Las palabras simplemente no querían salir de su boca, se resistían a hacerlo. Pasaban mil veces por su cabeza y aun así no era capaz de decirlas.
—Contesta HoSeok —demandó imponente el padre Namjoon, con el ceño fruncido y notoria ira en su mirada.
—¿Pero, que quiere que le diga? —cínico y valiente se alzó ante el padre, su padre— La respuesta a su interrogatorio es más que simple.
Me enamoré.
Despertó agitado. Completamente sudado y tembloroso, y de paso despertó a Ji, "la" cual dormía plácidamente a su lado.
—¿HoSeok, te encuentras bien?. —indagó en un susurro alarmada.
— Solo abrázame —dijo esto y la tomó entre sus brazos, como si su vida dependiera de ello, como si al soltarla cayera en un abismo.
Y fue lo más sincero que había sentido en su vida.
—Pero... —le miró de forma preocupada —¿Qué has soñado?.
—Yo... —se retractó— no estoy seguro.
—Esta bien. —decidió Yoon mejor dejarlo hasta ahí, y disfrutar de los pocos minutos que quedaban antes de que tuviera que escabullirse de nuevo a su cuarto.
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La tarde estaba transcurriendo de una manera muy, ¿como decirlo?, problemática.
Sus "pecados" le habían citado en el observatorio del convento. Y no haya la excusa para zafarse ellos, eran muy guapos pero muy intensos, y aunque su corazón le perteneciera a Hoseok, ella no dejaría pasar la oportunidad de un buen "rato" con alguno de ellos.
Sus problemas parecían multiplicarse, porque las notas que había recibido de parte de cada uno de ellos, concordaba más que con el lugar, sino que también lo hacía con la hora.
No los había visto en todo el día y ahora debía planear algo para evitar una guerra en medio del convento.
Su suerte no era la mejor de todas, las monjas la habían mantenido ocupada todo el tiempo , así que debía poner la cara, ser responsable y rezar a Dios por su estabilidad, física y también mental.
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Al llegar sintió como su corazón se detenía poco a poco: JiMin, Jin, JungKook y HoSeok se encontraban ahí, mirándose de manera confundida pero apacible, después de todo eran compañeros, eran amigos.
—Oh, YoonJi. Qué bueno que llegaste. –dijo Jin de manera incomoda al notar la presencia de sus compañeros y de paso amigos, con los cuales ya había hablado y ya sabían que la que los había citado era Yoonji más ninguno se había atrevido a decir el porqué, además que ninguno lo sabía.
— Te estamos esperando. —siguió el hilo de la conversación Kook.
—Para que nos querías aquí a todos? —preguntó de manera desconfiada e inocente HoSeok a él cual le temblaban las manos, y su pecho se contraía ante un mal presentimiento.
Mientras tanto JiMin solo les miraba desde el fondo, con ojos brillantes, claramente expectante más abstenido a hablar e involucrarse en eso.
—Yo... —intentó decir YoonJi_ No los cité aquí, fueron ustedes los que me citaron a mi. —se defendió.
El aire se volvió más pesado, cada vez más denso, como si su fin se acercara de manera discreta.
— ¿Pero de que estas hablando?. No hemos escrito ni hecho nada YoonJi —dijo JiMin, por fin.
Vaya, su voz se oía realmente sería.
— En las notas que nos dejaste decías que tenías que nos decirnos algo importante. _dijo Jin.
— Yo no sé de qué estan hablando. No tendría que decirles nada. —aclaró extrañada YoonJi.
Después de eso se escuchó una risa un tanto macabra y melancólica, sus miradas se posaron en el.
—Vamos Yoon, diles de tu juego, después de todo, ellos lo son.
Maldita sea, quien faltaba. Tae
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Gracias por el su atención, espero que les haya gustado el capítulo de hoy, besos ♥️
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El Convento - Yoonseok
AcakMin YoonGi haría cualquier cosa por su hermana, cualquier cosa. Pero. ¿Que tan lejos podría llegar esto?. Respuesta: a un convento. YoonGi se hará pasar por su hermana mayor. YoonJi, para que esta no tenga que entrar a esta especie de reformatorio...