—Isabel —grita mi madre o más bien parecía un grito de guerra. —Isabel... —insistió una y otra vez.
Me pasé la mano por la cara para poder despertar ya que parecía un zombi. Tomé mi celular un la mano, me di cuenta de porqué el alboroto de mi madre, era el día de ir para la boda.
Siento mi puerta dar un fuerte golpe contra la pared. —Es hora hija —indicó mi madre mientras quitaba mi suave y cálida sábana de encima. —Tenemos que prepararte para el viaje, es muy largo.
—¿Mas o menos cuanto tiempo? —pregunté dudosa.
—¿10 horas de vuelo? —respondió mi madre de manera inmediata.
Madre mía, 10 horas encerrada con los dos Titanes, es algo riesgoso y más por la propuesta que me habían hecho, no sabía de lo que eran capaces, bueno un poco si los conocía.
—La invitación decía que debes estar a las 10:30 am en la casa de Abran, —mi madre dijo un poco agitada después de mirar el reloj y darse cuenta que solo faltaban 20 minutos. —Vamos hija de pie, ya casi es hora.
Me puse de pie y entré al baño. —No te demores hija —indicó mi madre apresurándome.
Después de unos minutos salí del baño y mi madre tenía todo un desastre masivo encima de mi cama.
—¿Qué haces mamá? —pregunté confundida al notar que tenía toda mi ropa encima de la cama.
—Toma ponte esto —extendió su mano con un gorro de invierno, una camisa de color rojo y un short de color negro.
—¿Así quieres que valla a la boda? —pregunté mientras hacia una mueca de desagrado —¿Tu no eras la que quería llamar la atención?
Golpeó su frente con la palma de su mano para tenerme paciencia. —Hija, como se ve que no entiendes nada. El vestido y tu pelo serán exclusivamente para la boda y si nadie lo ve llamaras más la atención ¿Entiendes?
Entendía el punto de mi madre si escondía mi nuevo estilo llamaré más la atención.
—¡Ah mira! Se me había olvidado. Toma esta peluca para que la pongas por debajo del gorro así no te parecerás tanto a una ladrona. —Me entregó la peluca.
La peluca se parecía mucho al que era mi cabello, castaño maltratado, eran casi exactos. Me vestí rápidamente y salí del baño.
Mi madre tomó mi brazo y me dio una vuelta. —Ahora si te pareces a la antigua Isabel, estas lista. Bajamos las escaleras y una vez abajo miré el móvil, solo faltaban 5 minutos. —Esta es tu maleta yo la preparé personalmente —me entregó la maleta.
Tomé la maleta y le di un beso de despedida. —Nos vemos mamá —me despedí.
—Nos vemos hija, que la pases increíble. —dijo mi madre con lágrimas en los ojos de la emoción.
Me dirigí a la casa de Abran y cuando iba casi llegando, me di cuenta que la reja del parqueo se estaba abriendo y una lujosa limosina salía.
—Vamos Serpi —gritó Abran al notar mi presencia.
Me apresuré hasta llegar a la limosina y el chofer me abrió la puerta.
—¿Podría entregarme su maleta señorita? —pregunta educadamente el chofer.
Me monté, miré a mi alrededor, yo iba sentada al lado de Abran y Héctor se encontraba al frente de nosotros. La limosina era tan grande que tenía un cristal para dividir la parte del chofer del resto.
—El chofer no oye nada de lo que nosotros hablamos —dijo Héctor al notar que tenia la vista en el cristal.
Pasé las manos por mis piernas para controlar los nervios, pero los nervios son tan traicioneros que se me escapó un suspiro de tención.
—Relájate Serpi —comentó Abran mientras tomaba mi mano. —No tienes de que preocuparte, aquí no pasara nada que tu no desees —aclaró con una voz provocadora.
Tragué en seco, la tención que tenia era tan densa que se podía ver por encima de mi piel.
—Señor Abran, ya hemos llegado al aeropuerto —anuncia el chofer.
El aeropuerto no era muy lejano, por suerte llegamos rápidamente y en el momento justo. En cuanto el chofer abrió la puerta salí rápidamente.
—Oh señorita —dijo el chofer sorprendido al ver mi desespero por bajarme.
Abran y Héctor se bajaron y cada cual tomó sus maletas. Entramos al aeropuerto, era enorme con letreros brillantes por doquier y con muchísima gente.
—Vengan es por aquí —señala Abran guiándonos.
—¿Y nuestros pasaportes? —pregunté confundida —¿Creo que es por allí donde hay que entregarlos? —apunté hacia un lugar que decía entrega de vuelos.
Abran soltó una pequeña carcajada y ninguno de los dos le dieron importancia a mi comentario así que no me quedó más remedio que seguirlos sin hablar. Cruzamos por una enorme puerta que llevaba a la pista de vuelos y un guardia nos detuvo antes de pasar. Pero antes de que el guardia nos pudiera hacer alguna pregunta Abran le enseñó una pequeña tarjeta que llevaba en el bolsillo de su chaqueta de cuero negra y se hizo a un lado.
—¿Qué fue eso? —pregunté confundida, no había entendido nada.
—Éste es el avión que nos llevará hacia nuestro lujoso hotel —extendió su mano señalando al lujoso avión privado.
Tragué en seco. —Madre mía yo con mis dos Titanes en un avión nosotros solos, ésto se puede poner...
¿Qué creen que pasará en ese viaje de 10 largas horas?
¿Se imaginan encerrad@s en un avión con la o él chico que les gusta?
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El amor de la Serpiente ¿QUIÉN ES? (Saga EADLS)
RomancePrimer libro de la saga EADLS libro 1 y 2 Tras su primer día de instituto, Isabel tiene un terrible accidente con la novia del chico más popular del instituto. Por cuenta del mismo le ponen el nombre de "La serpiente". ...