Emerald: El Héroe De Las Sombras

Mocoso Problemático

Izuku estaba muriendo de los nervios.

Había accedido a venir porque quería ayudar, y realmente esperaba que no fuera una trampa para atraparlo. Había estado activo por 3 meses y 4 días, más o menos, más que suficiente tiempo para que se hayan hastiado de él, ¡El también lo estaría! No podía culparlos.

Pero de ser ese el caso, no podía permitirse ser atrapado. Llamarían a su madre, estaría preocupada, molesta, lo odiaría, realmente no lo sabía pero sabía que no lo dejarían hacer lo que estaba haciendo, no podía permitirse que eso pasara... alguno adolescentes se metían en drogas, alcohol... el seguía con sus jugos de caja y nunca iba a contaminar su cuerpo ni cerebro, no podría ayudar a nadie si no estaba en todos sus sentidos... pero aún así...

Ser Emerald era su droga... ¡aún si no estaba cómodo al tener un nombre!... ser Emerald, las emociones que le daban al hacer lo que hace, era indescriptible, lo amaba. ¡Dejarlo seria como si lo pusieran en abstinencia!... A parte de su madre... ser Emerald era lo único que lo distraía de la idea del suicidio, y realmente no ayudaba que se lo recordarán todos los días cada 5 minutos por casi 10 horas solo con descansos de fin de semana.

Por lo que si se trataba de una trampa, haría todo lo posible para escapar.

Por ese mismo motivo había llegado lo antes posible al lugar de encuentro. Estaba dando vueltas de un lado a otro y si no se detenía pronto dejaría una zanja en el techo.

Era el mismo edificio que la última vez, 5 pisos de alto, un callejón de ambos lados, del lado derecho un edificio un piso más alto a unos 3 metros de distancia, útil para llegar pero malo para salir, del lado izquierdo un edificio solo un poco más bajo, a unos 2 metros una buena ruta de escape pero dejará de ser útil 4 edificios después, y, la única forma de llegar, ignorando los techos, era desde el interior del edificio.

Estaba usando las gafas con detector de calor de Mei que había tomado prestadas. El se las había pedido y tenia una larga lista de excusas por si preguntaba el para qué, pero la chica ni siquiera había volteado y ya le había dicho que si, realmente no estaba seguro si sabía que era lo que había tomado.

Eran las 2:00, la hora de encuentro, y pudo escuchar a un auto llegar abajo por lo que se asomó por la orilla del edificio. Era un auto normal color gris oscuro, y de el salió un hombre alto, pelo negro, de traje, también salió Eraserhead.

Guardó las gafas, no se iba a arriesgar a perderlas, y se dispuso a esperar.

Solo fueron como 3 minutos pero se sintieron como 3 horas la espera y estaba por arrepentirse e irse cuando la puerta se abrió dejando entrar al tipo con saco y a Eraserhead. El le había avisado que vendría un amigo suyo que es detective, el principal en el caso que va a ayudar.

Eraserhead realmente no estaba muy sorprendido de que al llegar el niño ya estuviera ahí, pero una duda surgió en su mente, ¿y los padres del niño? Probablemente no sabían que era lo que hacía en las noches considerando que su razón para no querer ser atrapado era que le dirían a su madre.

El detective, por otro lado, estaba profundamente curioso por saber más sobre el chico, cosas buenas, después de todo lo único que sabía era el color de sus ojos, su nombre clave, que no quería vivir, y no olvidemos su gran y aterradora inteligencia, precisión, al analizar las habilidades y los quirks de una persona.

- ¿Emerald? - llamó recibiendo la atención del nombrado. - Un gusto conocerte, soy el detective Tsukauchi Naomasa. - se presentó con una pequeña reverencia.

- E-emerald... supongo. - murmuró incómodo. ¿Era tarde para salir corriendo? Probablemente.

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