/Cap 15/ Dulce sueño

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/Monoma/

Esta enamorándose de mi, yo lo sé. Soy Monoma Neito, es obvio que se enamoraría de mi.

Digo, desde que había iniciado mi gran plan habíamos estado conviviendo mucho más. Los gatos ahora me toleraban, que va, ¡me aman! Justo como el pelimorado. Y es que habían sido más o menos unas cinco veces en las que habíamos ido juntos al café de gatos.

Comencé a reír con satisfacción.

- Monoma, estás asustando a los demás.- me regaño mi amiga pelinaranja para después darme un golpe en la cabeza. Normalmente le reclamaría, pero en serio no podía dejar de estar de buen humor.

Por fin ya estábamos todos organizándonos para el festival cultural, así como el resto de la escuela. Mientras yo y otros compañeros estábamos pintando los carteles, otros se ocupaban de planear la logística del evento y otros diseñaban de los trajes que usaríamos. Al ser el mejor grupo, todos estábamos poniendo todo nuestro empeño para demostrar que éramos los mejores.

Sin embargo, cada que podía iba a ese patio en especial en busca del gato negro, y claro, en busca de ver a Shinso.

Todo iba tan bien. Iba de aquí para allá con toda la energía, me sentía bastante bien, era como si tuviera superpoderes y fuera invencible. Aunque de por sí ya era como un superhéroe, entonces imagínense el plus que tenía, ¡Ja! Sin duda soy el más asombroso.

O eso creí, ya que mi cuerpo no soporto mi gran genialidad... al parecer me estaba enfermando.

No habría mucho problema, apenas íbamos comenzando y faltaban tres semanas para el festival, me recuperaría rápido. Así tenía que ser.

Pero bueno, ya era el tercer día desde que me había dado cuenta de que estaba enfermo y me seguía sintiendo cansado. Pero como dije, no era nada y estaba bastante tranquilo. Sin embargo, en un momento del día, fue que casi ¡casi! caigo por haberme mareado y sentirme ligeramente débil. Pero fue ahí cuando Kendo y Tetsutetsu me insistieron en que me fuera a casa porque tenía, según, fiebre.

Claramente le dije que eso no me iba a detener y ni me iría... claramente la chica me golpeó y me obligo a ir entonces a la enfermería. Prácticamente fue el chico peliplata el que me arrastró mientras Kendo me regañaba por ser tan testarudo. Y al final también fui obligado a acostarme después de que la enfermera me diera una medicina de sabor horrible.

Después de pasados unos minutos, los chicos se fueron y la enfermera dijo que tenía que ver un asunto con el director, no sin antes insistirme en que me quedara en una de las camas por un rato.

Le hice caso para que no me regañara aún más, pues tampoco sería bueno volver de una vez al aula porque mi amiga seguramente me golpearía por no cuidar de mi y bla bla bla. En fin, me recosté y simplemente me quedé mirando el techo dejando el tiempo pasar en esa sola enfermería, extrañamente sentí algo de alivio al estar ahí en tanta calma y cierta comodidad. En algún punto cerré mis ojos y no sé cómo fue que, pero me quedé dormido.

Aunque recuerdo claramente que me había puesto a pensar como el día de ayer me había encontrado al dichoso pelimorado al terminar el día. Como ya era costumbre, él se encontraba acariciando al ese gato negro de la escuela, y como se veía tan concentrado en dicha tarea, intente asustarlo pero no tuvo ninguna reacción. Lo molesté con su falta de expresión hacia alguien tan genial como yo, provocando entonces que él riera ligeramente. El ver esa expresión tan nueva, relajada y suave de él hacia mi me hizo sonrojar un poco...

Sentía como si flotara entre las nubes, al parecer en un profundo y agradable sueño. Entonces Shinso aparecía de la nada, junto a mi, observándome y esperando que abriera completamente mis ojos para dedicarme esa tierna y dulce expresión, algo que parecía tan único e íntimo, algo sólo para mi.

Mi corazón comenzó a latir con fuerza mientras él se iba acercando. De verdad sentía como si el corazón quisiera salir de mi pecho y su sonido resonaba con fuerza en mis oídos. Mientras él ya tenía los ojos cerrados, y continuaba acercándose lentamente hacia mi rostro, yo sólo podría mirar sus labios, ya deseoso de que ese momento llegara, provocando que, al nuestros rostros casi rozar, yo cerrara los ojos.

Entonces escuché como alguien abría la puerta de la enfermería, provocando que pasara a abrir los ojos con lentitud. Entones notaba que Shinso ya no estaba a mi lado, sino entrando a la enfermería tras haber vuelto a cerrar la puerta.

- Me dijeron que estabas enfermo. - comentaba mientras se acercaba a donde yo estaba acostado. - El gran Monoma me había preocupado, normalmente siempre anda revoloteando de un lado para el otro. - dijo riendo un poco. Otra vez esa linda expresión en él... en serio sólo parecía poner esas caras conmigo. Y si de por sí ya tenía las mejillas algo calientes por la fiebre esa, estoy seguro de que ahora estaba aún más rojo.

Cuando él por fin llegó hasta mi lado otra vez, sentándose en un banquito al lado de la cama, yo seguía casi hipnotizado por su bello rostro, poniendo atención a cada detalle de su ser.

- ¿Qué pasa? ¿Realmente te sientes tan mal? - volvió a hablar mientras pasaba a tocar mi frente. - Vaya, realmente tienes fiebre. Déjame buscar algo para... - en ese momento, estaba quitando su dulce toque de mi para alejarse, por lo que rápidamente reaccioné al tomar su mano para que no se fuera. Él sólo volvió a posar sus ojos en mi, al parecer sorprendido por mi gesto.

Me sentía tan extraño... mis latidos seguían acelerados, sentía que mi cuerpo ardía, parecía que estaba flotando, se sentía como un sueño tan lindo que no deseaba que terminara nunca... pero también, sus toques se sentían tan reales, tan suaves, tan deslumbrantes... y me aturdían.

Entonces jale ligeramente su mano, y como él no puso resistencia, lo acerque un poco a mi, para poder hacer que su mano acariciara mi mejilla.

- Me gustas... Shinso... me gustas mucho. - le dije, con un poco de dificultad, pero perfectamente audible, para luego besar la palma de su mano, la cual aún sujetaba para tener cerca.

Entonces volví a posar mi mirada en él, logrando presenciar cómo se ponía más rojo que un tomate. Parecía bastante nervioso, otra expresión que nunca había visto, pero permanecía sólo para mi. Le sonríe... y volví a cerrar los ojos al sentirme bastante cansado.

Escuche ruidos, pero ya no pude volver a abrir mis ojos, parecía como si cayera en un sueño todavía más profundo...

Escuche ruidos, pero ya no pude volver a abrir mis ojos, parecía como si cayera en un sueño todavía más profundo

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Hallo! Cómo están mis bebés semidivinos? Ya listos para el final de esta historia? ÒwÓ

Será que Monoma estaba soñando todo o en realidad no? Acaso ya se confesó y ni siquiera lo va a recordar? Dónde está Shinso y qué pensará de todo esto? Qué pasará en el próximo capítulo?

Ese pensamiento /ShinMono/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora