salir provocado que yo soltara un gruñido por el dolor.

—-¿Te crees muy lista eh? Sí, robé el dinero, y no me arrepiento de nada porque tu madre me debía eso y más, ¿por qué crees que no me denunció? Porque me pertenecía.

—-¡Estaba enferma! —-Grité poniéndome en pie—-. ¡No podía trabajar para devolverte el dinero, Jenna y yo estábamos trabajando para devolvértelo, puto insensible!

—-¿Trabajando? ¿A vender drogas se le llama trabajar ahora? —-preguntó riéndose.

—-Si te pillan es un delito, si no, es un trabajo —-respondí.

—-¿Eres consciente de que esto es un reformatorio de solo chicos? No hay ni una sola chica, ¿Y por qué quiere la policía que estés aquí si es solo de chicos? Porque has pasado en los últimos dos años por todos los malditos correccionales de todo el estado —-bufó—-. Quieren que te vigile y quieren ver si aquí aprendes la lección porque por lo visto no parabas de meterte en peleas con todas las chicas.

—-¿Acaso es legal que yo esté encerrado con tantos tíos?-Pregunté mirándolo muy mal, realmente lo odiaba.

—-Con la supervisión adecuada sí, además soy tu tío y dan por hecho que procuraré que no te pase nada, pero lo cierto es que no me puedes dar más igual —-dijo mientras se levantaba—-. Es más, si te peleas con algunos y te dan una paliza lo mismo aprendes de una vez por todas.

La sangre me ardía, si no estuviera esposada seguramente le graparía la puta lengua a la corbata y le partiría esa calva cabeza en dos con el bate de béisbol que tiene en una de sus estanterías.

—-Lo mismo eres tú el que debes aprender, robarle a tu hermana enferma cuando eres el director de este puto lugar que te renta miles de dólares...me da vergüenza saber que llevo tu asquerosa sangre —dije acercándome a él—-. Eres un hijo de puta, en dos semanas cuando salga de aquí, te buscaré y te reventaré la cabeza.