VIII

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Domingo 31, Enero 2016.

Luego de una cena tranquila y entre charlas de todo lo que debíamos hacer a primera hora de mañana, lunes, nos preparamos para dormir.

Estaba en la cama, ya tapada, mirando el celular, bajando a través de Instagram, dándole 'Me gusta' a varias publicaciones de gatitos o memes tontos, hasta que escuché un ruido en la ventana e inmediatamente volteé. Allí estaba Daiya. Me paré sintiendo la ausencia de las sábanas calientes y le abrí para que entrara.

Me volví a la cama y golpee mis sábanas llamando su atención para que venga conmigo. Grande fue mi sorpresa al verla cojear de una pata.

-Daiya, ¿Qué tienes?- Iba a tocar su patita pero me arañó.

-¡Ay!- Chillé alejándome de ella -Solo quería ver que tenías- Susurré sobando mi mano viendo que sangraba -Genial, ahora las dos tenemos una herida que sanar. ¡Chicos! ¡Tenemos un herido!... O dos- Ambos compañeros de piso llegaron a la habitación, y luego de explicarles lo sucedido Kazutora vendó mi mano y Chifuyu se encargó de examinar a Daiya ya que era con quien más apego tenía.

-No parece ser una herida profunda, al parecer solo le provoca molestia- Dijo el pelicorto haciéndole unos mimos a la gata -Pueden ser producto de una pelea con algún otro gato- Explicó.

-Es toda una guerrera- Kazutora le iba a dar unas caricias, pero Daiya le siseo, asustando al rubio -Esta bien, tranquila- Dijo alejándose para sentarse a mi lado.

Miré a Tora por unos momentos notando su cabello sumamente oscuro.

-Tienes que teñirte pronto, ya tienes las raíces muy oscuras- Dije tomando uno de sus mechones teñidos.

-Estoy esperando a que quieras ayudarme con eso- Hacía ya un tiempo le ayudaba a teñir su cabello por cuestiones de ahorrar tiempo y producto.

-Mañana podríamos- Le dije.

-Bien, ahora a dormir- Dijo Chifuyu metiéndose en la conversación.

-Bien- Dijimos ambos de mala gana y cada uno se fue a su cama.

~~~

Lunes 1, Febrero 2016.

-¡¡Disuko!!- Me llamó Tora desde la parte delantera del local de mascotas -Trajeron más flores para ti- Me tendió el ramo de rosas negras.

-Cámbialas por las de la semana pasada que ya están marchitas- Dijo Chifuyu mientras llevaba unas cajas a la bodega. Miré el ramo y esta vez tenía algo escrito en la tarjeta.

"¡Buen comienzo de semana y mes!"

Leí para mí misma.

-Gracias- Dije en un susurro.

-¿Dijiste algo?- El rubio me miraba desde atrás del mostrador. Negué.

-Nada, solo que tendré que cambiar el agua de las flores- Él asintió poco convencido con mi respuesta y siguió llenando una planilla.

Cambié el agua del jarrón y puse las flores nuevas. Al sacar las anteriores las olí, percatándome de que aun contenían su olor original, el cual me hizo marearme un poco.

-Disu, cúbreme un momento, tengo que hacer una llamada- Tora me habló al ver entrar un cliente. Asentí y me coloqué detrás del mostrador.

-Bienvenido, ¿Puedo ayudarlo en al- ¡Hanma!- Dije al reconocerlo.

-¡Ey!- Me saludó tranquilo, acercándose al mostrador para hablar -No sabía que esta era tu tienda de mascotas- Reí ante su comentario -Vaya ¿Qué te pasó en la mano?- Miré mi mano y me percate de que aún tenía el vendaje.

-Oh, una gata me arañó, pero no es nada, algo común en este trabajo- Dije lo último de forma divertida, sacándole una sonrisa.

-Es verdad- Me dio la razón -En fin, venía buscando alimento para peces-

-¿Te gustan los peces?- Dije mientras me ponía de puntillas para alcanzar el paquete que estaba en una repisa alta.

-No precisamente- Dijo soltando una risa nasal al verme intentar alcanzar el objeto -Le hago un favor a un amigo- Pude alcanzarlo y me dirige nuevamente con él- "Buen comienzo de semana" No sabía que tenías novio- Me percaté que estaba leyendo la tarjeta que venía con las rosas y di una risita por su suposición.

-No lo tengo- Dije -Alguien me ha estado mandando flores últimamente-

-¿Y no te molesta?- Alcé los hombros desinteresada.

-Es un detalle lindo, aunque no sepa de quienes vienen. Serían 6000¥- Dije viendo el precio de la comida, sacó su billetera y pagó.

-¿No te gustaría saber de quienes vienen?- Dijo haciendo referencia a las flores.

-Creo que le quitaría la gracia- Lo vi sonreír de lado, le entregué la bolsa y me despedí -¡Gracias por su compra!-

-Nos vemos- Alzó una mano, en forma de saludo, mientras caminaba fuera de la tienda.

-Ya volví- Avisó Kazutora volviendo con su celular en la mano.

18/04/22

Rosas Negras|| Hanma ShujiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora