El Niño Flor. ¥ Maitake.

Capítulo 8: Sparks.

La semana fue pesada y Mikey consideró que sería una buena idea dispersar los malos pensamientos con una salida, así que trabajó como loco en la tienda de mascotas de un amigo y también en una cafetería del centro, así como en pequeños trabajos en una tienda de discos y logró recaudar el dinero suficiente para invitar a Takemichi y a sus amigos a una sala de juegos de la ciudad.

Al principio Takuya no quiso ir pero terminó aceptando por presión social y por que su mamá le dijo que así estaría fuera de su mente un rato. Makoto aceptó con la condición de que él pagaría todo lo de su chica y Mikey aceptó a regañadientes ya que consideraba que si él los invitaba, pues él tenía que pagar, pero ni modo.
Así que luego de clases Manjiro los esperaría en la salida, Yamagishi aún estaba recuperándose de la operación así que lo visitaron un rato antes de irse al "playground", Takemichi le había horneado algunas galletas y Makoto le regaló algunos video juegos, Takuya también le dijo que podía llamarlo si necesitaba algún favor.

Yamagishi agradeció algo apenado por la atención y los dejó ir, estaba algo deprimido pero no parecía tener cambios emocionales, si eso era así entonces la operación había sido un rotundo éxito. Normalmente las personas tenían miedo a esta práctica médica por que solía afectar las emociones de las personas, volviendolos muy secos ante los demás, impidiendo no solo sentir amor, si no también otras emociones como alegría o tristeza, incluso miedo.

Pero no siempre suele pasar.

Takemichi se maravilló con el lugar, no solía ir a citios como este lo más cercano en lo que había estado, era un karaoke de mala muerte donde la mayoría de estudiantes iban pues se trataba de un sitio barato.

Sin embargo Mikey realmente se había esforzado para llevarlos a un buen lugar cosa que todos agradecieron y luego de que Manjiro les pagará las fichas, excepción de las fichas de la novia de Makoto, todos se dispersaron por el salón.

A Manjiro le parecía adorable ver a Takemichi tan emocionado por ganar en el árcade, realmente era bueno en pac-man. Ver los brillantes ojos emocionados del chico al que comenzaba a amar le hacía sentir una calidez en el corazón que hace mucho tiempo no sentía por absolutamente nadie, pero que reconocía bastante bien, sin embargo el sentimiento no era acompañado de dolorosas espinas de estramonio... Una nociva flor venenosa popularmente conocida como "La azucena del diablo" cuándo Manjiro se descubrió que su Hanahaki era tan dañino entendió el por qué las pastillas comunes no le hacían efecto.

El veneno del estramonio las volvía inútiles.

Así fue como Manjiro comenzó a estudiar un poco más sobre el hanahaki, para entender mejor su enfermedad y debido a esto descubrí que habían al menos tres tipos de Hanahaki, pero solo dos variantes de pastillas.

El hanahaki tipo x:
El tipo más básico y fácil de controlar, era del tipo que sí se desarrollaba causaba la denominada "muerte bella" cubriendo el cuerpo en un jardín de flores bellas e inofensivas.

Tipo y:

Era algo difícil de tratar pero con esta podías usar tanto la pastilla rosa como la azul, suelen ser flores o enredaderas con alguna especie de placebo o veneno, algunos de sus portadores suelen estar adormilados la mayoría del tiempo y les cuesta concentrarse debido a la bacteria que habita en sus cuerpos. Cuándo este tipo se activa pueden haber desde muertes bellas hasta las llamadas "caóticas" donde el cuerpo era irreconocible y despedía un olor terrible.

Tipo w:

Donde el Hanagaki es terriblemente nocivo y se necesita de la pastilla azul o una operación para mantener a raya al problema. Los padres de estos pacientes suelen encerrarlos en casa e incluso educarlos ellos mismos, estos pacientes sin el debido cuidado pueden llegar a enamorarse incluso de su reflejo por que necesitan sentirse amados románticamente por alguien. Sus Hanagaki suelen ser plantas venenosas y dañinas, incluso parásitas y se han llegado a ver casos de plantas carnívoras en el cuerpo de algún paciente.

Al morir el cuerpo suele descomponerse más rápido de lo normal y el levantamiento suele ser difícil y peligroso debido al gas y otros restos que deja no sólo el cuerpo, si no la flor.

Sin embargo todo esto se quedaba de lado cuándo Manjiro estaba junto a Takemichi, podía sentirse seguro de que era amado y era muy feliz al no tomar la pastilla. Al principio le dió miedo seguir sintiendo cosas por aquél chico de su anterior academia, pero supo en el momento en el que el Takemichi fue su primer pensamiento luego de pasar dos días sin él medicamento, que él podía sentir algo por el ahora pelinegro.

Pero no podía evitar preguntarse ¿que tipo de Hanahaki tenía Takemichi? ¿Sería igual de peligroso que el suyo? O ¿tal vez más fuerte? Sin darse cuenta el pensamiento de que Takemichi parecía una margarita le inundó la mente.

Era pequeño y bonito, se veía delicado y su aroma corporal era muy dulce y llamativo, su piel blanca le recordaba a los pétalos de las margaritas y sus ojos azules, al cielo despejado del campo al que había ido con su padre cuándo era niño, también le traía mucha calma y le relajaba estar entre sus brazos.

Takemichi era una margarita.
Su margarita, la más bonita y llamativa de todo el campo.

Que lindo es Takemichi.

-¡MIRA MIKEY, GANÉ ESTO PARA TÍ!-. La adorable voz del pelinegro le sacó de sus pensamientos y este levantó la vista recibiendo a Takemichi con una amable sonrisa.

-¡Muchas gracias, florecita!-. El rostro de Takemichi fue todo un espectáculo y Manjiro pagaría mil veces por volverlo a ver.

Florecita, Takemichi era su florecita.

El muchacho le entregó un peluche gigante en forma de Dorayiki, consumido por el tono rojizo en su rostro y el rubio no pudo evitar reír por lo tierno que se veía su novio.

Mikey terminó encarcelando a Takemichi entre su pecho y el peluche, abrazándolo con fuerza besando repetidamente su rostro.

-Gracias por devolverme la felicidad, Takemichi.

Listo, Hanagaki había caído a sus pies.

N/A:

Hice una playlist con la vibe del fic. Pueden encontrarla como: "El niño flor" en spotify. Ojalá les guste.