Culpa

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—¡Kiri! Espérame...

—Apresúrate Shinso, llegaremos tarde.

El pasillo era enorme, grandes paredes blancas con estampados dorados, el piso de mármol decorado con algunos pétalos que seguro cayeron de los árboles de cerezo plantados al rededor de ese pasillo.

Shinso no sabía exactamente a dónde se dirigían, sólo seguía al pelirrojo a quien pronto perdió de vista.

—¿Kiri?— preguntó confundido, mientras aumentaba la velocidad de sus pasos —¿Kiri? ¡Kirishima ¿Dónde te metiste?!

Por más que buscaba no podía encontrarlo, ¿qué tan rápido habría corrido para dejar a su amigo atrás?

De pronto una figura apareció en medio del gran pasillo, no se veía claramente su rostro pero si se distinguía su brillante cabello rubio.

—Él se fue...—habló la figura —Yo te lo quité, nunca más lo volverás a ver...

La risa malvada de ese joven inundó todo el lugar, el eco que producían aquellos pasillos, hizo que Shinso se cubra los oídos y no pudo contener algunos gritos de agonía.

Las paredes cambiaban su color a un gris oscuro y sin vida, los árboles de cerezo se marichataban uno por uno y el piso de mármol se convertía en una madera húmeda y mohosa.

—¡Idiota! ¡Deja de arruinarlo todo! ¡Devuélveme a Kirishima!

.

.

.

—¡Argh!— Shinso se sentó rápidamente. Estaba sudando y su respiración era muy agitada.

—Al fin despertaste— Esa voz... La horrible voz de la figura que había arruinado su sueño.

—Tu...—En un movimiento rápido el ángel se quiso abalanzar sobre Kaminari pero sólo tropezó ya que se encontraba atado—¡Desgraciado! ¡Yo te mataré con mis propias manos!

—No creas que soy un tonto, no te desataré para que lo hagas.

—Infeliz.

—¿Tienes idea de dónde estás?

—Claro, es tu habitación— En ese momento Shinso se dió cuenta de lo que dijo y desvío la mirada.

—¿Cómo sabes eso?

¿Cómo se supone que saldría de esta situación? No puede simplemente decirle que por los últimos 20 años lo vió crecer sin que él se diera cuenta. No podía exponer su identidad de ángel de la muerte.
Y de hacerlo...¿Le creería?

—¡Oye! Te estoy preguntando

Silencio.

—Ya que no quieres hablar, supongo que tampoco querrás esto— Kaminari mostró un sombrero negro y también un pin que tenía la forma de un par de alas.

Esas eran sus alas y su sombrero, sin los cuales el ángel no sería muy distinto a un ser humano común.

—¡Devuélveme eso!— forcejeó.

—No hasta que respondas mis preguntas— Denki ya no se veía tan serio ahora parecía que lo estaba tomando como un juego.

—¿Te parece divertido todo esto, mocoso?

—Si fuera una competencia, estaría ganando... Entonces sí, me parece divertido.

—¡Suéltame y devuélveme mis cosas!

—No te soltaré hasta que respondas mis preguntas con la verdad.

Silencio.

—Tengo tarea— habló de pronto el mortal —Cuando quieras hablar me avisas, mientras tanto seguirás atado.

Después de la muerte ||Shinkami||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora