Capítulo 30: Noticias y casas

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Sam: Entonces?

Eva: No lo sé Sam, fue todo tan raro

Sam: Herederos de un viejo tócate los huevos

Eva: No Sam, no era un viejo

Sam: Bueno mi sobrino cómo está?

Eva: Dormido con su papá

Sam: Eso es donde no como

Eva: Está bien Sam, duerme, come, caga, mea y llora

Sam: Abre los ojitos?

Eva: Si

Sam: Se ve el color?

Eva: No, a que viene que todos preguntéis por los ojos? Apuestas?

Sam: Nos conoces demasiado

Eva: Sois de los que no hay.- Escuché unos pasos y unos llantos.- El deber me llama

Sam: Te dejo amor, hablamos en otro momento

Eva: Adiiios

*Fin*

Hugo: Que haces aquí?.- Dijo dándome al enano para que lo diera de comer

Eva: Hablar con Sam

Hugo: Sabes qué hora es?

Eva: Si, soy consciente de que no he dormido una mierda

Hugo: Y que haces si se puede saber hablando con Sam a la 1 am?

Eva: Me ha dicho te puedo llamar y la he dicho si 

Hugo: Está fatal, tanto ella como tú

Eva: Estoy acostumbrada a dormir poco. Antes eran los ardores, las náuseas y que no cogía postura con la barriga y ahora es el niño que cada 3h o 4 tiene que comer

Hugo: Está escena me la he imaginado veces pero es preciosa, verte amamantar a nuestro hijo es precioso

Eva: Yo también, pero sabes que es lo mejor?

Hugo: No, dime

Eva: Que estás aquí, conmigo, que te levantas a todas horas conmigo y que da igual la hora o lo cansado que estes

Hugo: En eso consiste esto no? Lo único que no puedo hacer es darle el pecho, pero si ayudarte, cambiarlo, despertarme contigo

Eva: Sabes una cosa?

Hugo; Dime

Eva: Jamás pensé que iba a querer tanto a alguien que me encontré en la calle

Hugo: Eres tan bonita, yo también te quiero muchísimo

Eva: Eres precioso Hugui

Hugo: Precioso es este chiquitito

Eva: Es tan diferente

Hugo: El que?

Eva: La maternidad

Hugo: Porque lo dices?

Eva: Leímos un montón de esto, y no se parece en nada Hugo. Es todo tan raro. Teníamos tantos miedos e inseguridades que ahora no siento

Hugo: Me pasa igual, pero bueno, Eva son cosas que pasan, somos primerizos

Eva: Ya está Huguiti, lo coges?

Hugo: Dámelo

Eva: Con cuidadito la cabeza

Hugo: Lo sé, pero me encanta que me lo recuerdes

Eva: Cuando veamos el caserío, volveremos a Madrid?

Hugo: Lo que tú quieras mi vida, si quieres volver a casa volvemos, si quieres que nos quedemos allí unos días nos quedamos. Lo que sea mejor para Gael y para ti

Eva: Yo quiero volver Hugo, llámame mala madre o loca necesito estar cerca de los médicos, del hospital, de Sam, de Mai que vengan con una llamada. Necesito los consejos de Gonzo, necesito volver a la ciudad con ellos

Hugo: Volvemos

Eva: Gracias

Hugo: Ahora amor, ya vendremos en otro momento a ver el caserío

Eva: Ahora?

Hugo: Toledo está a 55 min de casa, el niño acaba de comer, está dormido, nosotros estamos listos yo he caído y no me he cambiado, nos vamos

Eva: Lo dices enserio?

Hugo: Si

Eva: Te quiero la vida

Hugo: Y yo mi vida. Voy a ir metiendo todo colocado en el coche, quédate con el enanito

Mientras Hugo volvía al coche a meter lo que habíamos sacado hace 3 horas escasas yo busqué la calle donde estaba el caserío, estaba en un pueblo que nos pillaba de camino a casa, Ugena, mientras Hugo metía al enano en coche yo ponía el GPS hasta allí, calle Burgos.
Hu me miró, me cogió una mano, me la besó y condujo siguiendo el GPS hasta nuestro destino.

Al llegar Hugo estacionó en coche en lo que suponíamos que era la puerta u me miró

Hugo: Que hacemos aquí?

Eva: Te conozco mejor que nadie, y se que tu sueño es vivir en una casa así, alejada de todo, con un patio enorme en el que tener perros, con piscina. Tener una casa enorme con salón y cocina antigua es lo tuyo, por lo que ya que tú has accedido a conducir hasta casa de noche, a mi no me importa parar un ratito a verla

Hugo: Si te quiero más reviento

Eva: Voy a ir a abrir el portón y pasas el coche dentro

Me costó un poco abrir, era de noche y no atinaba con la llave. Tras eso Hugo salió con el enano en brazos, me lo dio, yo le di las llaves y entramos. Pensabamos que no tendríamos luz, por lo que íbamos con las linternas del móvil, hasta que Hugo probo un interruptor y casi se mkerendeblo bonito que era.

Al entrar había un recibidor enorme de piedra, con un armario y un zapatero. Este tenía dos puertas y a la izquierda estaba la cocina, era de gas, estaba todo amueblado precioso, la grifería era negra y le daba un toque increible. Había una barra con taburetes, que daba a un cuartito lleno de jueguetes, con alfombra, Gael nos lo dejo todo preparado para entrar a vivir, el cuartito se abría al salón, enorme también de piedra, con un sofá mostaza, unos butacones una mesita de cristal todo perfectamente decorado, el salón tenía una salida que era la entrada del principado. El salón tenía un mini pasillo, que daba a una zona interior, donde había unas escaleras hacia arriba y otras hacia abajo y un aseo. Decidimos bajar primero y Hugo se enamoró de esa sala, había una tele gigante, una PlayStation, un futbolín, un grifo de cerveza, una barra de bar, unas mesas grandes y sillas. Subimos arriba y en la primera planta había un baño principal con dos pilas, con su bañera, y un montón de huecos para almacenar. Había 4 cuartos bastante amplios. Subimos otra planta, había una habitación de matrimonio con su baño, su vestidor y su cama enorme. Hugo estaba encantado con todo.

Hugo estaba encantado con todo. Me dio las gracias por todo, justo cuando nos íbamos a ir, llamaron al timbre. Hugo y yo nos asustamos porque no esperábamos visita

X: Policía!.- Tras eso Hugo abrió la puerta

Hugo: Buenas noches agente

X: Agente Martínez, perdone que les moleste a estas horas. Hemos recibido varias llamadas de vecinos de la zona diciendo que han entrado unos ocupas en casa de su vecino recientemente fallecido

Hugo: Es nuestra, el señor Gael nos la dejó, bueno a nuestros hijos

Martinez: Me permiten ver los papeles?

Eva: En la guantera del coche

Hugo: Si me acompaña, solo hemos venido a verla volvemos a Madrid ahora

Martinez: Disculpen las molestias.- Hugo le entrego los papeles mientras yo metía al pequeño en el coche.- Está todo en orden, perdonen y espero verlos por aquí más amenudo, si necesitan algo no duden en contar con nosotros

Eva: Gracias y buena noche

Hugo: A casa?

Eva: A casa

Lo que esconde su sonrisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora