Rosas Negras|| Hanma Shuji

III

Lunes 25, Enero 2016.

Di un fuerte bostezo cerrando la tienda de mascotas. La noche había caído rápido y ya habíamos cerrado.

Le di la llave a Chifuyu y procedí a soplar mis manos para calentarlas y meterlas en los bolsillos de mi chaqueta.

-Hacen 11°- Dijo Kazutora mirando su celular mientras en la otra mano cargaba una bolsa con las cosas para la cena.

-Quiero llegar y darme un baño caliente- Dije en un suspiro cuando un escalofrío me recorrió entera.

-Apenas llegue pondré a cocer el arroz- Aviso Fuyu ya que Tora llevaba el arroz en su bolsa.

Caminamos unas cuadras hasta llegar al depa compartido que teníamos. El pelicorto abrió la puerta y la cerró una vez los tres pasamos dentro.

-¡Que frío!- Chillé para ir a prender los radiadores del salón. -Me iré a duchar- Avisé y me metí al baño prendiendo el agua caliente.

Mientras me desvestía y soltaba mi corto cabello negro pude escuchar la música que solía poner Kazutora mientras cocinaba. Tarareé un poco al reconocer la canción.

Metí mi pie en el agua para medir la temperatura y me sumergí al sentirla perfecta.

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-¡Que rico está!- Chillé al darle el primer mordisco al onigiri que había hecho Kazutora.

-¡Ey! ¡Te me adelantaste!- Se quejó Chifuyu mientras colocaba una película para ver mientras cenábamos.

-Si no te apuras me los comeré todos- Dije y se apresuró a colocar play.

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-Aun sigo dándole vueltas a lo del ramo- Dije mientras estábamos en la habitación preparándonos para dormir. Kazutora se lavaba los dientes en el baño mientras Chifuyu se sacaba la camisa de trabajo para reemplazarla por una de pijama y yo cambiaba las sábanas de mi cama.

-¿Hablas de las rosas negras?- Asentí- ¿Será algún detalle de algún ex compañero de preparatoria?-

-Este no es uno de tus mangas shojo, Fuyu- Dije mirando la repisa llena de mangas que había en la habitación, apenándolo.

-Miau- Se escuchó un pequeño maullido desde la ventana. Ambos volteamos viendo a una gata con sus patitas delanteras apoyadas en el frío vidrio.

-¡Daiya!- Dije y me dirigí a la ventana -Esta helando ¿Por qué no viniste antes?- Hable mientras abría la ventana para que entrara y volví a cerrarla evitando que entre mucho frío.

-Pobrecita, ¿Pasaste mucho frío, preciosa?- Le hablo Chifuyu cuando la gata se acostó en su regazo buscando calor, él la comenzó a acariciar cerca de la barbilla, haciendo que suelte ronroneos.

Daiya era la gata de la señora del piso de abajo, ella salía mucho por las noches por lo cual no tenía apego físico y venía a dormir con nosotros. Era una gatita de color naranja, negro y blanco, o un gato calicó, con unos bellos ojos verdes.

-Bien, a dormir- Dijo Kazutora entrando a la habitación -Oh, la gata de la señora del segundo- Mencionó al darse cuenta de la presencia de alguien más en la habitación. -Hacía días no venía-

-Parece que a su dueña se le acabaron las vacaciones que pidió- Dije acariciándole la cabeza. -Al menos dormirá calentita aquí- Una vez nos dispusimos a dormir apagamos las luces y Daiya se metió en la cama de Fuyu.

-Descansen-

-Igualmente-

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Martes 26, Enero 2016

Tomaba mi café rumbo a la tienda de mascotas con Kazutora a mi lado. Nos teníamos que encargar de abrir ese día ya que Fuyu iría a hacer unos trámites para las vacunas antirrábica.

Apenas llegamos teníamos que hacer un chequeo de todos los animales y darles de comer. Kazutora se encarga de los perros y yo de los gatos, y entre los dos hacemos un buen equipo.

Los primeros clientes llegan y nos ponemos a trabajar. La mañana se hace corta y cuando me doy cuenta Chifuyu llega con el almuerzo. Hay días, como este, que compramos algo cerca y comemos en la tienda.

El día se pasa rápido, los clientes y el itinerario me mantienen ocupada. Estábamos preparándonos para cerrar y alguien entra apresurado a la tienda, un hombre agitado, de aspecto asustado, cabello negro con ojos azules.

-Disculpe, estamos por cerrar, ¿Qué se le ofrece?- Hablo detrás del mostrador mientras cuento el dinero recaudado de hoy.

-¿Takemichi?- Escucho la voz de Chifuyu a mis espaldas. Recuerdo ese nombre que fue parte de mi adolescencia, pero no logré descifrar quien era.

-Traigo un paquete para la señorita Baji- Miré al joven, parecía asustado. Tomé el paquete, que contiene varios sellos de "FRÁGIL" en todo su alrededor. Me dispongo a abrirlo bajo la mirada de ambos chicos.

-Otra rosa negra. Pero está en una cúpula de vidrio- Miré detenidamente el objeto, tenía un cable para conectarlo, lo hice inmediatamente al enchufe bajo el mostrador y se encendieron unas luces doradas decorándolo por dentro.

-¿Qué tienes que ver con esto Takemichi?- Interrogó Chifuyu asustando al otro.

-S-solo me enviaron a dejárselo, y-ya me voy- De forma torpe y apresurada salió del local. Yo seguía mirando el artefacto en mis manos, viendo como la luz contrastaba el color de la rosa negra de una forma hermosa.

01/04/22