Capítulo 52: Sorpresas en Madrid

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Hugo: Estáis locas

Eva: Hugo vamos porfavor

Hugo: Pero como vamos a dejar a estos dos con los 4

Anaju: Dejándoles va. Además ahora viene Mai. Venga va

Eva: Hugo porfavor

A la fuerza conseguimos meter a Hugo en el coche. No paraba de quejarse por el camino, me preguntó mil veces donde íbamos hasta que vio los juzgados y ahí sus miles de preguntas se triplicaron. Le mandé callar nada más entrar. Empecé a andar rápido para que me siguiera hasta que llegamos a unas ventanillas. Cogí número en un kiosko, pulse la tecla enlace y me dio el número 23, iba por el 17. 6 número. Avisé a Anaju, me dijo que ya habían llegado Mai y Sam.

Hugo: No me vas a contar nada?

Eva: Hugo, cuando me dijiste que tenías que volver al ejercito me dio miedo todo, principalmente que te pasase algo y que por mi cabezonería de no querer casarme y firmar los papeles no les quedase nada a los niños o simplemente no pudiera hacerme cargo de ti. Por eso Anaju ha movido todos sus hilos y nos casamos ahora, en 3 números

Hugo: Te amo

Eva: Y yo Hu

Hugo: No me pasara nada, lo sabes no?

Eva: Y como sabes eso?

Hugo: Lo noto en lo huesos

Eva: Deja de ver entre fantasmas

Hugo: Pregúntale a Anaju cuando lleguemos

Eva: Lo haré

Me quedé mirando el perfil de Hugo, era increíblemente prefecto. Estar sentada aquí con él me llevaba a pensar como nos conocimos. Lo mal que fue todo al principio, como me seguía en la sombra, como se presentaba cuando me daban los ataques de ansiedad o como miraba con lejanía. Me acuerdo perfectamente como empezamos a quedar poco a poco siempre supe que me ocultaba algo, cuando supe que era me asusté y hui cuando en todo momento supe que debí quedarme y escucharle como una nadie lo había hecho, pero una que es cobarde prefería siempre huir y si en pasado porque desde que lo conozco se que mi mejor manera de huir es en sus brazos. Eso de huir a sus brazos me lleva al día que me gradué aquel día que supe qué él jamás no rompería ninguna de sus promesas, se presentó allí delante de todos sin importarle las pintas o irrumpir en un anfiteatro lleno de gente. Recuerdo perfectamente su vestimenta militar, muchas veces se la pone para estar por casa y hay ratos que no me puedo controlar, ese conjunto le marca de todo demasiado y el que se calienta más rápido que una cerilla pues para que queremos más. Muchas veces doy gracias a que tiene la vasectomia hecha porque control tenemos muy poco. Sigo embobada mirándolo porque parece que no hayan pasado por el lo años sigue con la misma cara.

De repente una mano se sacude delante de mí cara sin frenesí y hace que salga de mi trance.

Hugo: Ya nos toca Evi, el 23 está en la pantalla. En que pensabas que me mirabas tanto?

Eva: Que!?.- Dije agudizando la voz?

Me estiró las manos para que le siguiera hasta el mostrador. Allí todo fueron firmar consentimientos, miradas cómplices, y repetir que estábamos allí libres y de mutuo acuerdo.

Salimos de la mano y me besó, en los juzgados delante de todo aquel que subía o bajaba sin importarle nada ni nadie siendo solo nosotros una vez más. Corrimos al coche como si hubiéramos hecho cosas ilegales por las cuales nos perseguía la policía. Condujo no se hasta donde, pese a vivir en Madrid durante años no me lo conocía tan bien. Sacó de su bolsillo unas llaves y me subió escaleras arriba corriendo hasta un tercero, el A para ser exactos, de quién coño era esta casa y porque estábamos aquí.
Iba a hacerle millones de preguntas, pero no me dejó me callo de una forma que solo el sabía, me arrastró al dormitorio y ahí hizo y deshizo conmigo lo que quiso, opuse cero resistencia había que celebrar el matrimonio.

Cuando terminamos volvieron las prisas y bajar corriendo al coche para llegar a casa con nuestros niños

Eva: De quién era la casa?

Hugo: De Sam, cogí las llaves antes de irnos, nunca se sabe

Eva: Nos va a matar

Hugo: No tiene porqué enterarse

Eva: Las sábanas arrugadas y deshechas, el jarrón que has roto, el gato encerrado en el transportin

Hugo: Ups

Eva: Idiota

Hugo: Tu idiota

Llegamos a casa de Anaju, los niños se lo pasaban pipa, pero la cara de los adultos era más seria

Eva: Que pasa?.- Dije mientras Hugo y yo nos sentábamos con los mellis en el sofá

Sam: Fla dice que han entrado en casa a robar

Miré a Hugo que estalló en una carcajada mientras sacaba de su bolsillo las llaves que le había robado a Anaju

Anaju: Hugo?

Hugo: Culpable. Había que celebrar el enlace

Mai: Si tú no sabías nada

Hugo: Uno que es previsor

Sam: Ni puta gracia. Que te ha hecho el gato?

Eva: Las sábanas, el gato y el jarrón ha sido él, ahora que ya estoy casada si te lo quieres cargar

Sam: Ganas no me faltan

Olaia: AAAAAAAYYYYYYY IOTA ONTO ILLILLOLLAS ODIO

Eva: OLAIAAAA

Hugo: Tomad.- Dijo Hugo mientras daba un melli a cada tía y nos levantamos a ver qué pasaba con los mayores.- Respira Eva

Llegamos al lugar de los hechos era la palabra de él contra la de ella. Él tenía las uñas de su hermana clavadas, sin sangre pero con la piel levantada. Ella tenía la marca de un mordisco en el brazo con sangre y los zapatos puestos al revés, en el suelo una construcción roja derruída. Una vez curamos a cada uno su herida los sentamos en un punto del sofá en silencio castigados.
Supuse que al llevar los zapatos al revés se tropezó y cayó sobre la construcción de su hermano, pero al haberse pegado los dos habría castigo para los dos

Hugo: Llevas todo el día ahí metida voy a tener que entrar

Eva: Lo siento amor, pensaba en lo que había pasado con los enanos

Hugo: Anda enana vamos con las rutinas


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QUEDA 1 CAPITULO, EL PEOR QUE GE ESCRITO NUNCA Y POR EL QUE ME VAIS A ODIAR MUCHO

Tengo varias propuestas:

1. Subir el último capítulo hoy y empezar mañana con la siguiente novela

2. Dejar para mañana el final, y ya subo el viernes el capítulo de la nueva

3. Subir el final y el primer capítulo hoy

Os dejo elegir ya que igual estáis de exámenes y subirlo todo es agobiante. Lo primero es lo primero, esto es un simple pasatiempo.

Lo que esconde su sonrisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora