Capítulo 8

459 39 4
                                    

     La mayoría de los personajes le pertenencen a Stephanie Meyer, algunos son de mi autoría                                               


  ENTRENANDO


El parque que formaba parte del campus estaba extrañamente calmo, por lo general,  la hora del almuerzo era la de más ruido, todos los chicos aprovechando el descanso del medio día, salían a  tomar el sol cuando escasamente,  este se mostraba .  El día se presentaba  soleado augurando un otoño prometedor en lo referente a la presencia del astro rey.

Se encontraba sentada en unas de las mesas exteriores y no dejaba de mirar a un lado y otro buscando a Alice y Rose, ya deberían estar aquí, puesto que si su clase había terminado, la de sus amigas también.  No compartían todas las asignaturas, por ejemplo Isabella había tomado Historia de la Literatura Inglesa mientras que Alice estaba en Cálculo Avanzado junto a Rose.

Un fría brisa se coló de repente por su ropa, cerro rápidamente su abrigo y tomó sus libros contra su cuerpo, el viento amenazaba con hacer volar los apuntes que con tanto trabajo había logrado conseguir.

- ¡Hey Bella, aquí cariño!

Giró su cabeza hacia el lugar desde donde procedía la voz.

Alice la miraba sonriente desde un . . .¿columpio?

- ¿Qué demonios hace un columpio en la universidad? - pensó mientras se dirigía hacia el lugar donde su amiga se encontraba. 

Comenzó a caminar,  mientras Alice alzaba su brazo para saludarla pero, por más que caminaba no lograba acortar la distancia que las separaba.  Nerviosa  apuró el paso pero todo era inútil, cuanto más rápido caminaba, mas lejos se encontraba de Alice.

- ¡Vamos Bella no tenemos todo el día, quieres hacer el favor de apurarte!

Era Rose ahora quien la llamaba con su característico tono mandón, mientras se hamacaba rítmicamente

- ¿De dónde salió ese otro columpio?,  hace un momento no estaba ahí - dijo parándose en seco - algo no está bien aquí.

- Alice, Rose, ya dejen eso, vengan aquí, es tarde - grito Isabella tan fuerte como pudo, cada vez estaba más lejos

- No nos dejes Bella, ven con nosotras , ven por nosotras.

La brisa que había comenzado a soplar unos momentos atrás, se estaba convirtiendo en un viento helado, el sol que con tanta gracia brillaba fue rápidamente cubierto por sendas nubes grises.  Isabella comenzó a correr hacia sus amigas, tenían que salir de ahí, otra vez la sensación de calor la invadía y una especie de alarma sonaba en su cabeza, había peligro en ese lugar, debían irse.

-¡Corran, salgan de ahí, tienen que salir de ahí! - comenzó a gritar desesperada al tiempo que veía como una nube negra y extrañamente densa,  bajaba detrás de sus amigas.

- Aliceeeee, Rosalieeee . . .  - pero su voz se perdía en el viento, gruesas lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, mientras sentía su corazón salírsele del pecho al  correr  en forma desesperada,  sin poder llegar a ellas.

- Bella, Bella . . .  - sus amigas la llamaban sonrientes

-¡Nooo, no  por favor, vengan,  salgan de ahí, vengan conmigo! - gritaba mientras sentía como su cuerpo era sacudido por el vendaval que se había desatado.

- ¡Bella, Bella, Bella. . . despierta!  ¡Isabella!

Abrió de golpe los ojos para encontrarse con la mirada verde de un hombre quien la sostenía de sus brazos.  Estaba al borde de una gran cama, casi a punto de caerse de ella.

CUANDO NO TENGAS A NADIE CERCADonde viven las historias. Descúbrelo ahora