Capitulo 45

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Sanar y Soltar

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Sanar y Soltar.

Alek

Nunca creí imaginar que la felicidad podía venir con tan solo admirar el mundo, mi mundo, aquel que me llena de tanta felicidad, aquel que viene incluido con un precioso cabello rojo, uno que es tan tiernamente adorable que con tan solo una palabra tiene a mi lobo y a mi a sus pies.

La sonrisa que presencio por parte de mi bonita, quien le realiza una trenza a Clio, preparándola para estar en el agua, es francamente una de las imágenes que quiero conservar, que me gustaría no avanzar, conservar esto para toda mi vida.

- ¿mami el agua eta muy honda? - cuestiona mi pequeñita mientras mueve sus deditos entre si.

- tal ves un poco, pero no hay porque preocuparte...

- porque papi y mami me sostendrán - completa Clio, causando que mi le de un beso en su cabeza, dándole la total razón a sus palabras.

Debo decir que al principio de esta mañana no pensaba que mis planes serian venir a un lago con mis dos mujeres, a pasar un rato juntos, pero las dos personas que tengo en frente ya tenían otra cosa en mente.

- ya quedaste - anuncia mi bonita, provocando que la pequeña comience a dar giros sin poder ocultar la felicidad.

Pasan unos cuantos segundos antes de que Clio pare en su sitio para correr en mi dirección soltando una palabra que quiero que jamás se le olvide le su vida.

- papi mira como toy de linda - grita antes de abrir sus brazos y ser recibida por los míos un momento antes de que alce su pequeño cuerpo y la tenga realizando un pushero de felicidad.

- luces preciosa pequeñita - ella sonríe con orgullo.

- ¿Cómo mami? - cuestiona al parpadear lentamente mostrándome unos gestos que tienen a mi hermana detrás de todo.

"cuando crezca no debemos dejarla cerca de Zoe" espeta mi lobo.

" o podríamos amenazar de muerte a todo aquel que se le ocurra mirarla con malas intenciones" respondo con una sonrisa.

"esa puede ser una mejor opción, de seguro Maccon nos ayudaría, a mostrado un gran cariño por Clio"  

- justo como ella - respondo a la pregunta de mi pequeñita para así darle un beso en su frente, uno que la hace sonreír de una forma que pareciera que esta dulce niña proviniera del vientre de mi bonita.

Pronto los pasos de mi bonita se escuchan, justo unos segundos antes de tener su tierna presencia con nosotros, una que al contemplar la coleta alta con la cual tiene amarrado su cabello, solo causa que quiera besar cada una de las pecas que posee su rostro.

Sin soltar a Clio muevo mi mano izquierda rápido para atrapar la cintura de mi mate, quien al sentir el tacto de las yemas de mis dedos con su piel fría y descubierta por el traje de baño, causa un encantador estremecimiento, uno que deja sus mejillas con un color rojo intenso.

Mi BonitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora