PERDIDOS || Carl Gallagher (Shameless)

28|Mariposas y amenazas.

Seguí hablando con Fiona sobre lo que había ocurrido. Me quedé boquiabierta cuando me dijo que Carl vigilaba todas las noches mi ventana para asegurarse de que Jey no entrase.

Carl bajó en ese momento.

—-Chicos..., hoy dormiré yo en tu cama —-dijo mirando a Carl—-. Prefiero que esta noche estéis en mi habitación por si tenéis que hablar o lo que sea.

—-Fiona no hace falta, de verdad que no tienes que irte de tu habitación por esto —-dije.

—-No, ha sido algo bastante desagradable para los dos y prefiero que tengáis algo más de espacio y privacidad, ¿de acuerdo?

Carl asintió con la mirada fija en el suelo. Se me rompió el corazón, sabía que no quería ni mirarme a la cara porque sentía que todo había sido su culpa.

—-Buenas noches entonces —-sonrió acercándose a Carl—-. No es tu culpa cariño, nadie puede controlar estas cosas —-le acaricio el pelo revolviéndose un poco—-. Intenta descansar y estate con ella, ¿vale?

Carl suspiró y levantó la mirada hacia su hermana. Asintió lentamente.

—-Bien —-le acarició la mejilla—-. Hasta mañana entonces, os quiero mucho.

—-Hasta mañana, yo también te quiero Fi —-le sonreí tiernamente.

Ella sonrió y asintió.

—-Te quiero, de verdad —-dijo Carl girándose a mirarla—-. Eres la mejor, siempre lo has sido y siempre lo serás para mí. Eres insuperable Fiona.

Noté que los ojos de Fiona comenzaron a cristalizarse lentamente. Yo sonreí y se me erizó la piel. Aquellas palabras habían sido tan tiernas y tan significantes e importantes para Fiona que provocaban escalofríos. Fiona necesitaba oír estas cosas, necesitaba oír que valoraban su  esfuerzo y su cariño.

—-Joder enano —-sonrió mientras las lágrimas resbalaban por si mejilla y se volvía a acercar para abrazarlo—-. Haría lo que fuese por tí.

—-Lo sé, y por eso yo haría lo mismo y más por ti.

Fiona sonrió de nuevo, se secó las lágrimas y le revolvió el pelo una vez más para después subir las escaleras.

—-Ha sido muy bonito lo que le has dicho..., estoy segura que ella necesitaba oír algo así.

Carl seguía mirando las escaleras de espaldas a mí.

—-Sí —-respondió casi en un susurro.

—-¿Estás bien?

—-Sí.

Seguía sin mirarme.

—-Carl..., no me mientas.

—-No lo hago.

—-Entonces mírame. Gírate y mírame.

Carl se giró hacia mí mirando el suelo. Bufó y metió las manos en sus bolsillos.

—-Carl. Mírame.

Carl levantó la mirada muy lentamente hasta que sus ojos se encontraron con los míos. No sabía explicarlo, pero solo con mirarlo a los ojos podía saber cómo se sentía.

Carl bajó sus ojos hasta mis labios y en cuanto los miró apartó la cara de mí. Supuse que había visto las heridas de mis labios. Cuando Jey apretó mi cara y mi mandíbula, la presión provocó que mis dientes se apretasen en mis labios provocándome heridas en ellos.

—-Joder —-susurró enfadado apretando los puños—-. Voy a matarlo, por mi puta vida juro que voy a matarlo.

—-Relájate Carl, por favor —-me acerqué a él—-. Estoy bien, de verdad.