❧ 24 ☙

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Capítulo 24

Había un ambiente familiarmente silencioso en su departamento cuando abrió la puerta. El recibidor estaba en penumbras pero la sala de estar se mantenía a media luz. Ya sabía lo que estaba pasando y en donde encontraría a su amado esposo. Sonrió de lado. Dejó las llaves de su coche sobre la mesita de la entrada, su saco en el perchero que estaba detrás de la puerta y su calzado en el mueble inferior.

Cuando entró en la sala, la imagen de su tierno y adorable esposo con su enorme pancita cargando a sus mellizos lo hizo sonreír. Sí, el papi de sus hijos estaba llorando mientras sostenía un libro en sus manos y por lo que parecía estaba cerca del final. 

Tan adorablemente sentimental por el embarazo, su esposo lloraba con las historias de amor que había empezado a leer desde que el doctor le había dicho que estaba encinta. No había novela alguna que no le sacara un par de lágrimas así sea de tristeza o de alegría. Y aunque culpaba principalmente a los cambios hormonales, sabía que su omega tenía un corazón muy noble. 

- ¿Kana? – Suppasit Jongcheveevat pronunció el apodo de su esposo para llamar la atención.

- ¡Oh mi amor, que bueno que llegaste! – Kanawut Traipipattanapong soltó su llanto y estiró sus brazos hacia su marido recién llegado.

- ¿Qué pasa cariño, por qué lloras? – el mayor se acercó a su lloroso esposo y éste se refugió en sus brazos buscando consuelo. Sorbió sus moquitos un par de veces para después hablar y explicarlo a su marido qué lo tenía en ese estado.

- Es que... es que... por fin Mew y Gulf son felices después de muchas tragedias – respondió sin dejar de llorar, Suppasit no tenía idea de quienes eran Mew y Gulf, pero supuso que se trataba de personajes del libro. Le causaba ternura la increíble sensibilidad de su esposo al sentir tanta empatía por los personajes de las novelas que leía. 

- ¿Quiénes son Mew y Gulf? – preguntó Suppasit mientras acariciaba la pancita de Kana. Su lindo se limitó a entregarle un libro llamado "Amor Forzado" en donde dos hombres abrazados aparecían en la portada - ¿Son ellos? – volvió a preguntar y Kanawut solo asintió con la cabeza - ¿Y qué te hizo llorar bebé, ellos se han peleado? –

- No, es que ellos han sufrido mucho, en especial Gulf, pero ya van a ser felices, muy felices como lo somos tú y yo – contestó Kana alejándose del abrazo de su marido para limpiarse las lágrimas.

- ¿Entonces estás llorando de felicidad? – preguntó Suppasit con ternura.

- Sí – dijo tomando el libro entre sus manos –  es que al principio la mamá de Gulf le dijo que se iba a casar con Mew, pero Gulf no quería un matrimonio arreglado, entonces Mew aceptó no obligarlo a casarse con él porque Mew es un caballero como tú – comenzó a relatar el pequeño omega. 

- ¿Yo soy un caballero? – cuestionó Suppasit mientras le prestaba atención a su esposo.

- Sí, me proteges, me consientes y me amas, así como el Mew del libro – contestó el menor.

- ¿Y entonces qué pasó? Mew y Gulf no se casaron pero ¿Ya están juntos? – Suppasit no era muy dado a leer y mucho menos historias de amor, pero sabía que en ese momento, esos personajes  eran importantes para Kana así que se interesaba en todo lo que a su amado omega lo hacía feliz.

- Cuando Mew aceptó a no casarse con Gulf, éste accedió a escaparse con el chico que siempre le había gustado, un hombre despreciable que se llama William, pero él abusó de Gulf y Mew lo rescató –

- ¿Y entonces se casaron? – cuesitonó Suppasit.

- Sí, pero tuvieron que pasar muchas cosas – contestó Kanawut cada vez más emocionado de contarle a su esposo la historia – Gulf sanó sus heridas emocionales con el amor de Mew y terminó enamorándose de él, ahora viven en Alemania y han empezado una nueva vida juntos - 

Amor forzadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora