Mara lleva entrando y saliendo del reformatorio desde que tiene uso de razón, su familia está destabilizada al igual que la de Carl, el cual le hizo una promesa tras conocerla.
Todo se tensa cuando ella sale y cree que él nunca hizo nada para cumpl...
¡Dios santo! Siento muchísimo haber tardado tanto en publicar el nuevo capítulo. No sé cómo pediros disculpas, mis dos únicas excusas han sido el agobio por los estudios y centrarme en un libro que estoy escribiendo. Me turno en escribir cada día un capítulo de esta historia y uno de mi libro (los dias que no tengo que estudiar) así que nada, espero que os guste y prometo subir más rapido capítulos, tanto como me sea posible.
POR CIERTO!! ADIVINAD QUIÉN LE DIO ME GUSTA A UN COMENTARIO MÍO EN INSTAGRAM..., SÍ. ETHAN, NUESTRO CARL! QUE ILUSIÓN ME HIZO!! ADJUNTO PRUEBAS...
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En fin, disfrutad del nuevo capítulo, os quiero mucho!! Gracias por leer.❤️
—-¡Carl! ¡Mar!
La voz de Fiona nos hizo separarnos. Carl estaba tumbado encima mía haciéndome cosquillas.
—-¿Qué pasa? —-preguntó Carl gritando mientras se ponía en pie y abría muy poco la puerta.
Sonreí al verlo desnudo esconderse tras la puerta. Mordí mi labio inferior.
—-¿Vais a cenar?
—-Sí... sí, eh..., ¿ya está la cena? Estamos jugando al Uno —Mintió y lo vi hacer una mueca por lo falso que sonaba.
—-No, queda un rato, pero solo es para saber cuánto hacer.
—-Vale, ahora bajamos.
Fiona no respondió, así que Carl volvió a cerrar la puerta y poner el pestillo. Apoyó la frente sobre la puerta y soltó un suspiro. Comencé a reírme.
—-¿De qué te ríes tú? —-preguntó, evitando reírse mientras se giraba a mirarme.
—-De las vistas que he tenido a tu precioso culo —-sonreí—-. Bueno, ya no son a tu culo, pero también me gusta —-admití, bajando la mirada.
—-Mal ahí, pecas —-dijo sonriente—-. Me encanta que me hables así, que me provoques, no me avergüenzas.
Sonreí mientras se acercaba y me destapaba para mirarme una última vez más, antes de besarme.
—-Será mejor que me duche antes de cenar.
Carl sonrió de oreja a oreja como si se le hubiese encendido la bombilla. Me esperé lo peor.
—-¿Recuerdas cuando te dije que me habías creado la necesidad de ducharme contigo?
