Capitulo XI

39 21 0
                                    

Capitulo XI

Clara

Sábado, sí, el dichoso sábado, hoy tengo que acompañar a Lucy a la boda de quién sabe quién. Ayer me mandó un vestido muy lindo, es rosa, mi color favorito.

Me estoy maquillando un poco para darle luz a mi rostro sin alma, seguro la boda es de gente muy rica, de lo contrario Lucy no se hubiera esmerado tanto en la búsqueda del vestido.
Bueno, da igual de quién sea la boda, iré, comeré y bailaré con los chicos guapos que haya en fiesta.

Son las once de la mañana, se suponía que Lucy debía estar hace ya más de media hora, pero no llega, tal vez se canceló, que bueno.
Ahora son las once y media, me encuentro sentada en una esquina de mi cama revisando mi Facebook, ya estoy lista, pero Lucy todavía no llega, QUE IMPUNTUAL.
Díez minutos después Lucy toca a mí puerta.—MILAGRO, CREÍ QUE NO LLEGARÍAS

Lucy me mira pidiéndo compasión—Lo siento, es que, mi auto se quedó sin gasolina y tuve que ir a la gasolinera; perdón.

—Esta bien. Ya vámonos, no quiero perderme nada de la fiesta.—dije para no hacerla sentir mal.

Vamos entrando en la boda, la recepción luce bastante bonita, hasta dan ganas de casarse.
Las iniciales de los novios son L & M; todo es muy hermoso.

—Clar estos son nuestros asientos,—dice Lucy señalando un par de sillas que se encuentran sin nadie, no parece que valla a ser una gran fiesta, ya que hay máximo 100 asientos para la boda religiosa.—hay que tomar asiento.—Mientras nosotras estamos muy concentradas criticando y calificando los vestidos de las mujeres invitadas, veo pasar al novio quien es nada más y nada menos que el doctor Luis, él luce muy apuesto con el típico traje negro; no me esperaba que la boda sería de él, ¿Me preguntó quién será la novia?.

Volteo a ver la Lucy, y susurrando le dije.—No me dijiste que el doctor Luis era el novio de la boda; que mala amiga.

Me contestó ella de la misma forma. —Perdón, no creí que lo conocieras. Pero vele el lado bueno, no te sentirás perdida como Alicia en el país de las maravillas, porque sabrás quien es el novio.— dijo guiñando un ojo.

—¿Y quién es la novia?

—Voltea para atrás.— No quería hacerlo para no parecer chismosa, pero me gano más la curiosidad, así que lo hice, y la sorpresa fue enorme, la novia era alguien que no imaginaba. —¿Marie?— Le pregunté a Lucy, tratando de hablar lo más bajito que podía.

—Sí— dijo confirmando lo que mis ojos veían.

—No sabía que estaban en una relación.

—De hecho no estaban, pero creo que se reconciliaron.

—¿Se reconciliaron, como?

—Sí, osea, ¿Cómo te lo explico?, Ellos... —Lucy estaba a punto de darme la explicación pero una voz varonil que reconocía muy bien nos interrumpió.

—Hola. ¿Esté asiento es de alguien?—Preguntó el doctor Chris, señalando el asiento a mi lado.

Volteé poco a poco la mirada, la verdad es que su sola presencia hacia que se me formará un hueco en el pecho, ¿Acaso debería de ir con un cardiólogo?, Porque no solo es el pecho, también las manos me tiemblan, mi respiración es mala, mi corazón y estómago se afectan cada que lo veo o cada que estoy cerca de él.

—No.— respondió Lucy, porque yo era incapaz de pronunciar palabra.

—Bien, entonces me sentaré.—él apenas notando mi presencia decide saludarme.—Hola Clarita ¿Cómo estás?, No pensé encontrarte aquí.

En mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora