Capítulo 12: Lo sé todo

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Eva: Va Hugoooo

Hugo: Pero dale al play

Eva: Pero ven con las palomitas ya

Hugo: Que ya voy cansina

Desde que Hugo y yo nos acostamos, pasamos otra fase en nuestra relación. Ya se podía decir que eramos amigos

Hoy íbamos a celebrar el cumple de Sam y se supone que Hugo y yo lo estábamos preparando todo. Bruno, Mai y Flavio se encargarían de distraerla hasta la noche. Pero nosotros en vez prepararlo estábamos viendo un documental sobre animales  en zoos, circos y safaris.

Hugo: Cuando acabe, empezamos a prepar todo

Eva: Si si shhhhh.- Dije metiéndole palomitas en la boca

No dijo nada más hasta que acabo el documental. Después recogimos todo lo que teníamos por medio y nos pusimos a preparar todo. Quitar muebles, poner bebidas, comida un sin fin de cosas.

Se podría decir que ya teníamos casi todo hecho cuando Mai llamo a Hugo. De lo que oía responder a Hugo, suponía que habían tenido un problema con el coche, no supe si un pinchazo o algún fallo en la batería. Cuando terminó de hablar, se puso una chaqueta cogió las llaves de su coche y se fue sin contarme nada.

Me senté en el sofá y pregunté a Bruno, me dijo que no era nada pero tardarían mínimo 1h. Por lo que no supe que hacer. Hasta que se me iluminó la cabeza. Siempre había querido saber que había en el cuarto secreto de Hugo.

Me lo pensé tranquilamente, porque lo que tenía pensado era invadir la intimidad de Hugo, pero ese cuarto no salía de mis pensamientos. Pero es que necesitaba saber que ocultaba el aquel cuarto. Tras unos 10 minutos meditando subí las escaleras, entre en su cuarto y busque la llave.
No estaba, seguro que le llevaba siempre encima, por lo que con un tutorial de YouTube, una horquilla y 15 minutos la puerta se abrió.

Era un cuarto super oscuro y bastante pequeño, había una pequeña ventana por la que no pasaba la luz había como una cartulina negra muy bien pegada y recortada.

Me costó adecuar los ojos a la poca luz que había, hasta que encencontre el interruptor, dude unos segundos si encender o no la luz. Hasta que el lado cotilla se adueñó de mi y encendí la luz.

Lo que vi a continuación me dejó helada en la puerta, no me podía creer aquello, empezaron a brotar lágrimas de mis ojos que no fui capaz de contener. Mis ojos no alcanzaban a verlo todo, por lo que pestañee un par de veces y fui lentamen mirando y asimilando cada espacio.

Había un escritorio lleno de papeles, con un Mac apagado. Lo que llamó mi atención fueron las paredes. Estaban todas llenas de fotos mías y de otra chica. Aparecían Sam, Berto, Bruno, Mai, Anaju, Flavio, Carlos, Alvarito, mis padres y un montón de gente que no conocía.

Había miles de fotos mías al lado de las de otra chica, de mi foto salían flechas de hilo rojo hacia el resto de personas y lugares, con horas y fechas , casualmente todo coincidía con cosas de la otra chica. Que tras indagar en la pared supuse que era Marta. La verdad que nos parecíamos bastante y casualmente ver su vida era como ver el futuro de la mía, íbamos a los mismos sitios, teníamos una vida casi exacta. Ella también vivía con su hermano, y tenía un "Berto" llamado Samuel. Había un montón de trozos de periódico en los que se trató el suicido de Marta. La verdad que para Hugo no era un suicidio, tenía las declaraciones fe la familia y anotadas un montón de cosas que le daban a pensar que ella no se había suicidado sino que la habían matado.

La verdad es que esa habitación daba miedo, preferiría que fuera un cuarto sado que aquel cuarto de psicópata. Por las fechas supuse que me había empezado a seguir en verano, la primera foto que tiene mía, fue al acabar bachiller el día de mi graduación.

No me gustaba nada lo que estaba viendo, Hugo no estaba bien, no era una persona normal, si la policía había cerrado es caso por suicidio es porque el forense del caso, una persona que sabía mucho y había estudiado lo había dictaminado.

Una cosa es que no estés conforme con ello y otra que te pongas a seguir a una persona que no conoces de nada y la acoses de esta manera.

Estaba asustada, tenía ansiedad, no podría volverme a fiar de Hugo. No podría volver a verle en la vida, no después de esto. Iba a salir de allí cuando tropecé con una pila de libros. Abrí uno por curiosidad y lo que vi me asusto de verdad.

Era una especie de diario de mi vida, desde el día de mi graduación hasta ayer, que había hecho por horas, con quien había estado, lo que había comido, cenado, merendado e incluso las llamadas de teléfono que realizaba.

X: No deberías estar aquí leyendo eso

Eva: Hu... Hugo.- Dije llorando sin mirarle

Hugo: Esto tiene una explicación Eva

Eva: No me hables, no quiero saber nada de ti, eres un psicópata.- Dije alejándome de él hacía atrás. Salí corriendo por las escaleras sin pararme a ver a mi hermano y el resto

Hugo: Eva espera

Eva: Que me olvides psicópata

Sam: Que pasa?

Les tire el libro de Hugo y salí corriendo de la casa. Iba llorando, sin mirar atrás, sin querer escuchar nada. Tan ensimismada en lo que acababa de ver, que cruce un paso de cebra sin mirar con tan mala suerte que todo se fue a negro, ya no veía los colores del atardecer. Si había algo de suerte en aquello es que a pesar de escuchar un pitido, lo oía todo.

Oia a una mujer llamar a emergencias, oía a los demás coches parar y acordonar la zona, oía las sirenas de los distintos coches que se dirigían hacia a mi. Quería moverme levantarme, mirar como estaba, pero no era siquiera capaz de hablar, solo podía mover los ojos y hacer ruidos.

Lo que esconde su sonrisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora