Nuestro protagonista despierta adormilado durante la mañana de verano de aquél tortuoso año. No ha parado de llorar desde la muerte de Atsushi pero la vida tiene que seguir; su madre le aconseja volver a tomar aquellas pastillas rosadas con forma de flor que le ayudan a suprimir sus emociones pero Takemichi solo sigue de largo, prefiere tomar las verdes.
Se sienta frente al espejo de su habitación, donde tiene pegadas polaroids junto a sus amigos, también puede ver algunas fotos con el chico que le gustaba, ¿su nombre? Manjiro Sano. Era un chico un año mayor que va a su escuela y Takemichi quién no tomaba ningún tipo de pastilla por que "no la necesitaba" había quedado perdido en la oscura mirada de Manjiro.
Desafortunadamente, en conjunto de la muerte de Atsushi, Manjiro se disculpó por no corresponder los sentimientos de Takemichi, luego de que este último se le confesará.
Gracias a esto y a su terrible Hanahaki, Takemichi fue hospitalizado y obligado a tomar la pastilla verde, su madre creía que no era necesario algo tan fuerte, pero el doctor y Takemichi le dijeron que solo este medicamento le podría hacer efecto.Sin embargo, Takemichi ya no quería vivir.
Suspiró viendo su demacrado reflejo en el espejo, sus raíces negras se iban tornando marrones para luego terminar en puntas rubias muy opacas, hace meses no se mantenía el cabello, sus ojos azules no brillaban como antes. ¿Realmente todo había sido un buen sueño?.
Su experiencia con Manjiro se sintió muy real y probablemente eso le dolía mas.
Él ni siquiera vivía en un edificio de apartamentos, vivía con sus padres en una pequeña casa de dos pisos en el centro de Shibuya, justo al lado de la casa de Akkun y muy cerca de Takuya.
Takuya.
Él realmente no quería lastimar a su amigo, pero no podía seguir viviendo, no quería por que le daba miedo y le dolía, amaba a Takuya pero sufría tanto por estar viviendo que terminó dándose por vencido.
-Soy un debilucho-. Se dijo así mismo saliendo de casa donde su madre cocinaba el desayuno con una sonrisa y su padre se alistaba para trabajar. Sus ojos se llenaron de lágrimas y cerró la puerta comenzando a correr para no ser alcanzado por su familia.
No era la primera vez que lo intentaba, pero ahora sí iba a tener éxito.
Corrió esquivando personas, huyendo de la gente escuchando el bullicio que ejercían al chocar contra ellos. Logró ser alcanzado por Takuya que fue rápidamente notificado por la madre de Takemichi, por un momento Hanagaki sintió una mezcla de pánico y emoción... Se sintió vivo, Sonrió levemente y corrió en la otra dirección, Takuya casi lo pierde de vista y comenzó a correr más rápido.
Podía escuchar la risita de Takemichi, una risa que hace mucho no escuchaba, él realmente se estaba divirtiendo como nunca y por un momento Takuya olvidó que estaba corriendo por la vida de su amiga; esto se asemejaba más a un juego de "las traes".
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El Niño Flor. ¥ Maitake.
FanfictionEl amor unilateral es capaz de pudrir a la flor más hermosa de todas y Takemichi Hanagaki no iba a vivir mucho en este estado.