Ese pensamiento /ShinMono/

/Cap 3/ Sólo una atracción

/Monoma/

Por alguna razón mi mente se ponía a divagar sobre el pelimorado desde ese encuentro. Quiero decir, claro que me causaba curiosidad...

Pensamientos como: "¿Ya estará aquí? ¿O realmente hasta mañana? ¿En qué salón estaría? ¿Estaría en mi salón?" No podría evitar hacerme esas preguntas.

- Oye Monoma, hey... ¿me estás escuchando?- me hablo Kendo, golpeando ligeramente mi hombro, haciendo que volteara a verla. Estaba parada justo al lado de mi lugar junto a Tetsutetsu.

- Has estado raro todo el día. Quiero decir, normalmente eres raro, pero hoy... has estado muy callado... incluso da miedo... - comentó el chico de pelo gris.

- Pfff no sé de qué están hablando, simplemente estoy concentrado en algo importante que no llegarían a entender. - hable con fanfarronería, buscando que ya no siguieran preguntado cosas.

- Sí, claro... - suspiro Kendo, claramente no convencida de mi respuesta. Aún así, no insistió más. ¿De verdad estaba perdiendo el tiempo pensando en ese chico?

Pues sí. Durante todo el maldito día ese tal Shinso Hitoshi volvía una y otra vez a cruzarse por mi mente y así terminaba preguntándome el porqué llamaba tanto mi atención. Pero ninguna respuesta clara venía a mi. Sí, me parecía un chico peculiar, no hablaba casi nada y aún así tenía cierto carisma. Sentía que de cierta forma era totalmente distinto a mí y a la vez teníamos algunas cosas en común... o al menos creía que debíamos tener algo en común, ¿cierto?

- ¡Ja! ¿Tal vez los genios se atraen? - hable en voz alta, sobresaltando a toda mi clase.

- Monoma... - simplemente recibí una mirada de advertencia por parte de nuestro profesor y tutor; el cual, acto seguido, suspiro. Además, también recibí la mirada confusa por parte de Kendo y Tetsutetsu. Y bueno, varios de mis otros compañeros me miraron como si definitivamente ya hubiera perdido la cabeza.

Entonces la campana anunció el final de la clase, y todos comenzaron a levantarse.

- ¿Te quedarás? - cuestionó la chica de pelo anaranjado. Yo simplemente la miré con duda, casi dispuesto a preguntarle "¿Ir a dónde? Más bien, ¿a dónde van todos?" Pero ella volvió a hablar. - Ya terminaron las clases. -

Oh... así que era eso...

¿¡Qué?! ¿¡A qué hora se habían acabado las clases?! ¿Pues qué estuve haciendo todo el día?

Ah... ese chico... estúpidos pensamientos.

- En serio Monoma, ¿estás bien? - cuestionó Tetsutetsu, quien estaba detrás de "la hermana mayor" de la clase.

- Estoy genial. - dije casi en un susurro mientras me levantaba y recogía mis cosas para ya irme. Y es que los únicos en el aula éramos los tres.

- ¿En quién has estado pensando? - dijo Kendo de la nada, obligándome a verla e intentando no verme para asombrado por sus palabras.

- Esa cara da miedo... - susurró el chico de pelo gris. Genial, quien sabe que mueva estaba haciendo.

- No es nada. - comente después de dar una de mis mejores sonrisas y trate de mantenerla así hasta volverme a voltear.

- ¿Te atrae esa persona? - volvió a decir la chica. Esta vez preferí no agregar nada más y simplemente salí del aula, para después escuchar como Tetsutesu cuestionaba a Kendo por sus preguntas.

- ¿Dices que Monoma está enamorado? - fue lo último que logré oír por parte del chico de dientes afilados.

Ajá, enamorado yo ¡claro que no!

Y mientras sonreía por esa tontería caminando por los pasillos, no se porque mi mirada se desvió un poco hacia las ventanas. Por un segundo vi aquel pelo morado y alborotado.

Me detuve en seco. ¿Acaso ya hasta lo alucino? ¿Qué te pasa hoy Monoma Neito?

Volví a donar mi mirada en donde creí haber visto dicha cabellera. Y efectivamente... no estaba alucinando. Ahí estaba Shinso.

Por alguna razón corrí hasta la salida para así poder reunirme con él. Pero una vez estuve más cerca, entre en razón y me detuve.

Y es que, ¿por qué me había apresurado hasta llegar con él? Retrocedí un paso, teniendo una extraña sensación... la inseguridad, creo.

Pero mis pensamientos eran un caos en ese momento, y no me percaté que el pelimorado se había volteado, dándose cuenta de mi presencia.

- Oh, Monoma. - fue lo único que dijo. Al parecer recordaba mi nombre... digo, claro que lo iba a recordar pero... por alguna razón mi... ¿mi corazón se conmovió? Ahg no sé. Nuestras miradas volvían a estar unidas, pero rompí el contacto bajando un poco la vista.

- ¿Qué te paso? - cuestione al ver su mano, logrando sonar como normalmente.

- ... el gato me rasguño. - dijo mientras miraba el fabulo en su mano.

- Deberías desinfectar la herida. - comente.

- Sí... lo haré después.- hablo con tranquilidad.

- ¿Es que no sabes tratar las heridas? Vamos, la enfermería no está lejos. - le dije mientras le señalaba con la cabeza que entráramos al edificio.

- ... bueno. - comentó por fin mientras comenzaba a caminar hacia mí para después seguirme. De cierta forma, es dócil. No está mal.

Bueno, tal vez simplemente esto que siento es curiosidad por él. Sólo una atracción por conocer a alguien nuevo. Después de todo, puede que sea mi nuevo compañero. Así que debe entender que soy el mejor, y tiene suerte de pertenecer al mismo grupo que mis compañeros y yo.