Capitulo 2

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                            VOLKER

Camino de un lado al otro , en el jardín del castillo.
Mis botas se comen la tierra.

Remi a mi lado no dice nada pero no me pasa desapercibida su sonrisa burlona al ver el estado en el que me encuentro.

Cuando le he contado lo que ha pasado en el portal,  yo crei que gruñiria  en desagrado o incluso maldeceria y querria ir en su caza.

Pero no.

Lejos de hacer todo aquello, Remi se entusiasmo.

Esta entusiasmado por conocerla, más cuando la he contado que es prácticamente una niñata. Creo que Remi también necesita una mascota, su comportamiento no es normal.

- Creo que han demorado demasiado.-Indica Remi mirando hacia el bosque.

Asiento gruñendo.

Han pasadoas de diez horas desde que se han ido tras ella. Ya casi está por anochecer.

La ira quema mi pecho y gruño nuevamente.

Quiero matarla lentamente , la jodida es muy astuta.

Vuelvo mi vista hacia Remi.

Me sonríe con sus ojos y yo solo quiero atravesarlo con el filo de mi espada.

-No te entusiasmes demasiado. Esa mujer tiene las horas contadas.

Su sonrisa muere pero luego me mira a los ojos y su sonrisa burlona vuelve con más ganas.

-Lo haras después de que la atienda. Es más iré a prepararle una comida caliente.

Pongo los ojos en blanco cuando lo veo abandonar el jardín,  mentalmente por supuesto. Jamás me rebajaría a hacer algo tan infantil e inmaduro como aquello.

Mi cuerpo se tensa cuando escucho las fuertes pisadas provenientes del bosque.

Noto que no todos los hombres regrasan y mi ira se intensifica. La jodida no está con ellos.

Avanzo hacia ellos antes de que lleguen hasta mi.

-Donde demonios están los demás?-Grito en la cara de Alek.

El lejos de retroceder, estira la espalda y me mira.

-León, Vito y Mik se han negado a regresar sin ella,  sabes que viven para hacer tu voluntad.- masculla sin un toque de burla. Una maldita verdad. 

Lealtad Alek. No conoces el significado?
Maldito blandengue.

-No la han encontrado?-Miro a mis hombres sin poderlo creer. Son mis mejores guerreros.

¿Como es posible?

Escucho una risa proveniente de alguno de los hombres. Una maldita risa sin humor.

-Es malditamente rápida,  Volker.-Alek gruñe malhumorado. Odia perder una presa. Aunque en el fondo se que se alegra .

Repito, maldito blandengue.

Tiro mi cabeza hacia atrás y grito de pura frustración. Cuando vuelvo mi cabeza, mis hombres me miran.  Yo jamás pierdo los estribos. Jamás. Esa mujer en unas pocas horas ha sacado lo peor de mi.

Avanzo a paso decidido hacia el bosque, dejandolos atrás mientras gritan mi nombre.

Si quieres las cosas bien hechas....

Unos minutos después, me detengo frente al acantilado. Mi lengua se arrastra por mis labios sintiendo su sabor salado, cortesía de la humedad del agua.

La Caricia Del Vampiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora