VOLKER
Camille comienza a respirar lentamente y su cuerpo se relaja, sin embargo no la suelto.
Su aroma a rosas invade mis fosas nasales y me tenso cuando me doy cuenta de lo que he hecho.
Nuevamente.No debería estar aquí, consolandola cuando no hace muchos días atrás lo único que tenia en mente era acabar con ella. Acabar con su vida.
Una voz susurra en mi mente que eso no es del todo cierto pero decido ignorarla.
Supe en el momento que mis ojos se posaron en ella, que me traería problemas.
Maldita cazadora.
Camille murmura en sueños y lentamente la recuesto sobre la cama.
Su rostro magullado es lo primero que noto.
Su pómulo tiene un cardenal y esta inflamado.
Su bello rostro siempre parece estar marcado y yo, luego de siglos siento algo en mi pecho al recordar los mismos cardenales inflijidos por mi.
El día que la conocí la lastime y no me arrepentí en su momento, ahora casi lo hago.Jamás he le levantado la mano a una mujer y tampoco lo hice con ella, pero la lastime y una voz dentro de mi cabeza me susurra que es lo mismo.
Tal vez Remi tiene razón y aún queda algo de humanidad en mi , porque lo que estoy sintiendo en este momento se acerca bastante a la culpa. Al arrepentimiento.
Aun no confío en ella y creo que jamás lo haré.
Es demasiado manipuladora como para bajar la guardia en su presencia.
Yo no soy Remi ni Mako, quienes han caído rendidos bajo sus encantos.
No deja de ser una cazadora.
Y malditamente no debo olvidarlo.
Lentamente me doy la vuelta y me dirijo hacia la puerta, es entonces cuando escucho su quejido en sueños.
-Joder.-Mascullo y miro con paciencia hacia el techo antes de darme la vuelta.
Jodidamente no me dejara dormir.
Debería noquearla o Devolvérsela a Mako, pienso mientras mis ojos van hacia la cama.
Mi boca se abre y mi cuerpo se paraliza.
Camille se ha dado la vuelta, dejando nada a la imaginación.
Sus pequeños brazos rodean la almohada, como también lo hacen sus delgadas piernas.
Debería alejarme pero me acerco aun más y recorro su cuerpo con la mirada, porque joder...
Su redondeado trasero está a la vista. Solo para mí.
La camisa que le he dado se ha deslizado por el, mostrando gran parte de una mejilla pálida.
Aprieto los dientes porque malditamente quiero hincar mis colmillos en el.
Se ve suave y estoy seguro que se sentiría aun mucho mejor.
Inmediatmente me siento como un maldito pervertido por mis pensamientos y me acerco frustrado hacia ella.
Cojo la manta para cubrirla con ella, cuando la veo.
La manta queda olvidada en la cama y si, pese a que mi mente me grita que demonios estoy haciendo, acerco mi rostro a su trasero.
¡¡¿Como no he visto aquello en el lago, aquella noche que me alimente de ella?!!
Esta vez, los pensamientos pervertidos no tienen cavida aquí.
Porque camille tiene una enorme cicatriz en él y abro los ojos mirandola detenidamente.
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La Caricia Del Vampiro
VampireLa orden de Armin, una sociedad secreta dedicada a dar caza a los vampiros fuera de control, ha existido por décadas. Camille, es una cazadora. Atrapada en su deber sueña con una vida libre de vampiros . En su último encargo las cosas salen mal y...