❧ 22 ☙

4.4K 593 379
                                    

Capítulo 22

Estaba profundamente dormido abrazando a Gulf, cuando Mew sintió que algo rozaba su mejilla y su barbilla. Con cuidado de no moverse bruscamente abrió los ojos para ver de lo que se trataba y se llevó una sorpresa al ver que su esposo estaba despierto y lo veía con devoción y cariño. No vio rastros de lágrimas manchando su angelical rostro. 

- Cariño... - el mayor iba a decir algo pero Gulf colocó un dedo sobre sus labios impidiéndole hablar.

- Golpeaste a William ¿Cierto? – preguntó el menor mirándolo a los ojos. Mew asintió con la cabeza sosteniendo la mirada de su amado niño – Lo llevaron a prisión ¿No es así? – Gulf volvió a preguntar y obtuvo la misma respuesta.

Gulf solo movió su cabeza de arriba abajo como aprobando la contestación de Mew. Luego, bajó la mirada quedándose en completo silencio. Mew se sentía muy mal al ver la triste expresión de su esposo pero éste seguía cubriendo sus labios con su dedo y entendió que el menor no quería que dijera una sola palabra. Al menos no de momento. 

Después de varios minutos en absoluto mutismo, Gulf despejó la boca de Mew y se acurrucó en sus brazos jalando la sábana para cubrir ambos cuerpos. El mayor prefirió permanecer en silencio en espera de que Gulf dijera algo más, sabía que el esposo tenía mucho que decir pero le daría el tiempo que fuera neceario para que hablara cuando así lo quisiera.

- Nunca te había visto tan enojado – susurró Gulf con una voz mucho más relajada mientras paseaba su dedo índice sobre el torso de Mew – tampoco te había visto golpear a alguien – añadió - ¿Lo hiciste por mí? –

- Tengo un lado oscuro y suelo sacarlo a relucir si alguien me lastima – respondió Mew con calma – no podía permitir que ese hombre siguiera haciéndote daño, ya suficiente dolor te ha causado y tu dolor es el mío también –

Nuevamente se hizo un silencio. Gulf no dejaba de acariciar el cuerpo de su marido y éste, de alguna manera sabía que la conversación no había finalizado aún. 

- Mi madre se atrevió a defenderlo – dijo Gulf con la misma tranquilidad alertando un poco a Mew, él esperaba que Gulf mostrara una actitud de temerosa o depresiva, sin embargo su esposo hablaba de manera calmada, tal vez intentando procesar todo lo que había pasado la tarde anterior – ella corrió a su lado antes de ver cómo me encontraba yo ¿Puedes creerlo? –

- Cariño... - Mew lo abrazó más a su cuerpo con la intención de consolarlo, no obstante se sorprendió al escuchar una suave risita por parte de su marido - ¿Gulf? –

- Pero tú corriste a defenderme, te zafaste de los policías y golpeaste a William con tus puños – de pronto el menor se incorporó y miró a Mew con admiración, como si estuviera delante de su súper héroe favorito – tuve miedo de tenerlo frente a frente y cuando pensé que me iba a golpear, todos los recuerdos de esa noche vinieron a mi mente pero cuando te vi golpearlo supe que yo estaba a salvo, que William no me iba a hacer nada malo otra vez y entonces pude llorar... - hizo una pausa para limpiarse todas lágrimas que traviesamente bañaban sus mejillas – lloré sacando todo el dolor por fin, ya no queda nada de angustia en mi corazón, has borrado toda mi tragedia con tu amor y con tu protección, te amo muchísimo Mew Suppasit –

- Mi amor... - Mew también se incorporó y tomó el rostro del menor entre sus manos.

- ¿Está mal que desee que William jamás salga de prisión? – preguntó de pronto el menor.

- Absolutamente no – contestó Mew.

- No quiero que salga nunca de ese lugar, jamás podré perdonarlo, y no quiero que dañe a alguien más haciéndole lo mismo que me hizo a mí, no dejes que salga nunca de ahí por favor – suplicó mirándolo a los ojos.

Amor forzadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora