/Cap 6/ ¿Extraño?

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/Shinso/

Realmente no había llegado con las intenciones de hacer amigos... pero continuaba con una cierta emoción por conocer a ese chico, Kaminari. Tuvimos un raro inicio, pero con el pasar de esos días no hacía más que seguir agradándome. Apenas nos estamos conociendo, pero creo que congeniamos bastante bien.

Y en general, todo el salón 3A es muy agradable. Un grupo destacable con grandes y muy distintas personalidades. Por momentos era algo abrumador para mi, sin embargo, poco a poco me integraba bastante bien con casi todos.

Digo casi todos porque hay muchos chicos con los cuales nunca hablo, y sigo sin conocer mucho. Pero también es porque hay un chico pelirrojo el cual de cierto modo me molesta... Su nombre es Kirishima, y al parecer yo tampoco le caigo muy bien; se nota en las miradas que me dedica.

Y bueno, sólo hay que ser algo observador para notar la rara interacción entre ese rojito y Kaminari. En fin, es algo entretenido molestarlos un poco, pues las reacciones de ambos son graciosas.

En fin, como dije, los días habían pasado y ya se me había hecho rutina ir con el gato negro de ojos azules a la salida de la escuela. Pero esta vez, Denki me acompañaba.

- Ven amigo. - le susurraba al gato, el cual estaba siendo algo desconfiado de salir de su arbusto debido a mi compañía. Aún así, poco a poco, al ver que no había peligro, terminó por salir y me permitió acariciarlo.

- Realmente le agradas. - me dijo Denki con una sonrisa... una sonrisa sumamente adorable.

- Me costó mucho al principio, pero ya no es tan agresivo. - desvíenla mirada de su reptó, concentrándome otra vez en el minino. - ¿Por qué no lo acaricias? Le gusta que le rasquen detrás de sus orejas. - le comentaba sin verlo a la cara.

El rubio acercó un poco temeroso su mano, pero lo acarició con suavidad y tras unos segundos, él era el único que acariciaba al gato.

- ¡Le agrado! ¿¡Estás viendo?! - exclamó animado, sus ojos brillaban. Y es que ahora el pequeño felino se había acercado más a Denki en busca de más mimos.

Le sonreí en respuesta. Pero después volví a mi expresión normal, pensando en si sería prudente preguntarle al chico sobre su relación con el rojito. No tenía malas intenciones, tan sólo iría saber que había pasado entre ellos; saber porqué Denki lo miraba constantemente con tristeza cuando creía que nadie veía, saber porqué se tensaba al decir su nombre, saber porque muchas veces intentaba ocultarse de él y porqué, a pesar de todo esto, parecía que lo veía de una manera totalmente diferente a cualquier otra persona.

Sin embargo, un ruido me saco de mis pensamientos, también sorprendiendo a Denki y el minino. Todos volteamos hacia donde había venido el sonido, pero tan sólo notamos como un arbusto se agitaba... que extraño.

Denki volvió a concentrarse en el gato, el cual se estaba alejando. Pero yo no despegue mi vista de ahí, y tras varios segundos, un par de alumnos se acercaron a ese lugar.

- ¿Qué rayos haces ahí, Monoma? - entendí que cuestionaba el chico de pelo gris. Entonces surgió una extraña risa, la cual recordaba casi perfectamente; y de entre los arbustos se vio una melena rubia.

No sé muy bien que más decían, pero cuando me levante de mi lugar, el chico de peculiar sonrisa al parecer se alertó con mi gesto y salió corriendo, siendo perseguido por una chica de pelo naranja.

- ¿Ese no era Monoma? - hablo Denki, el cual se había vuelto a acercar a mi, ahora con el gato en sus brazos.

- ¿Lo conoces? - le pregunte.

- Es de la clase 3B... le ha gustado presumir desde que estamos en primero. - respondió para después soltar un suspiro. Segundos después, antes de que alguno dijera algo más, el gato salto de los brazos del rubio, provocando que este comenzará a hacer pucheros.

. . .

Al día siguiente, por alguna razón mi mente divagaba hasta recordar a Monoma Neito. Así que al verlo en los pasillos de la escuela, caminando hacia nuestros salones, no dude mucho en hablarle.

- Monoma... - fue lo único que salió de mi boca, pues con tan sólo eso, pareció que lo hubiera alertado y se fue bastante rápido sin mirar atrás.

Okey... eso sin duda también había sido bastante raro. Bueno, es cierto que no somos amigos, más bien seríamos conocidos, ¿no? Aún así, no veo razón para salir cual gato asustado. ¿O tal vez es un malentendido?

Bueno, decidí no pensarlo más; ya abría otra ocasión para hablar con él. Pues realmente solo tenía intenciones de saludarlo, tal vez agradecerle por la ayuda que me brindó al llegar aquí, no sé. Como dije, no es que fuéramos amigos.

Sin embargo, volví a verlo al salir para nuestro receso... pero volvió a ocurrir justo lo mismo: Monoma había salido huyendo. Bueno, tal vez ni siquiera escucho que lo llamaba, después de todo había mucha gente.

Pero antes de terminar el receso, pude volver a verlo. Y esta vez intenté hacerme oír entre el ruido. ¿Qué pasó? Volví a ver como se tensaba y corría lejos de mi. ¿Qué rayos? ¿Pues qué carajo hice como para que huyera de mí así? Tres veces ya definitivamente no son coincidencia. ¿Qué le pasa ese chico?

Ese pensamiento /ShinMono/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora