Capítulo 22: Segundos, minutos, horas, días e incluso años

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Hoy 28 de Mayo de 2026, es mi graduación. Han sido 4 años muy duros, en los que me he sacrificado mucho, pero he conseguido mi objetivo. He ganado premios, y becas, pero no hay nada mejor que un diploma para poder trabajar.

Estos 4 años han sido muy complicados en muchos sentidos.

Cuando se resolvió el caso de Marta, Hugo cambió para bien, salía más, contaba sus problemas, tenía menos problemas para hacer amigos, era otro. Y eso nos encantaba a todos, pero un día decidió irse. Quería probar la experiencia de ser militar, necesitaba hacer bien común. Nos lo contó cuando ya le habían aceptado y se iba a Zaragoza. Recuerdo aquella pesadilla, amarga, yo no podía dejar de llorar, no supe muy bien porque, hasta que con el tiempo me di cuenta de porque era.
Nunca quise decirlo, yo Eva Barreiro, colada por un tío? Más bien enamorada hasta las trancas y eso se veía y pasaba muy poco. No era propio de mi tener novios, eso no iba con mi esencia.

Todos insistían para que se lo dijera a Hugo, pero no podía, con lo poco que hablábamos no podía contarle todo eso, tenía que preguntarle cómo estaba, si estaba entero, si comía bien, tenía que preocuparme por él, no preocuparlo con mis cosas. Hasta que un día se me ocurrió escribirle una carta con todo lo que sentía y me pasaba desde que no estaba, que lo echaba tanto de menos y que lo quería muchísimo. El me respondió y resulta que era un amor correspondido, ese día me puse a gritar, correr y llorar de la emoción. Seguimos con la tontería de las cartas, las tenía todas guardadas, en un caja, para leerselas a nuestros hijos, si es que había alguno en algún momento.

Una de esas cartas la pilló Mai y bueno, tuve que contarle todo, enseñarle todo y a todos y bueno a Sam casi le da un infarto de la emoción. Y bueno después de eso cada carta que llegaba, la tenían que leer y comentar.

Eva: Va a venir?

Sam: No lo sé pequeña

Eva: Sam eres su hermana como que no lo sabes?

Mai: Pequeña, no es fácil, apenas podemos comunicarnos con él, ya sabes que solo podemos hablar cuando el nos contacta

Eva: Ya, pero a mí me dijo que iba a venir

Sam: Todavía está a tiempo Eva. Ahora sube ahí a recoger el diploma y no te preocupes por el resto Eva. Subes recoges tú diploma y vamos a comer! Es sencillo

Mai: Claro

Eva: Si no viene no quiero fiesta, no quiero ir a comer, no quiero nada

*Toc toc toc*

Bruno: Señoritas, estáis?

Eva: Ha venido Hugo?

Bruno: No cielo, no sabemos nada

Llevaba un vestido rojo, con un escote en V, una raja en el lateral, un cinturón negro, pendientes y labios rojos y tacones a juego. Quería que si Hugo me viera supiera identificarme bien, pero no parecía que esté fuera a aparecer. A mi me prometió venir

*Flashback, conversación telefónica*

Eva: Es el 28 de mayo, Hugo tienes que venir

Hugo: Lo intentaré pequeña

Eva: Eso no me vale, intentarlo no es venir

Hugo: Iré

Eva: Los prometes?

Hugo: Lo prometo

Eva: Y que día era?

Hugo: El 28 de mayor

Eva: Y quién va a venir?

Hugo: Yo

Eva: Iré de rojo, para que me veas más fácilmente

Hugo: Da igual como vayas, la ropa acabará en el suelo

Eva: Idiota

Hugo: Hora del papeo, me piro. Te quiero

Eva: Y yo enana

*Fin flashback*

Me monte en el coche, tiramos hacia la universidad, me daba muchísima pena irme, me encantaba mi universidad, y no venir me iba a doler. Me había costado muchísimo acabar como la mejor de la clase, saqué las mejores notas e hice las prácticas enchufada en la empresa de un profesor en la que si quería me podía quedar, pero tenía muchas opciones y todas me dejaron el verano para pensarme lo que queria hacer.

Llegamos al salón de actos. Las familias se sentaron en las butacas del público. Nosotros íbamos por la parte de atrás, y luego nos sentábamos en sillas puestas en el escenario, cerca del atril donde se pondría el decano para otorgamos nuestros diplomas.

No podía parar de mirar por las cortinillas por si Hugo se dignaba a aparecer cosa que no pasaba, llegó Flavio y los padres y hermanas de Anne, pero Hugo no.

Se abrió el telón, nos fueron nombrando y nos fuimos sentando, me tocaba primera fila por lo que tenía controlado el pasillo principal, a mi familia.

El decano daba su discurso, según Sam, siempre era el mismo, y me hizo gracia ver como en varias ocasiones Sam decía con anterioridad lo que el decano iba a decir, yo desde mi sitio solo podía mirarme y reírme por la situación.

Una de mis compañeras junto con Anne leyó el discurso de nuestro curso. Para mi gusto fue bastante aburrido, pero no me dejaron meter mano en él, así que me tocó comerme la chapa.

Cuando se acabó comenzaron a nombrar a las personas para que fueran a recoger su título.

Me tocaba a mí, lo sabía, iba por orden alfabético y después de Arriero iba yo. En ese momento se hizo silencio y se abrieron las puertas principales y casi muero de un infarto. Lo primero que vi fueron esas botas militares, luego ese traje típico de camuflaje, caracterizado por unos pantalones en tonos verdes y marrones y una camiseta verde aguacate pasado, después vi esa cabeza rubia pelada, mi chico estaba aquí, había venido como me prometió. Estaba guapísimo, como de costumbre.

Baje corriendo las escaleras, bajo la atenta mirada de todos, y corrí hasta sus brazos cuando llegue salté para que me cogiera y me abrazase, le había echado tanto de menos. No podía dejar de besarlo y de olerlo.

Eva: Al final has venido idiota

Hugo: Como me voy a perder, a mi chica, graduándose, con el vestido rojo del que tanto me ha hablado

Eva: Te quiero mucho Hugui

Hugo: Y yo a ti más enana

Volví a por mi diploma bajo la atenta mirada del decano, el cual dedico unas palabras a Hugo y a su gran labor como cuerpo de fuerza del estado. Me senté en mi sitio, pero no me sentía cómoda por lo que me baje con él, no quería separarme ni un minuto de su lado. Salimos de la mano, le dejé saludar a su hermana y al resto, pero poco tiempo, necesitaba tocarle todo el rato la mano y saber que no era un sueño y que estaba conmigo

Hugo: Enana, me vas a gangrenar la mano como sigas apretando

Eva: Es que no quiero que te vayas nunca más

Hugo: Y a ti quién te ha dicho que yo vaya a volver

Eva: No hay más mili?

Hugo: No, he vuelto, vulevo a mi comisaría de siempre a estar aquí con la chica más bonita del mundo

Eva: Te quiero

Hugo: Y yo enana

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Sorpresaaaaa, espero que os guste

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