Capítulo 1

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Narra Mateo

Observé a Luz nuevamente. Se encontraba en el colectivo riéndose junto a Cacha y Zaina de una anécdota que habían contado.

Se veía muy feliz, como siempre. Riendo, bromeando, jugando, sonriendo, eso era Luz, simplemente brillante y espontánea.

Hace meses que la conocía, ya que este año había entrado a la fms Argentina, reemplazando a Sub y Nacho. Rápidamente fue querida por el público, no por ser mujer ni menor de edad, si no porque poseía un flow extremo y alto ingenio. De vez en cuando leía en instagram cómo las mateistas y lulitas nos shippeaban.

Desvié la mirada al escuchar como Mks me hablaba de esta nueva jornada.

-Y por eso siento una fuerza de los astros que me dice que esta vez ganaré.- sonrió triunfante.

-¿Después de perder cuatro fechas seguidas? -enarqué una ceja divertido.

Este sólo se limitó a rodar los ojos.

-Ya verás.- espetó.- Eu Luli.- llamó a Luz, provocando que esta se volteara rápidamente, con su piluso negro.- Te aplastaré.- apretó el puño desafiante.

Luli negó divertida.

-Estas hablando con la campeona consecutiva.- corrió su pelo con fingida arrogancia. Y es que era verdad, hasta ahora ibamos cuatro jornadas, y a las cuatro las había ganado posicionandose en la tabla de puntaje más alto. A Mks definitivamente le costaría.

Era malditamente buena. Nunca tiraba personales, pero sus punchline eran totalmente acertados, llegando al punto de ser hirientes si te descuidabas.

Según sabía, las batallas le habían interesado hace poco, por lo que nunca la habíamos visto competir.

Había muchos memes comparandonos también. Yo siempre parecía totalmente relajado en una batalla, mientras que en su caso, los nervios eran totalmente visibles, hasta el punto de no poder dejar de morderse las uñas. Todo esto era raro, ya que poseía un talento natural y mucha práctica, pero aún así se estresaba.

No solíamos hablar mucho, pero las pocas veces que lo hacíamos nos llevábamos muy bien.

Las conversaciones en el colectivo siguieron hasta que llegamos al hotel. En unas horas nos reuniríamos en un restaurante para almorzar.

Cada uno se sentó en una de las sillas, entre conversaciones y risas. Tras tomarnos la orden, pude ver como Luli, quien se sentaba delante mío comenzaba a morderse las uñas, como hacía justo antes de cada jornada.

Zaina le dijo algo, pero ella pareció no haberlo escuchado.

-¡Luz! -volvió a llamar, hasta que se sobresaltó.

-Me asustaste tonto.- suspiró, ahora mirándolo.- ¿Qué pasa?

-Estabamos hablando de ir todos al parque despues de comer, ¿vos vas?

-Eh... sí, sí.

Y las conversaciones transcurrieron, yo me limitaba a reírme de las bromas de Papo y soltar algunos comentarios, pero Luz, por primera vez permanecía callada.

Nuestras miradas se unieron en un momento, provocando que me de una sonrisa un tanto forzada.

-¿Que onda truenito? -me saludó sonriente.- ¿Preparado para la jornada?

-Siempre.- me reí, un tanto sorprendido de que me haya hablado.- Aunque me da igual el resultado.- confesé, encogiendome de hombros. Ella asintió en respuesta.

-Eu, ¿viste la cantidad de memes en insta? -soltó de la nada, acomodandose mejor en su asiento.

-Sí boluda, te re descansan con ponerte nerviosa.

-Te juro.- se rió.- Es que encima yo me digo, bueno, esta vez voy a estar relajada.- actúa con exageración.- ¡Pero no! No se que onda.

Yo me reí en respuesta.

-Y capaz que tenes que distraerte un poco antes, tipo ponerte a jugar con el celu y cuando digan tu nombre entrar en blanco y que salga lo que salga.

-Parece que te funciona.- sonrió, formandose pequeños hoyuelos que la hacían ver aún más tierna.

Cabe aclarar que Luz tiene un año menos que yo, pero parece mucho menor, en especial porque le saco como una cabeza y media.

-Obvio.- le guiñé un ojo.

Pero su sonrisa rápidamente se esfumó al ver los platos que el mesero traía. Era raro, en especial porque en general las personas suelen sonreír al verlos, ya que la espera suele ser larga.

Su mirada se mantenía fija en la ensalada cesar que tenía delante, para rápidamente observarme a mí, sorprendiendome viendola.

-Y...- tardó unos pequeños milisegundos buscando un tema de conversación.- ¿Cómo anda tu hermanito?

-Tranqui.- dije mordiendo mi hamburguesa.- Está más grande.- sonreí, recordandolo.

Ella comenzó a revolver su ensalada con movimientos levemente mecánicos, que si no hubiera estado lo suficientemente cerca capaz ni lo notaba.

-¿Y Peligro? -siguió preguntando, tras beber de su agua.

-Na, él sigue igual de molesto.- bromeé, haciendola reír.- ¿Qué onda tus hermanas?

Al parecer ella tenía tres, y era la menor de todas.

-Dos en la uni, y otra en la secundaria.- sonrió con nostalgia.- Las extraño mucho.- bajó su mirada, cortando el pollo en distintos tamaños.

Caí en cuenta que hasta ahora no había dado ni un solo bocado.

-¿No te gusta? -pregunté con curiosidad.

-¿Mis hermanas? -respondió confundida.

-No, tonta.- me reí.- Tu ensalada.

Ella asintió varias veces con su cabeza.

-Sí, sí, sólo que no tengo mucha hambre, desayuné hace poco.- se excusó apoyándose en su asiento.

Seguimos conversando, yo ya había terminado, mientras que ella se limitaba a beber de su botella.

Aquella fue la primera vez que noté que no había comido nada en todo el día. Y lastimosamente, no sería la última.


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N/A

Primer cap ❤️
Diganme qué les parece alshakdb, acepto cualquier consejo u observación.

Anorexia ; TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora