Capítulo 7: Luz de luna

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Hola amigos, disculpen la tardanza y por si lo dudan, no hoy no tengo exámenes

Les tengo buenas y malas noticias.

La mala son que estoy enferma y así me es difícil el concentrarme

La buena es que estoy por terminar una de las películas

Y eso no lleva a otra mala, debido a que estoy enferma estoy falta de imaginación 😔😔, pero volveré

Disfruten y nos vemos en la próxima

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Shiho 

Mouri-san nos fue a dejar en el hospedaje o más bien fuimos nosotros quienes lo llevamos, estaba tan borracho que era molesto.

—Los mocosos no deberían estar despiertos a esta hora. —rió de forma burlona.

Rodé los ojos como fastidio ante su risa estrepitosa y burlona.

—Tío, silencio. —lo callo Kudo incómodo. —Podrías despertar a alguien. 

—¿Y a quién voy a despertar, eh? —le preguntó de forma burlesca y una mirada desafiante.

—Tal vez a toda la casa, padre. —nos recibió Ran-san con una sonrisa, pero se veía claramente la molestia.

Tal vez todos los notaron, pero Mouri-san está tan borracho que no se daba cuenta de nada.

—He, Ran. —la llamó alegre tratando de acercarse balanceándose inevitablemente. —¿Viniste a la fiesta? —volvió a reír de forma desarrollada.

—Papá. —murmuré enojada, se veía claramente una vena palpitar en su frente. —Vete a dormir y deja el escándalo, si alguno de los niños se despierta te juro que te meteré bajo el agua. —reprochó jalando su oreja, mientras esté se quejaba. —Conan-kun, Ai-chan vayan a dormir.

—Si. —respondieron al unísono sin darse cuenta, viendo a la chica desaparecer con su padre que lloriqueaba sin parar.

—Estoy agotado. —soltó un largo suspiró Sherlock.

—Con solo ver a Mouri-san de esa forma siento que mi alma se aleja de mi cuerpo. —respondí monótonamente.

—Oí, oí. —dijo llamando mi atención. —Será mejor que se quede porque me sentiré muy mal si te vas.

—¿Te sentirías solo sin mi? —pregunté con diversión acercando su rostro lentamente al del niño.

—Por favor cariño, deja de molestarme. —susurró con las mejillas al rojo vivo tratando de apartarme sin éxito alguno.

—¿Por qué? —volví a preguntar con burla entrelazando mis dedos tras su nuca. —¿Acaso te molestó? —dije dejando un mohín en mis labios.

Ni yo misma sabía que quería con esto, pero no me molestaba para nada.

—Rayos, Shiho me provocaras un ataque un día de estos. —se quejó tratando de ocultar fatalmente el rojo de su rostro.

Lo mire extrañada, ¿Qué querrá decir con eso?

Mina

Abrí los ojos sintiéndome somnoliento, un viejo como ya sentía los estragos de la edad. Sentía la garganta reseca como si me hubiera tragado un erizó de mar.

Jolly RogerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora