Capitulo 15: Animales.

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Elba no me ha dirigido la palabra en toda la mañana, hemos estado en la playa desde muy temprano.

Verla en traje de baño me fascina.

Cuando corre, sus pechos suben y bajan haciendo que yo la siga con la mirada, quiero besarlas.

Cada que cruzamos miradas, frunce el ceño y pone los ojos en blanco.

Yo todavía estoy en estado de shock porque me dijo que tiene sentimientos por mi pero eso no quiere decir que no me den ganas de amarrarla cuando me mira así.

¿Amarrarla por una mirada irrespetuosa? Mmmm.

—Oigan, vengo en un momento— digo a los chicos que están jugando cartas, veo a Elba que en la orilla de la playa le toma fotos a Adelaide.

Me he esforzado para tomarle fotos sin que nadie se dé cuenta.

Camino hacia dónde están las pequeñas tiendas y pido un trago.

¿Qué hacen los italianos para confesarse a las chicas que les gustan?

Pienso al escuchar a una pareja de italianos hablar con un camarero, él señor que me atendió anteriormente me habla, por suerte, lo hace en inglés.

—Por tu cara se puede deducir que...¿Estas pasando por una ruptura o estás buscando pareja?

Me sorprendo ¿Como logró deducir eso solo con mi expresión?

—Vine de viaje con unos amigos y la chica que me gusta, no encuentro la manera de confesarme.

—¿Ella tiene alguna idea de que te gusta?

Pienso un poco en nuestra "relación".

Es más que obvio que he hecho cosas para tratar de conquistar su lindo corazón pero ella se lo tomó a que la estoy confundiendo porque mis actos le gustaban pero yo me paraba a mitad de camino para no asustarla por ir tan apresurado, que estúpido fui.

—Si tiene una idea pero está confundida por ciertas acciones mías— respondo y el hombre mueve su cabeza de un lado a otro, negando.

—Si hay algo que les gusta a las mujeres es sentirse seguras con un hombre, demuéstrale que vas en serio con ella ¿Y qué mejor lugar para hacer una demostración de amor que en mi bella Italia?

—Tiene razón pero no conozco bien el lugar ¿Qué podría hacer?

—Tengo muchas ideas que podrían servirte— dice mientras busca lápiz y papel, empieza a dibujar.

Sé al instante que me quiere ayudar, este señor es como un ángel guardián en este momento.

***

—¿Por qué tardaste tanto? ¿Estabas buscando una novia italiana sin mi?— pregunta Brant cuando me siento en la arena, Elba está sentada en una silla con los ojos cerrados pero abrió uno cuando lo escuchó decir eso.

¿Celos? Wow tendré que acostumbrarme a esto.

—No, solo me entretuve hablando con el bartender— respondo, ella me mira recelosa y yo le sonrío, paso mi lengua por la comisura de mis labios para luego mirar hacia otro lado con expresión seria.

Ya he vivido muchos años de celos cuando he visto a chicos hablando con Elba o simplemente cuando la ven, ella ha pasado pocos días de que tiene sentimientos por mi y un solo comentario la pone celosa, esto me encanta.

—Oigan ¿Y si vamos a almorzar? Luego podemos caminar un rato y después irnos al hotel a arreglarnos— dice Regina tranquilamente.

—Si, vamos a comer— responde Edwin.

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