Señor Tomate

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Hacía algún tiempo ya que Rusia y México unieron sus vidas. Fue una ceremonia sencilla y una celebración que parecía una comida más, solo con la familia mexicana. Sus corazones estaban felices y su vida familiar llena de alegría. Pero no por ello era sencilla.

Estaban rumbo a ver una película. Se pusieron de acuerdo para ir con España y Azteca. Y acordaron dejara a Mirsa, de ya 2 años, en una miniguarderia del centro comercial.

México y España atosigaban a la pobre empleada que solo les escuchaba con una sonrisa.

Mex- ¿Si tiene plan de evacuación?

España- ¿Su botiquín esta completo?

Mex- ¿Desfibrilador?

Chica- Si, contamos con todos los protocolos y procedimientos. Pueden disfrutar de su película sin preocupaciones.

Mex- solo una pregunta más...

Rusia- Cielo...

Azteca- Hijo, déjalo. Lo intente por mucho tiempo con España. Cuando Mex cumplió dos años me rendí. Y se acabaron nuestras citas.

España- Solo queremos estar seguros.

Rusia- Mek, amor. No hay problema, podemos hacer otra cosa. Ya veremos la película cuando salga en dvd.

México ve a Rusia. Él siempre trata de complacerla.

Mex- Lo siento amor. Señorita, ¿ve a mi niña? [la alza a la altura de la mujer] es nuestra princesa. Cuídela bien.

Chica- Si, no se preocupe.- recibe a la niña en sus brazos.

Mex- Vamos amor. No llores mi pequeña, volveremos pronto.

Rusia- Meksika.

Mirsa- Adiós, diviéltanse.

Así los mayores se fueron al cine. La empleada coloca a la niña en un pequeño salón. Dentro otros niños ven televisión. Pronto se aburrió de "La revancha del pollito pio" y comenzó a moverse. Y es que la pequeña era inquieta. Pero también inteligente.

Sigilosamente abrió la puerta y espiando que no la vieran salió del lugar. [aunque las cuidadoras estabn demasiado ocupadas platicando].

Camino algunos pasos hasta que vio a alguien alto, casi como Rusia. Además vestía casi como él. Y así su mente unió las partes: si vestía como Rusia y era alto como Rusia pues...era Rusia. Corrió hacia el hombre colgándose de su pie.

URSS estaba hastiado. Tenía que ir de compras y eso era algo que le molestaba. Últimamente se sentía irritado casi todo el tiempo. El trabajo lo abrumaba demasiado. Pero también era otro el motivo de su humor. Sin Rusia ni Kazajistán a su alrededor se encontraba solo. A veces se preguntaba como estarán.

De pronto siente como algo le atrapa el pie. Al mirar hacia abajo ve a una pequeña con vestido de marinera. Lleva en su cabello negro un mono rojo.

URSS- (¿Qué demonios?)- levanta a la niña con una mano

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URSS- (¿Qué demonios?)- levanta a la niña con una mano. Ambos se miran. Mirsa se percata que no es Rusia, pero siente algo familiar en el hombre que le ve. Le sonríe.

URSS mira hacia los lados. Si alguien hubiera perdido a un bebe estaría preocupado, pero todos estaban tranquilos en lo suyo.

URSS- Am...¿Privet?

Mirsa- Abrazo.- extiende sus pequeñas manos.

URSS-Si, sí. ven [ la carga] (¿Y ahora qué hago? ¿Debería llevarla a objetos perdidos?) – al ver la cara seria del hombre Mirsa lleva una mano a su mejilla sonriendo. Ha visto como México hace ese gesto con Rusia cada que le ve preocupado.

Por un momento el hombre rojo se sorprende, luego sonríe.

URSS- ¿Me acompañas a comprar?

La pequeña asiente.

URSS- Vamos entonces. Si alguien te busca pues te anunciaran el los parlantes.

Comienzan a recorrer las tiendas.

URSS- ¿Qué opinas, negro o azul?- le muestra unas camisas.

Mirsa ladea la cabeza.

Mirsa- ¡Verde!- asiente sonriendo.

URSS- Tienes razón. Verde será mejor.

Mientras el hombre ve las corbatas la niña toma unos lentes y se los prueba haciendo morritos.

URSS- (Es tan tierna)

Han pasado algunos minutos. La pequeña da un bostezo. Intenta mantenerse despierta. Sonriendo cálidamente le hombre la carga.

URSS- (Creo que ya es mucho para ti.) ¿Qué hare contigo?- cae una pequeña estampa identificadora.

URSS- ¿Hum? "Mirsa" lindo nombre. Guardería el caballito feliz. Qué manera de cuidar a una niña.

El hombre rojo se detiene enfrente a la guardería.

Chica- ¿Puedo ayudarlo?

URSS- Creo que yo les ayudare a ustedes.- muestra a la niña, dormida.

Chica- (¡¿Ha?! ¡Es la niña de esa mujer!) ¿Cómo? ¿Dónde? ¡Gracias, gracias!

URSS- No me agradezcan. Esta niña pudo haber sufrido algún accidente por su descuido. ¿Debería hacer algo con este establecimiento?

Chica- (¡Hiii! Es igual que esa mujer!) Lo sentimos, lo sentimos.

Mirsa- No peleen. Fue mi culpa. No peleen.- adormilada al niña se talla los ojos. luego pone ojos de arrepentimiento.

La mirada de la niña arrepentida le derrite el corazón.

URSS- N—o peleamos. Tranquila, no hare nada. Ustedes, pongan más atención.

Chica- Sí.

URSS- Cuídate Mirsa. Espero que tus padres te cuiden bien, zarevna.

Mirsa- ¡Adios señol!- sacude su mano.

El hombre rojo se da la vuelta.

La chica aún sigue con la niña en la entrada del lugar.

Mex- ¡Mi bebe!

Mirsa- Mami México, Мать Rusia- casi salta a los brazos de Rusia.

Mex- (Mi hija me ignora) Yo te hable primero.

Rusia-¿Te divertiste?

Mirsa- Chi. Fui de complas con el señol tomate.

Mex- ¿Señor tomate?

Mirsa- Hum, era alto como Мать Rusia y...

Chica- Seguro es un amigo imaginario, vi que jugaba a la compra. Jijiji.

Rusia- oh, era eso. Jugaremos en casa, ¿está bien?

Mirsa- Chi.

Mex- ¿Si vamos a comer primero?

Mirsa- ¡Comida, comida!

España/Azteca- (Son iguales)

Mex- ¿Y tu moño? Ya lo perdiste. Te compraremos otro.

Mirsa- Comida, señol tomate.

Rusia- (Señor tomate, que curioso nombre para un amigo) zarevna, ¿Qué quieres comer?

Ya en su vehículo URSS lleva la mano a la bolsa. Saca un mono rojo.

URSS- Fue un placer conocerte Mirsa.- vuelve a guardar el moño.

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