Cuando llegaron al puerto, el grupo formado por Ryuki, Yamato y Hiyori se subió a un barco de la familia Kyoshiro, uno sencillo pero lo suficientemente grande como para poder llevar a otras cuatro personas, más o menos.
Por el cuidado que debían tener de que no descubrieran la identidad secreta, Denjiro no pudo ir al puerto a despedirse, pero ya hechos a la mar, Ryuki podía sentir los deseos de un gran viaje que le mandaba su compañero de los Vainas Rojas.
Los tres se iban haciendo turnos para manejar el barco, aunque siempre tenía que estar Ryuki despierto para indicar el camino que debían llevar.
Ryuki debía agradecer la experiencia que había adquirido navegando con Shirohige y Roger. Gracias a ello, había aprendido el arte de la navegación y, con la ayuda de su maestro, a leer poneglyphs, por lo que no debería tener problema alguno a la hora de buscar nuevos nakamas y llevar a cabo el mismo camino que llevó el Rey de los Piratas.
-Ryuki sama...-dijo un día Yamato-¿Cómo fue navegar con Kozuki Oden sama?
-Estaba loco, jajajajajaja-rio Ryuki-Hiyori no lo recuerda muy bien porque era muy pequeña, pero siempre se andaba metiendo en líos. Cuando navegábamos con Shirohige, Marco y yo éramos aprendices y siempre nos comíamos los marrones que causaba, pero le debo tanto a ese hombre... Debo vengar su muerte y tenemos tres años para formar un grupo lo suficientemente fuerte para ello.
-¡Sí!-asintió decidida Yamato-Cuando lleguemos a la primera isla me voy a poner a entrenar. ¿Tendrías un combate conmigo?
-Claro, eres mi segunda al mando, Yamato... Debemos ser fuertes, derrotar a otros piratas y hacernos un nombre.
Hiyori los escuchaba con atención, sintiendo celos de la buena relación que tenían ambos. Para ella habían pasado diecisiete años desde que Ryuki se había marchado, pero el amor infantil que sentía por él de pequeña, no había cambiado mucho, seguía enamorada de él, pero ya no era de manera infantil y, verlo de nuevo... le hacía desearlo.
Tras tres semanas de navegación, a lo lejos, fue Hiyori quien comenzó a ver la gigantesca masa de lo que parecía ser tierra. Al avisar a Ryuki, este esbozó una sonrisa.
-Ya veréis lo increíble que es Zou-les dijo a Yamato y Hiyori-El capitán Roger, Oden sama y yo tuvimos una curiosa experiencia...
-¿Cómo?
-Ya veréis... Paciencia. Quiero que me digáis que os llama la atención de la isla cuando estemos cerca.
Eso llamó la atención de ambas, que dejaron a Ryuki al timón, asomándose por la borda para mirar Zou, con una ilusión infantil que despertó las risas de Ryuki.
-No... no puede ser-jadeó Yamato-¿Eso son patas?
-Sí... Parece un animal gigantesco... ¿Qué es, Ryuki?-preguntó con curiosidad Hiyori.
-Es Zunesha... Zou está sobre su lomo-explicó sonriendo-Mola, ¿verdad?
Cuando llegaron a una de las patas, esta era tan grande que parecía un gigantesco muro sin fin, sin importar hacia donde mirases.
-¡ZUNESHA!-gritó con todas sus fuerza Ryuki-¡HE VUELTO ZUNESHA!
Hubo un silencio que duró unos instantes, pero entonces, se escuchó un estruendo venido del barrito del gigantesco elefante que tenían ante ellos.
-¡YO TAMBIÉN TE HE ECHADO DE MENOS, ZUNESHA!
Se escucharon dos barritos más y volvió a haber silencio.
Ryuki se giró sonriendo, para ver las caras de sorpresa de sus dos acompañantes.
-Esto... Ryuki sama-dijo Yamato-¿Cómo vamos a subir?
-De la misma manera que huimos de Onigashima-respondió Ryuki, pidiéndole a Hiyori que se agarrase a su espalda y, tras atar el barco a una de las piedras, le hizo un gesto a Yamato-Subamos.
Juntos, comenzaron a escalar por Zunesha, dejando a Hiyori sorprendida de lo increíblemente fuertes que eran Yamato y Ryuki.
Sabía que Ryuki era el más fuerte de los apoderados de su padre, su líder, pero sobre todo sabía que su padre, Kozuki Oden, había dedicado mucho tiempo a entrenarle, tratando de convertirlo en una versión mejorada de sí mismo.
Si no fuese por el parecido por la raza que tenía con Kaido, lo más seguro es que hubiese sido shogun hasta que Momonosuke fuese mayor de edad tras la muerte de Oden, pero no pudo ser.Fue una subida larga y dura, pero, tras mucho esfuerzo, lograron alcanzar la cima, para toparse con la imagen de unja gigantesca muralla de piedra en el que se podía leer, Ducado de Mokomo.
En seguida, Ryuki comenzó a sentir la presencia de tres seres acercándose a ellos. Yamato también lo notó y se puso en guardia, preparando su kanabo, pero Ryuki alzó la mano, negando lentamente.
Entonces, tres seres aparecieron en el lugar, colocándose frente a ellos, apuntándoles con sus espadas. Los tres eran minks de Zou.
Uno de ellos, era un mink zorro, con el pelaje anaranjado. Llevaba una camisa blanca, guantes largos y unos pantalones de color negro, una capa, violeta por fuera y roja por dentro, sobre sus hombros.
Llevaba un cinturón oscuro en torno a la cintura, una bufanda cian clara y un sombrero clásico negro.
Junto a él había un mink león, esbelto y delgado; con una gran melena roja y un bigote refinado.
Vestía con una camisa blanca que la sujeta con un cinturón negros, unos pantalones negros ajustados y unas botas oscuras. También llevaba un sombrero mosquetero negro y unos guantes negro, además de una capa larga morada que le llegaba hasta los tobillos.
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Ryuki: El aprendiz de Oden
FanficEste fic trata de un joven oni que Oden tomó como su aprendiz, enseñándole a luchar, a vivir y a disfrutar de la vida. Pero Oden ha muerto y lady Toki le envía al pasado, un año antes del inicio de la historia original. Ryuki deberá viajar por el m...