VOLKER
-Mi señor, me ha llamado?
Una dulce voz me saca de mis pensamientos y miro hacia arriba. Adeline esta frente a mi con las manos detrás de su espalda, la pose sumisa no me engaña, es jodidamente inteligente.
Coloco con suavidad la copa de vino en la mesa al lado del sillón y recuesto mi cuerpo contra el .
-Si. -Mascullo cerrando los ojos y abriendo los muslos, invitandola a acercarse. Ella no duda y se sienta sobre mi regazo tenso.
Aun sin moverme, coloco su largo cabello sobre su hombro y coloco mi mano en su nuca, acunandola contra mi. Saboreo su dulce piel y muerdo delicadamente su carne. Adeline inmediatamente se tensa para luego relajarse, no sabe que esperar. Si brutalidad o tranquilidad a mi hora de tomarla. Espero a que mi cuerpo reaccione a su sangre y anatomía pero mi cuerpo simplemente no coopera, no hay reaccion alguna. Maldita sea. Me remuevo debajo de ella cuando gime suavemente y se aprieta contra mí inexistente exitacion. Cuando termino de alimentarme, abro los ojos y la miro. Una sonrisa se desliza sobre sus labios delicados.
-Lo noto muy tenso, mi señor. -Habla y sus manos se deslizan por los botones de mi camisa, abriéndole. Esta vez no la detengo. Necesito...
Adeline abre mi camisa y luego sus labios están sobre mi. Sobre mi cuello, luego sobre mi pecho y bajando más y más.
Maldigo mientras mis puños van a mis muslos. Los labios expertos de la vampiresa, labios expertos por cientos de años de provocar placer, no dan el efecto deseado en mi.
El sonido de mi cremallera me saca de mis pensamientos. La detengo ántes de humillarla y humillarme a mi mismo.
-Detente.
Sus grandes ojos me miran con lujuria.
-Puedo hacerlo sentir mejor, mi señor.
Su voz es ronca y necesitada. Cierro los ojos y me recuesto nuevamente.
Una puerta se abre y escucho su voz.
-Volker, problemas con repudiados.
Adeline se levanta y yo hago lo mismo, no sin antes levantar mi cremallera. Remi ha visto mas que esto de nosotros pero no tengo ánimos de una reprimienda de su parte por mi falta de decoro.
Me doy la vuelta poniendo mi camisa cuando lo veo y me sorprendo. Remi esta vestido con un traje de cuero y armado hasta los dientes. Arqueo una ceja en su dirección, esperando una explicación.
Se endereza.
Remi está viejo pero no pienso ponerle voz a mis pensamientos.
-Ire contigo. -Sin ningúna explicación, nada. Menos mal que soy el maldito Rey.
Sus palabras no admiten réplica y resoplo.
Aveces me pregunto quien da las órdenes aquí.
-Vamos.- Indicó cogiendo mis armas.
Cuando salimos del castillo hacia los caballos Remi me indica el lugar donde ellos se encuentran . Gruñó.
Silas.
Es una falta de respeto masacrar a los suyos frente a su lugar de descanso. Los repudiados no conocen el respeto ni la vida.
Cuando llego junto a Remi y varios de mis hombres al lago de Silas, me detengo abruptamente.
Mi mal humor se intensifica al ver la escena frente a mi.
Dos repudiados se encuentran aún de pie. Uno yace muerto en la hierva. Pero no es aquello lo que me saca de mis casillas. Tara, la vampiresa que siempre está con Mako está de lleno en una lucha con un repudiado de pelo cobrizo, él le lleva ventaja . No me muevo de mi caballo e indico a Alek que vaya en su ayuda. El guerrero no duda. Vuelvo mi vista hacia la cazadora.
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La Caricia Del Vampiro
VampireLa orden de Armin, una sociedad secreta dedicada a dar caza a los vampiros fuera de control, ha existido por décadas. Camille, es una cazadora. Atrapada en su deber sueña con una vida libre de vampiros . En su último encargo las cosas salen mal y...