Déjalo salir

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¿Debería tocar la puerta o aprovechar que nadie lo puede ver para entrar por la ventana de su habitación?

Ya había amanecido en Japón, por lo que Shinso no perdió el tiempo y fue a visitar a aquel rubio que ponía su mundo de cabeza

Ahora mismo se encontraba frente a su casa, con su sombrero puesto, pensando en cuál sería la mejor forma de entrar. Quizá si lo hacía por la ventana sería muy irrespetuoso de su parte. Pero qué tal si al golpear la puerta, sea su padre quien lo atienda, estaba más que seguro que le preguntaría quién era y cómo conocía a su hijo, y ¿Qué se supone que le respondería?

"Hola mucho gusto, soy un ángel de la muerte que trató de asesinar a su hijo hace un par de semanas"

Si, que creíble que suena.

Tras varios minutos finalmente optó por la opción más fácil, un poco invasiva, pero la más fácil.

Entrar por la ventana.

-Hola Denki... -saludó una vez en la habitación, dirigiéndose al bulto en medio de las cobijas de la cama.

-¿Shinso? -Se oyó una voz cansada y adormilada -¿Qué haces aquí?

-Vine a ver cómo estabas -Se acercó a la cama -Ayer no tuvimos mucho tiempo para hablar.

-Perdona, no tenía idea que Bakugo vendría.

-No te preocupes, yo tampoco avise que iba a venir.

Kaminari no se movía, simplemente se mantenía bajo las cobijas ocultando su rostro sonrojado del ángel.
Él no quería que lo viera en esa situación tan vergonzosa¿Cómo explicarlo? Realmente era un tema muy complicado para sí mismo.

-Shinso... -dijo finalmente el rubio -Te importaría bajar a la cocina y esperarme ahí mientras me alisto.

-Oh... Perdona, creo que fui muy invasivo, pero ¿No está tu padre?

-No, él estará de viaje toda la semana, no te preocupes por eso.

Tras decir eso, Shinso se despidió asintiendo su cabeza y salió de ahí, siguiendo las instrucciones del rubio.

Kaminari si se sentía avergonzado, pensar que Shinso vio todo el desastre de la habitación que habían causado ambos rubios, todas sus prendas que usó el día anterior esparcido por el suelo, incluso su ropa interior que se encontraba en una esquina del cuarto. Ese escenario sólo causó que el recién despertado se ruborice más de lo que ya estaba y se cubra la cara con ambas manos.

Resignado, se sentó lentamente a la orilla de su cama, sintiendo una punzada en la parte baja de la espalda, lo que causó que vuelva a desplomarse sobre sus cobijas.

-Tú causaste esto... ¡Enfréntalo! -Se dijo a sí mismo antes de juntar todas sus fuerzas y levantarse de la cama.

Miró su cuerpo desnudo en el espejo que tenía en frente y nuevamente a vergüenza llegó a invadirlo.

"Eres increíble Denki" pensó con decepción, mientras buscaba las prendas perfectas para cubrir todos los chupetones, rasguños y marcas que su acompañante había dejado la noche anterior. No iba a permitir que Shinso viera todo eso, no estaba listo para afrontarlo.

-Lamento si te hice esperar -dijo el rubio mientras terminaba de bajar lentamente las escaleras, tratando de ocultar el dolor que cada paso le hacía sentir.

-¿Oye estás bien? -preguntó el ángel al percatarse de la dificultad que tenía su contrario para caminar.

-Si, no te preocupes, sólo se me durmió un pie.

Kaminari ofreció a Shinso prepararle el desayuno y aunque este se negó varias veces, ambos terminaron tomando una taza de café mientras conversaban.

-Creí que no te gustaba el café, por ser amargo -comentó el pelimorado un tanto confundido al ver que Denki ya se servía su segunda taza.

Después de la muerte ||Shinkami||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora