Después de aquella plática con mi mamá la tarde fue un poco aburrida, por el simple hecho de que no hacía nada más que pensar en la
Un día después
Desperté después de oír un sonido algo ruidoso, cuando se considera de una olla y una cuchara chocando como si fuesen enemigos. Y sí, era mi madre, me había hecho acordarme de Mushu, el dragón de Mulan. Pero si los vamos a comparar mi madre era un poco más irritante. Una música muy baja se oía en la sala, pero de repente el volumen subió tanto que en mi habitación el sonido era insoportable.
—Isabel —siento a mi madre gritar.
Mi madre cuando quería podía ser peor que un adolescente.
—Voy —contesté al notar tanta insistencia.
Me levanté de mi cama y bajé a la cocina donde se encontraba mi madre contando aún más alto que las mismas bocinas que de por si era irritante.
—Hija, —me abrazó fuertemente. —Ya mañana es la boda —me recordó mi madre, mi memoria no era la mejor, más bien creo que mi celebro tiene un virus que borra la mayor parte de la información guardada allí.
—¿Qué harás hoy? —preguntó mi madre muy emocionada.
—Mamá déjalo todo en mis manos —respondí mientras una idea muy rara cruzaba mi cabeza, una de esas ideas que mi madre querría que pasaran más a menudo por mi cabeza.
—Está bien hija, como quieras —respondió mi madre y siguió preparando el desayuno.
Subí las escaleras y entré a mi cuarto. Tomé toda mi ropa y la tiré encima de mi cama. Me vestí decentemente como siempre, pero con mi mejor ropa. Me peiné mi largo y maltratado pelo castaño. Bajé las escaleras y entré a la cocina nuevamente.
—¿A dónde irás hija? —preguntó mi madre al notar mi presencia.
—Es una sorpresa —comenté mientras tomaba un sorbo de leche y una mordida de pan. —Nos vemos mamá.
—Toma hija este dinero es para que te pongas reluciente, lo estaba ahorrando para una ocasión especial y creo que es el momento, —me detuvo mi madre antes de salir y me entregó una tarjeta de crédito.
—Gracias mamá —me giré y la abracé.
Salí de la casa.
Primera parada spa
Tomé un taxi y me llevó a uno de los mejores spa de toda la ciudad, el cual aller había ido y saqué un turno de restauración general. Miré hacia arriba, era un edificio enorme con muchos pisos muy bien decorados.
—¿Qué deseas joven? —pregunta una mujer rubia con un cuerpo perfecto, piel muy cuidada y ojos azul cielo.
Metí mi mano en el pequeño bolso que había llevado y saqué el boleto el cual me daba acceso al spa y se lo entregué.
—Perfecto —me dijo mientras tocaba mi pelo y hacía una mueca de desagrado. —Hoy serás una nueva chica ¿Cuál es tu nombre?
—Isabel
—Isabel perfecto hoy saldrás como nueva y me encargaré de que sea así.
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El amor de la Serpiente ¿QUIÉN ES? (Saga EADLS)
RomancePrimer libro de la saga EADLS libro 1 y 2 Tras su primer día de instituto, Isabel tiene un terrible accidente con la novia del chico más popular del instituto. Por cuenta del mismo le ponen el nombre de "La serpiente". ...