Dulce familia

642 61 22
                                    

La oscuridad de la noche no era absolutamente nada si lo comparabas con la oscuridad que su vida era ahora.

Quería regresar el tiempo atrás y seguir disfrutando de aquellos días cuando era feliz, cuando podía reír siempre, cuando jugaba divertido con su padre, cuando no había más que felicidad y una sonrisa siempre en su rostro.

Sin embargo, ahora sabía que si volvía atrás a volver a vivir todo eso, igual sería una mentira.

Estar con un hombre que toda su vida fingió ser su padre, que toda su vida le mintió, y que además, fue el autor intelectual de su envío a aquella casa.

Y se sentía molesto.

Estando ahí de pie sobre aquel barandal, observando la lejana altura entre él y el suelo, sentía que su vida siempre fue una mentira, que en realidad solo jugaban con él, que en realidad... nunca tuvo una vida.

Una lágrima se permitió caer trazando su húmedo camino por su mejilla rosada, su corazón se apretujo dentro de él una vez más, y ya no dolía aquella sensación, incluso se había acostumbrado a lo que el dolor era, ¿por qué tenía que acostumbrarse a eso?.

Aquella pregunta solo lo hizo querer llorar más, nadie debía acostumbrarse al dolor.

Pero no sabía con exactitud qué era lo que le dolía más: que su padre nunca fue su padre, que fue enviado a ese lugar sin salida, que no era tratado como una persona con derechos, o que ya no sabría  qué hacer con su vida si algún día se iba de esa casa.

Probablemente dolía más la última opción, que a pesar de todo, se había encariñado con cada uno de esos seis hermanos, que a todos les había hallado la manera de convivir con ellos, que ya conocía qué era lo que le gustaba a cada uno, su manera de caminar, de hablar, de reír, incluso el aroma de cada uno.

Ya los conocía tan bien, que sentía que ahora eran una parte de él.

Y sabía que no era correcto.

Pero...

Quizá también se estaba enamorando.

¿De quién?...

Mr. Sadistic -민에 (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora