Capítulo 14

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Advertencia: contenido +18








Castiel aún se siente descolocado por las acciones de su marido, nunca se comportó así, jadea sorprendido cuando el rubio empieza a desabrochar sus pantalones, bajando la bragueta y luego abriendo las solapas del pantalón, acariciando su miembro por encima del bóxer.

Jadea más fuerte cuando muerde suavemente su cuello mientras sigue acariciando.

Todo es nuevo, se siente tan expuesto, tan indefenso ante Dean, se siente más nervioso aun cuando Dean lo mira desde arriba, los ojos del rubio brillan en lujuria cuando lo ven.

Una parte de su mente le traiciona, diciendo que su marido no sabe cómo es su cuerpo, que se arrepentiría de esto, siente los nervios alojarse en lo más profundo de él.

Tiene miedo de hacer algo y arruinar todo este avance.

-¿Por qué no dices nada? -escucha el susurro del mayor, el aliento del mayor contra su mejilla-siento que te estoy obligado-Cas intenta quitar la mirada-mírame por favor.

-L-lo siento... Es... Esto es nuevo.

Y lo es, es nuevo, muy nuevo, el sexo para Castiel hasta ahora, solo se basa en girarse en la cama y dejar que Dean lo penetre agarrando fuertemente sus caderas hasta que logré correrse dentro.

Pero esto... Esto es distinto, lo siente distinto.

Dean por su lado está encantado, absorto en las nuevas sensaciones que siente, acaricia la cintura de Castiel antes de subir sus manos mientras sigue besando y lamiendo su cuello, está casi ronroneando en la zona de la clavícula del menor, siempre le gustó su olor, y ahora está aspirando con fuerza.

Le quita los pantalones, luego de quitarle la camisa.

Cas suelto un jadeo de sorpresa cuando siente un hormigueó correr por su columna al sentir las manos del rubio bajar su bóxer.

Dean sigue concentrado en su trabajo de llenar de cardenales el cuello de su esposo, succionando la sensible piel.

Cas puede ver como Dean se para de la cama y se quita su ropa a velocidad, casi arrancándose los pantalones.

El cuerpo del rubio le gusta, debe aceptar eso... Como debe aceptar que esa fue una de las razones por las que fue tras él en su cumpleaños, bailándole y besándolo consciente de lo ebrio que estaba el mayor... Dean no lo rechazo y acabaron escondidos en la cochera de su casa.

Funcionó y le encantó eso.

Jack no estaba en los planes, pero lo uso, lo uso para atrapar al rubio y no cedió a cancelar la boda cuando este se lo pidió.

Es bajo y lo sabe, por eso nunca se había quejado con sus padres por los golpes que había recibido, muy en el fondo pensaba que se lo tenía merecido por usar a su hijo...

-Cas...-escuchó la voz del mayor, sacándolo se sus pensamientos-te... Te quiero y esto, esto es porque quiero hacerlo, no me importa si tenemos o no tenemos un hijo... Esto es lo que deseo, te deseó.

Castiel lo sigue mirando, sus ojos verdes parecer arder en deseo al mencionar cada palabra y no tiene ni idea de que hacer.

-¿Tú también lo deseas?

Siguiendo sus impulsos asiente levantando un poco su cuerpo de la cama porque desea besarlo.

Dean parece querer lo mismo, por que termina de acortar la distancia y coloca sus labios sobre los suyos, volviéndolo a besar, con más deseo, con más profundidad.

Siente las manos de su marido bajar por su espalda hasta su trasero, agarrando cada nalga en sus manos apretando las para luego abrirlas, colando un dedo entre ellas hasta llegar a su entrada, rodeando el borde con su dígito, sintiendo como poco a poco la zona se va humedeciendo.

Mío - DestielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora