Capítulo 37

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Nuevos prospectos

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Nuevos prospectos

Zoe

No puedo describir la enorme felicidad que siento al ver como Daniel no para de reir mientras Seth le da vueltas, haciéndolo reír.

- Más alto, ¡estoy volando! - dice mi hijo con sus manos abiertas hacia los lados.

Sonrió, en verdad lo hago al contemplar esta imagen, al pensar en un futuro, uno que gustaría, pero que existen un gran impedimento que podría dañarlo todo.

Nunca creí que podría volver a sentir amor, que llegaría otro hombre a mi vida además de Daniel y Alek, que conseguiría avanzar después de lo ocurrido.

Toda esta situación, el aceptar a Seth, que mi hermano lo aceptara tras el pasado, tras mi dolor fue un giro bastante impresionante, uno que debo agradecerle de tantas formas a Evolet, a mi cuñada.

Aun puedo recordar cuando recien llego, lo mucho que ayudó a esta familia pequeña, a esta familia que rompió, y que en algún momento una persona más vino a quebrar los pedazos.

La muerte de mis padres fue duro, bastante debería decir, en ese entonces se que sin mi hermano no hubiese podido seguir, sin la ayuda de Alek, de cómo asumió un papel muy temprano fue lo que me permitió ver el mundo de otra, pero aun así no fue suficiente para esa llegada, ese personaje desastroso que solo me dejo de todo el dolor algo bueno, demasiado diria yo.

- ¡mami!, ¡mami mira! - me pequeño hijo, mi tesoro, quien mas adoro en este muestra una sonrisa justo antes de que Seth lo deje en el piso para así susurrarle algo en su oído y este salir corriendo.

Arrugo mi entrecejo ante tal huida, para luego sentir unas manos rodeando mi cintura, permitiendo sentir un cuerpo, un fuerte pecho pegado a mi espalda.

- ¿en qué piensas princesa? - escucho la voz de Seth en mi oído, consiguiendo que su aliento logre erizar la piel de mi cuello.

Giro mi rostro un poco, lo suficiente para conectar nuestras miradas, lo suficiente para dejar un beso en sus labios, uno lento, uno jugoso, en el que nuestras lenguas exploran lo que más pueden, intentan conquistar todo el territorio mientras nuestros cuerpos suben su temperatura.

- solo estaba admirando la vista - susurro al separar nuestras bocas, al abrir nuestros ojos, sabiendo detectar ese brillo de deseo en sus pupilas.

- ¿estabas pensando en lo que te dije? - trago saliva.

- yo... - él suspira antes de girar mi cuerpo, quedando nuestros rostros de frente, todo esto sin soltar mi cintura.

- no te presiono princesa, entiendo tu tiempo, y sabré entender tu respuesta - lo se, y eso es lo que más me asusta.

Seth llegó en un momento de imprevisto, sin esperarse, sin buscarlo, tanto así que consiguió desequilibrar todo mi mundo, algo que mi mate no logro hacerlo, o bueno, si lo hizo pero todo para destruirlo en cuestión de segundos.

Mi BonitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora