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Había amanecido, ante los ojos de Min ese día sería perfecto.

Se duchó y prosiguió a cerrar bien su puerta. No quería que alguien más se entera de su verdadero ser sin que ella lo quiera.

Se vistió con lo de siempre, su uniforme, y bajo corriendo las escaleras al notar que se le hacía tarde.

Al llegar, todas habían escogido su labor para el resto del año, solo había puesto en uno en donde nadie más se había querido unir.

" Club de jardinería "

En ese, debían cuidar el jardín del ala superior izquierda.

Las hermanas estudiantes no se habían querido tomar esa labor, porque decían que el becario encargado de ese club era demasiado estricto.

Nadie nunca le había visto completo, algunas decían que tenía una voz hermosa, por las veces en las que hacian las prácticas de confesatorio, más jamás habían visto su cara entera.



[🦋]



Subió con los elementos que había encontrado en las nota de materiales para cada club.

El escrito era simple, con una letra muy organizada y bonita.

ଘ Club de jardinería ଓ

Ala superior izquierda.

- Pala pequeña.
- Balde proporcionado.
- Semillas de rosa.
- Semillas de girasol.
- Semillas de clavel.
- Guantes de jardinería.
- Tijeras de jardín.
- 2 macetas pequeñas.
- Rociador.
- Abono.

Al llegar a la puerta de madera, tocó dos veces y escucho una voz distante decirle que pasara.

—¿Hola? _pregunto YoonJi con sociego al entrar y no encontrar al portador de la voz que la invitó a pasar.

Entró, dejó todo lo que había traído en una mesita. Quedando desconcertada al ver que ya alguien había traído exactamente lo mismo que ella.

Pero, ¿no que nadie había elegido el mismo club?.

Eso la desconcertada aún más.

—¿Jin, eres tu? _dijo saliendo del almacén un alto y lindo chico, con unas macetas que casi no lo dejaban ver_ Te ayudo. _dijo YoonJi acercándose  y ayudándolo a poner las macetas a un lado.

— Oh, ya veo, eres YoonJi, la hermana nueva. _aclaró el lindo extraño_ Mira, ¿donde he dejado mis modales?. Soy Jeon JungKook, es un placer. _hizo una reverencia hacia las bajita.

—Min YoonJi _devolvió la reverencia, claro de una forma mucho más sexi, dejando su cara bastante cerca de su pantalón debido al poco espacio_ El placer es mio. _levantó la cabeza viendo al ahora sonrojado chico.

— Bueno, supongo que vienes al club de jardinería, ¿no es así? _intentó cambiar el tema, lograndolo de inmediato.

– Si, traje todo lo que estaba en la lista. _exclamó orgullosa "la" pelinegra.

— Eso es bueno. _se dio la vuelta y tomó una  pala y un par de guantes_ Manos a la obra.


[🦋]


La tarde había transcurrido normal, eso sin contar la obvia insinuación de YoonJi hacia su mayor.

¡Por dios!, ese chico era divino.

Le hablaba de una forma tan sublime, tan cercana, como nunca antes nadie le había hablado, de una forma, tan natural.

Le contaba sobre la naturaleza, su amor por lo natural.

En un momento se sintió realmente incomoda, pues este le habló de forma penetrante, diciéndole que amaba ver la realidad de las personas, saber todo de ellas, explorar sus seres, conocerse de verdad.

Más al instante cambiaron de tema.

Se acercaba el ocaso, pronto debía irse, más, cuando intentaba guardar una de las bolsas de semillas en el estante superior del almacén, esta se vino encima de ella, logrando sacarle un gritito de susto.

Gracias a cristo que el estaba ahí, subió bien la bolsa y le dijo.

—Vamos YoonJi. Quiero saber todo de ti. Muéstrame tu verdad.


[🦋]

Gracias por leer ♥️

El Convento - YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora