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Takemichi miraba a Manjiro con sus grandes ojos índigo y sí no fuera por el sentimiento adormilado que le dejaban las pastillas, Mikey estaría nervioso.
-¿Por qué me llamaste, Takemicchi?
¿Debería ser sincero respecto a sus sentimientos? Pero Manjiro lo vería como un loco... Además no sabía como decirle que estaba enamorado de él. Que problemático.
-Ah Manjiro-. Llamó Takemichi con voz nerviosa y el rostro sonrojado.- quizá yo no esté tomando la pastilla y bueno... -. Mikey se sorprendió al escuchar aquello.
-Te gusta Emma-. Respondió con voz impactada mirando a Takemichi a los ojos.
- ¡NO! Digo, es que, Emma es muy linda y no digo que no pueda gustarme -. Exclamó nervioso-. Pero no me gusta, ella es solo una buena amiga a la que amo mucho pero no de forma romántica -. A Mikey le dió gracia el sobre salto de Takemichi.
-¿Entonces?
-¡Me gustas tú! -. Le respondió conciso y directo cerrando los ojos deseando que fuera una pesadilla y al despertar todo estuviera como si nada.
-Ya veo-. ¿¡QUÉ VES IDIOTA!? Takemichi no sabía si abofetearlo o solo mirarle-. Eres consciente de que estoy tomando una pastilla ¿no es así? -. Takemichi asintió.- Pero podríamos intentarlo.
Hanagaki no esperaba aquella respuesta pero un lindo sentimiento cálido se instaló en su corazón.
Iban a intentarlo, si no funcionaba Takemichi no tendría de otra más que tomar la pastilla.
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Tenía muchas dudas al respecto por que jamás se vió saliendo con un chico y no es que estuviera mal, pero no entendía del todo como funcionaban las relaciones homosexuales. Pero Mikey se veía muy relajado, incluso le tomaba de la mano y le sonreía a pesar de casi no hablar y haber expuesto sus sentimientos.
Que personaje tan ambiguo era Manjiro.
-Ah Mikey-. Llamó Takemichi un poco apenado mientras esperaban el metro, captando toda la atención de Sano-. Si te preocupa dejar la pastilla, no tienes que dejarla-. Soltó recapacitando las cosas, sabía que podría ser peligroso si Mikey la dejaba y no quería ocasionar problemas.
-Está bien pero... ¿Como voy a enamorarme de tí si no la tomo?-. Le dijo mirándole a los ojos, un acto que sonrojó a Takemichi-. Usaré la rosada, no es tan fuerte como la celeste pero me ayudará a mantener a raya mis emociones. No te preocupes Takemichi, vamos a estar bien.
Está bien, eso enterneció a Takemichi de forma bella, su corazón realmente se sentía cálido.
-gracias, Mikey-. Le dijo con una pequeña reverencia sintiendo como él más bajito le acariciaba la cabeza.
Se sintió aliviado, como si Manjiro le hubiera salvado la vida.
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