Mr. Sadistic -민에 (BTS)

Decepción

Si estar con ellos era demasiado incómodo y un ambiente tenso, después de lo sucedido la noche anterior, lo era aún más.

Durante el resto del día no había visto rastros de Yoongi en la casa, todos los demás lo ignoraban cada que lo veían, como si no estuviera ahí, como si se hubiesen olvidado de que ahora también vivía con ellos.

Jungkook se había sentido aliviado de cierta forma por eso, pero no negaba que le inquietaba el que lo hayan relacionado con aquella pelea entre ambos hermanos.
No tenía idea de lo que había sucedido o el motivo por el que se habían peleado.

No entendía de qué trono hablaban, ni siquiera sabía que alguien debía ser rey, y sobre todo, por qué acusaron al mayor de los Min de haberse encariñado con él.
Cada que lo pensaba, un leve sonrojo invadía sus mejillas, no era emoción ni felicidad, solo que, ni siquiera sabía como llamarlo, era extraño, pero por supuesto, nada por lo que había que emocionarse.

Además, rápidamente se preguntó por qué un vampiro, el mayor depredador y asesino de todos los tiempos, un ser sin corazón, se habría de "encariñar" con un simple humano como lo era él, poniéndolo de esa manera, sonaba estúpido.

–Apúrate, vamos tarde por tu culpa...– Le dijo Seokjin mientras le quitaba su mochila.

Al llegar frente a la limusina que los llevaría a la escuela, de inmediato notó que faltaba el mayor de ellos.

–¿Y Yoongi?– Le preguntó a Seokjin.

El pelimorado, quien estaba de pie a un lado de la puerta del auto y sostenía su mochila y la ajena sobre sus hombros, lo miró con desconcierto.

Por qué preguntaba por su hermano, de cuando a acá existía ese sentimiento de preocupación hacia él, y por qué mierda hacia su hermano y no hacia él.

–Oow... La perrita esta preocupada por nuestro hyung– Exclamó Hoseok desde el interior del auto con un tono de burla.

Jungkook estaba a punto de responder y decir que no era exactamente eso, sino que solo se le hacía extraño que no fuera a la escuela.
Pero antes de que comenzara a hablar, Seokjin se acercó más a él y lo fulminó de la peor manera con su mirada, el menor solo se hizo pequeño en su lugar.

–Entra al puto auto y cállate– Le dijo Seokjin.

Jungkook se limitó a obedecer, entró al auto y Seokjin detrás de él.

Necesitaba saber qué era lo que estaba sucediendo, cada día que pasaba era un día más de sufrimiento moral y psicológico para él y ya no quería estar ahí, sin embargo, aún no descubría el motivo por el que su padre lo había enviado a ese lugar.

No sabía si debía irse sin saber nada nunca, o quedarse a descubrirlo mientras que seguía aguantando a esos seis chicos.

🥀

Las clases habían sido muy aburridas, su padre le había enseñado que siempre debía poner atención y aprender de todo lo que dijera el profesor, sin embargo, Jungkook no estaba concentrado y, por supuesto, no había prestado atención a absolutamente nada de lo que el profesor había explicado.

Por suerte, las horribles cinco horas de clases que tenían al fin habían llegado a su fin, antes iba a la escuela en un horario de siete de la mañana a tres de la tarde, siempre terminaba muy agotado, y ni hablar de los días de exámenes que debía quedarse horas extras.
Sin embargo, ahora su horario de escuela era de seis de la tarde a once de la noche, solo cinco horas, admitía que eso era lo único bueno que le había traído el vivir con esos chicos.

Al salir de su salón, antes de ir hacia la salida para al fin irse a su ahora casa, decidió buscar algún teléfono para contactar a su padre, esto debido a que ciertos chicos le habían quitado el suyo y lo dejaron incomunicado.