Capitulo 3

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CAMI

Cuando abro los ojos,  lo primero que noto es el dolor que oprime mi cabeza.  Levanto la mano hacia la zona lastimada pero un sonido me detiene.
Abro mucho los ojos cuando miro hacia mi derecha . Mi mano esta sujeta a un grillete de hierro,  oxidado.
Hago otra mueca de dolor pero entonces lo veo.

Volker.

Esta a mi lado, sentado en un pequeño sofá,  su cabeza descansa en el respaldo y su largo cuerpo está relajado, mientras inspira y expira con suavidad.
Sus facciones duras y casi siniestras, están relajadas dándole un toque de dulzura a su rostro. Luce ridículo y fuera de lugar en aquel lugar,  su cuerpo es demasiado grande para el lugar que ocupa.

Trabajo en silencio, evitando despertarlo y cuando logro quitar mi mano del grillete, cortesía de un truco aprendido hace mucho,  Volker se mueve.

Lo observo mascullar algo en sueños, un idioma conocido. Las palabras, sin embargo son desconocidas para mí. Voker no se despierta y yo suspiro con alivio.

Me levanto con mucha suavidad de la cama y echo a nadar hacia la puerta.

El pasillo está oscuro y es largo, casi interminable. Cuadros decoran todas las paredes de ambos lados, cuadros antiguos, sus dibujos prácticamente se han perdido por el paso del tiempo.

Avanzo hasta que llego al final del pasillo, hacia una escalera inmensa.

Cuando llego al salón lo primero que noto es el fuego de la chimenea y me acerco a ella. El frío de este castillo terminara por matarme si no lo hace alguien más. Estoy perdida en mis pensamientos cuando lo siento.

Sonrío.

Remi.

Levanto mi mirada hacia él,  que avanza atraves de la puerta de la cocina.

Me regala una cálida sonrisa.

Se puede querer a una persona que has conocido hace horas ?

Pues si.

Remi es increíble.

-Y mi muchacho, aun esta vivo? -Masculla con  burla dejándose caer en el sillón detrás de mi. Me siento a su lado y le sonrio inocentemente.

-Ni se ha enterado que me he despertado.

Remi echa la cabeza hacia atrás riendo.

Sus ojos brillan de diversión.

-Muchacha, me has alegrado el día. Ojalá pudiera colarme en su habitación para verle la cara cuando despierte y no te vea donde te dejo.

Me acerco más a él y susurro con burla.

-Me ha atado a la cama,  pero me he liberado yo solíta. -Digo muy orgullosa de mi misma.

Me río entre dientes y Remi vuelve a reír con fuerza.

-Muchacha, te has ganado un paseo por la villa.-Remi se levanta y me tiende su mano. La duda me abarca.

-Estas seguro? Tal vez alguien....

Niega con la cabeza mientras avanza hacia una puerta.

-Entra y recomponete, Cami.

Entro en el pequeño baño y hago mis necesidades.  Mi grito ahogado llena el pequeño espacio cuando veo mi rostro y mi cuello. Mi sweater con escote en V deja a la vista los hematomas en mi cuello cortesía de Volker, asfixiandome.  Mi mejilla también está magullada pero lo que me saca una lagrima es la cicatriz que se que dejara el tajo de mi sien. Es profundo y largo. Tiene más de diez centímetros. Noto que un tipo de ungüento ha sido aplicado sobre él y le agradezco a Remi en silencio. Se ve bien cicatrizado a pesar de necesitar puntos. Ya han pasado muchas horas por lo cual ya no podrá ser suturado. Dejará una fea cicatriz, una más para la colección.

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