Anorexia ; Trueno

Capítulo 13

Narra Mateo

La jornada transcurrió entre batallas y rimas. Cualquier persona sensata habría notado de que estaba de malhumor, por ende, los chicos no me dirigían la palabra. De reojo podía ver a Luz nerviosa, moviendo su pie de arriba a abajo, y mordiéndose las uñas, como hacía siempre antes de competir. En el fondo no sabía el porqué, después de todo el público la amaba, y su freestyle era increíble, con un punchline y un flow hipnotizante. 

Vestía un top y pantalón ancho blanco, con una especie de buzo lo suficiente corto como para que sus costillas prominentes se notasen. Estaba muy delgada, y el público ya se había dado cuenta, todos en realidad, a excepción de ella. 

Cuando fue mi turno, pude distraerme de todo lo que me estaba ocurriendo, y descargarme rapeando. Tras una replica, me terminé llevando la batalla. La siguiente fue la de Sub vs Luli.

Apenas se levantó de donde estaba sentada, un montón de personas le empezaron a gritar cosas como "te amo", "dale luli", "te como toda la boca", entre algunos otros fuera de lugar que sólo hicieron empeorar mi estado de ánimo.

Toda la situación me estaba pasando por encima. Había ido a las charlas psicoeducativas, pero una cosa era escuchar la teoría, y otra muy distinta era llevarlo a la práctica. Sabía que esto iba a ser difícil, pero nunca creí que tanto. Tenía que hacer que Luz hiciera todas las comidas, y sinceramente era agotador estar encima de ella todo el tiempo. Lo más simple se convertía en todo un reto, y sabía que no lo hacía apropósito, que era la enfermedad, pero muchas veces me costaba ser paciente y terminaba siendo muy duro con ella. Por suerte todo esto duraría aproximadamente dos días, hasta llegar de nuevo a Buenos Aires y que los terapeutas se encargaran de continuar el tratamiento. Aún así, no podía evitar sentirme mal. No logré que hiciera todas las comidas, y por ende, no asistiría a las próximas jornadas por mi culpa, o así lo veía yo. 

Los gritos del público me sobresaltaron, festejando una rima de Luz que descolocó a Sub. Estaba dando un minutazo, y me lo estaba perdiendo por pensar en todo el tema de las comidas y el tratamiento. Sabía que no era mi obligación encargarme de eso, pero también sabía que si yo no lo proponía, ella directamente se hubiera quedado en Buenos Aires sintiéndose miserable. No quería que el trastorno le sacara más cosas, más momentos irrecuperables. 

Me dispuse a prestarle atención a la batalla, lo que no me costó al escucharla rapear. Pero algo en su aspecto físico me llamó la atención, quizás la observaba demasiado, pero estaba más pálida de lo usual. Su minuto terminó y comenzó el de Sub, comenzando con una energía que hizo saltar a todo el público. Ella estaba de espaldas a él, dirigiéndose a la mesa donde se encontraba el DJ. Trató de camuflarlo, pero desde mi posición se podía ver claramente como se sostenía a esta, respirando con dificultad. Noté que nunca llevaba una botella de agua cuando traía tops, un día me confesó que era porque si bebía se sentiría hinchada e insegura frente a todos los demás.

—Luz.— llamé en voz alta, sobre el beat, lo suficientemente fuerte como para que sólo ella y los competidores más cercanos pudieran escucharme. 

Volteó a verme, pareciendo tener dificultades para enfocar mi cara, hasta que medianamente se rescató y se acercó con disimulado cuidado al caminar.

—¿Te sentís bien? —pregunté, extendiéndole mi botella de agua, pero ella se limitó a asentir y regalarme una sonrisa en un intento de reconfortarme.

—Sí, sí, sólo me quedé pensando en una rima.— me mintió, forzando una risa, y alejando levemente la botella de sí misma.

—Tomá.— insistí abriéndole la botella y extendiéndosela demandante.  

—Yo...— hizo ademán de irse, comenzando a retroceder. Sabía que su intención era dirigirse al centro del escenario, a sabiendas de que hasta ahí yo ya no podría ir sin llamar la atención del público.