CAPITULO 16

582 36 12
                                    

La mayoría de los personajes le pertenencen a Stephanie Meyer, algunos son de mi autoría


 ATREVERSE


 

 

De pronto unos golpes en lo que Isabella supuso la planta baja de la casa llamaron su atención, Eleazar se apresuro a salir cuando, un instante después,  comenzó a entrar lentamente caminando hacia atrás, seguido por Morgan que   -con guantes en sus manos- apuntaba con una daga antigua y finísima justo en el cuello al hombre, escoltada por  Esme y Augusta quienes con sus manos extendidas mantenían lo que parecía una especie de campo de fuerza alrededor de su cuerpo, lo que le impedía a Eleazar mover los brazos y manos.

- Por fin nos vemos las caras

- Corrección Sr. Volturi, por fin usted me ve la cara, yo a usted y a su. . . cara, - dijo Morgan mirándolo de arriba a  abajo con un gesto de repugnancia en el rostro- hace siglos que la estoy viendo

- Lo imagino, centurias y centurias en esta tierra,  debo haberme cruzado contigo alguna vez Bruja, - contesto Eleazar remarcando la palabra bruja con un tono despectivo, la mujer le era vagamente familiar, debía recordar donde la había visto-  una de las tantas en tanto tiempo...

-Oh, sí una de las tantas, solo que cometió el error de no prestar más atención - dijo Morgan mirándolo intensamente, dejando que su energía fluyera, inundando la mente de Eleazar con los acontecimientos de los días anteriores de la muerte de Lynnet

- ¡Los ojos, tú eras la niña del día de la caza! — exclamo  perdido en las imágenes que pasaban ante él

- Si, demasiado insignificante para que te fijaras en ella

Cuando las imágenes lo liberaron Eleazar trato de bajar la vista, necesitaba ver la daga

-  ¿Esto es lo que quieres ver? - dijo levantando la daga ante su vista — si, es tu daga, la misma daga con la que le quitaste la vida a Lynnet.

-¡Suéltame, maldita seas tú y todas, malditaaaaas!- gritaba una descontrolada Enya mientras era conducida al interior de la habitación por Muriel y Patrice, mientras Allana trataba de imponer sobre ella el campo de contención

- Maldita mujer, ¿acaso no puedes hacer nada bien? — le dijo Eleazar a Enya quien se fijo en Morgan y la daga con la que lo  apuntaba

- Mi amor, me tomaron por sorpresa. . .

Eleazar aprovecho la momentánea distracción que la llegada de Enya produjo para concentrar sus fuerzas y romper el campo que lo mantenía prisionero.  La fuerza descomunal que esto genero expulso a Morgan y a las demás en distintas direcciones, perdiendo de vista la daga

Isabella y Edward corrieron a socorrer a Morgan que parecía haber perdido el conocimiento, mientras las demás — al haberse roto la unión de energías-  habían caído en distintos lugares de la habitación

- Enya ¿por qué haces esto?- pregunto Isabella desde el suelo, mientras Eleazar tomaba su lugar al lado de Enya, mirando triunfantemente el cuerpo de la mujer en el piso

-¡Porque lo merecen! todas y cada una de ustedes, merecen perder sus poderes, sus privilegios, sobre todo tu, estúpida niña!  Años viendo como nuevas brujas eran sostenidas por su Aquelarre, como se congregaban en torno a ellas, siempre cuidándolas, protegiéndolas, todos, todos velaron por ellas, por ti, incluso yo misma tuve que hacerlo, mientras que a mí nadie me protegió, nadie cuido de mi como se debía

CUANDO NO TENGAS A NADIE CERCADonde viven las historias. Descúbrelo ahora