Capítulo 1: Isla Koumi

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Narrador 

—¡Emergencia! Patrulla 503 llamando a la oficina principal. —habló el detective Takagi por la radio, un hombre de tez morena, ojos negro y cabello castaño oscuro.

—Patrulla 503, fuera. —le contestaron.

—Hemos visto a los delincuentes del secuestro en un automóvil grande, corriendo de la calle Sotobari a la Gyoki. —volvió a hablar Takagi.

—¡Entendido! Por favor declare el automóvil y el número de placa sospechoso y la apariencia de los sospechosos, fuera.

—Es un automóvil negro, Shinzuku 500, patente, número SA-3255 y apariencia de los sospechosos… —lo dudó unos segundos antes de continuar. —Justo como Lupin y Fujiko.

—Patrulla 503, corte el paso.

—Imposible cortar el paso. —respondió Takagi, con un pequeño temblor en su voz.

A su lado, iba conduciendo Sato, la mujer que había cautivado su corazón, cabello corto negro, al igual que sus ojos.

—Patrulla 503 llamando a la oficina central. —repitió Takagi. —Se devuelven del camino de Gyoki y van a media pista.

—¿Patrulla 503 se puede cortar esa mierda? Fuera. —le preguntaron.

—¿Eh? —soltó sorprendido por el vocabulario. —Le dije que no se… —no logró terminar al sentir como Sato cambiaba a la vía de la derecha en un rápido movimiento. —Sato-san. —la llamó algo asustado. —Por favor maneje cuidadosamente. —sugirió el policía.

—¿No necesitas ponerte en contacto con la oficina? —le preguntó desviando la conversación.

—Si. —respondió, volviendo a la radio. —Patrulla 503 llamando a la oficina, sospechoso girando a la derecha en la carretera harumi.

—Como se atreve a llevar una máscara de Lupin para robar, ¡Nunca lo perdonaré! —murmuró molesta Sato acelerando.

Cerca de allí, dos niños miraban historietas donde había una persecución, justo cuando escucharon el escándalo afuera de la tienda.

—¡Detén tu coche ahora! —se escuchaba.

Ambos niños salieron viendo por un segundo esa asombrosa persecución.

—¿Qué está sucediendo? —preguntó uno de ellos.

—¡Es genial! —le respondió el otro.

—¡Detén tu auto ahora! —volvió a afirmar Takagi desde la bocina. —Te lo repetí tres veces. De ninguna manera puede escapar. ¡Detén tu auto ahora! —habló de nuevo, esta vez al lado del coche, que no duró mucho tiempo al ser golpeado.

—Que arrogante. —dijo Sato divertida, al haber sido sacada de la vía. —Pagarás ojo por ojo. —comentó volviendo a la marcha, asustando aún más al pobre Takagi.

Gracias a los buenos dotes de manejo de Sato lo alcanzaron rápidamente, a pesar de los trucos de esos escurridizos ladrones, antes que se dieran cuenta corrían frente a frente, en una batalla de quien frenara primero y definitivamente Sato no iba a ser la primera. El auto de los criminales se volcó, dando por fin a Sato y Takagi la oportunidad de arrestarlos.

—¿Por qué robar usando máscaras de cómics? —preguntó molesta Sato, al usar de esa forma a su primer amor.

—Isla Koumi… —logró murmurar el conductor.

—¿Isla Koumi? —repitió Sato confundida.

—¿Es la razón por la que robaron para pasar unas vacaciones en esa isla? —concluyó Takagi.

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