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A Takuya le costaba un poco entender lo que su querido amigo Takemichi tenía por contarle. Se había instalado en la salita de su casa con un café bien cargado en mano, como era tarde en la noche su madre estaba durmiendo y solo él junto al guardia de la entrada y el perro del vecino, eran los únicos despiertos en la residencia.
-Takemichi, respira y relajate, no logro entender lo que dices-. Le indicó pacíficamente pero cuándo Takemichi quiso volver a hablar por la vocina del teléfono solo escuchó interferencia y distorsión ¿acaso su amigo era un robot?.
Suspiró cansado dejando el celular con altavoz sobre la mesa y tomando un sorbo de su café.
-Takemichi ¿le estás mamando el pene a alguien? Suena como si tuvieras una verga metida en el hocico-. Soltó con un leve tono agresivo un poco harto de no poder entender lo que su amigo decía, además se estaba desvelando a lo tonto en lugar de estudiar un poco más para el examen de la mañana.
-¡TAKUYA! -. Gritó Takemichi al otro lado de la línea un gesto que hizo reír al cenizo-. Deja de juntarte con Makoto por favor, desde que se juntó con esa chica de la secundaria vecina no para de hablar de sexo.
Takemichi tenía razón, incluso Yamagishi había regañado a Makoto por estar saliendo con esa chica que no conocían. Se habían estado corriendo rumores sobre muchachas y algunos muchachos que dejaban de tomar la pastilla solo para hacer estragos, por alguna razón ellos controlaban muy bien sus emociones y usaban esa virtud para persuadir a quiénes no y terminaban en desastre.
No querían que a Makoto le pasará eso y Yamagishi siempre tenía un ojo puesto en la chica y en su amigo. Afortunadamente la chica era una muchacha linda e incluso muy torpe en algunas cosas, también muy olvidadiza y por eso no tomaba la pastilla a sus horas lo que le cancelaba el efecto normal de la pastilla y eventualmente se terminó enamorando de Makoto. Para todos era extraño por que Makoto no era atractivo, solo un tipo alto con un apetito morboso muy elevado así que no era raro que pensarán mal de ella... Resultó que solo tenía mal gusto o eso decía Yamagishi.
- Entonces, ¿ya vas a hablar como humano? Es difícil tener a un amigo mitad robot, mitad idiota.- Comentó Takuya sacando uno de los libros de historia de la clase para repasar mientras hablaba con su amigo.
-¡Hey! Estás muy agresivo ¿pasa algo? No sueles usar tantos insultos tan seguido.- comentó Takemichi subiéndose a su cama y tirando por accidente el celular al piso.
-Lo siento, ha sido un día agotador. Mañana hay examen ¿estudiaste? -. Cuándo Takuya le recordó eso, Takemichi quiso llorar por un segundo, pero se calmó.
- Lo olvidé por completo-. Entonces recordó lo que quería contarle-. Por cierto, estoy saliendo con Mikey.
Takuya escupió todo su café al escuchar aquello.
- Yamagishi te va a matar-. Fue lo único que salió de su boca al recordar el complejo de mamá que había adoptado el de lentes luego de la pérdida de Atsushi, él incluso había desarrollado un miedo profundo al amor consumiendo más pastilla de lo normal, su padre preocupado tuvo que hacerle un lavado estomacal por que había consumido tantas que casi se muere por sobredosis.
