Bienvenido

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Estaba caminando por un bello campo de rosas blancas, el cielo estaba precioso, el viento soplaba por su rostro y entraba por sus cabellos.

A lo lejos pudo ver a un pequeño conejito blanco, era muy bonito, le llamó mucho la atención así que comenzó a seguirlo.

El conejo no paraba de saltar, y él gustoso lo seguía aún.

Un estruendoso trueno se escuchó en el cielo, fue sorpresivo para él, sin embargo el cielo seguía azul.

Cuando volvió su vista al campo, las rosas ya no eran blancas, ahora eran unas bellas rosas rojas.

Siguió caminando entre ellas, y nuevamente vio al conejito.
Con una inocente sonrisa en su rostro caminó hacia él.

Se agachó y lo tomó entre sus brazos, era como un peluche, y lo abrazó con cuidado, no supo por qué, pero sintió una necesidad de protegerlo...

De cuidarlo...

🥀

El día comenzó como cualquier otro día en la vida de Jeon Jungkook.

El sol entraba por su ventana indicándole que era hora de levantarse, y él, como gran amante del día, obedeció sin dudar como lo ha hecho por 17 años que llevaba viviendo.

Era un chico alegre, no tenía muchos amigos, pero su sonrisa era casi imposible de borrar.
Disfrutaba de ver el bello sol en el cielo, admirar las nubes y el cielo azul.

Sus días siempre los definía como perfectos, como un gran día más viviendo.

Pero, lo que Jungkook no sabía, es que ese día su vida iba a cambiar por completo.

–Jungkook...–

Era uno de esos días favoritos de Jungkook donde su padre al fin podía desayunar junto a él.

Le gustaban esos días donde podía disfrutar de la compañía de su padre, pues a veces solamente lo veía hasta las noches y ni siquiera cenaban juntos.

Pero ahora, pudo notar que su padre estaba extraño, se veía nervioso y algo tenso, no quiso cuestionar, pero agradeció que salió de él el comenzar a hablar.

–¿Si, padre?–

El hombre emitió un pesado suspiro mientras que Jungkook lo miraba con atención, esperando a que hablara.

–Yo... debo irme un tiempo y no puedo dejarte aquí solo, hijo– Jungkook parpadeó confundido.

–¿Entonces?– Preguntó.

–Te enviaré a otra casa donde una familia te recibirá– Volteó a ver a su hijo y pudo notarlo en una especie de shock.–Espero que entiendas, hijo, son por cuestiones de trabajo– Le tomó una mano y le sonrió para intentar tranquilizarlo.

Jungkook sabía que su padre debía irse cada siempre, y habían días en los que no llegaba, y al no tener una madre o un hermano siempre se quedaba solo en casa.

Mr. Sadistic -민에 (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora