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Cuando Yuta entró al cuarto que le había diseñado a Jungwoo se admiro de ver este con lo que parecía ser manchas extensas de pintura roja que aún se encontraba fresca.

El menor aún se encontraba sentado en el banco alto que tenía, así que no se preocupó de inmediato, notó algo raro pero siguió hablándole, no fue sino hasta que el coreano cayó del asiento que se dio cuenta que no había escuchado nada de lo que le había dicho y que, definitivamente, no estaba bien.

-!MOMO¡ !MOMO VEN PORFAVOR¡- gritó casi explotando su tórax, sentía el pánico crecer en su cuerpo.

-¿Qué paso? ya estoy aquí- Preguntó la mujer, apurada

-Dile al medico que venga ahora mismo y encárgate por favor de llamarle a Suri

-Si ahora voy

Regresó con el doctor, el cual venía con una botella de whisky y un botiquín pequeño, pues en el castillo no pasaba mucho, así que en realidad no estaban listos para esto.

-Yuta, ¿quieres que le hable a Suri?- ella no sabía de qué podría ayudar- ¿la reina de Laos?

-Si, apúrate, su número está en la agenda azul de mi escritorio, que venga lo más pronto posible- su voz se estaba quebrando conforme pasaban los minutos y el otro seguía derramando sangre

-Si - salió corriendo a hacer lo que el otro le había ordenado; nadie lo sabía pero ella consideraba que estaban hechos el uno para el otro  así que ayudaría en lo pudiera,a su parecer eran la definición del hilo rojo

-Yuta, tendremos que esperar lo peor- dijo el médico un poco aterrado- Perdió mucha sangre y tiene cortes bastante profundos

-Haga lo que pueda y después esperamos lo que sea- era increíble la manera en la que contenía sus sentimientos

El doctor limpió las heridas con agua destilada del boquitin y la botella de alcohol que traía, el siguiente paso el cerrar las heridas cosiendolas, tardó bastante pues eran muchas de las cuales salía muchísima sangre, pero todo se complicó más cuando siguieron con los cortes verticales que abarcaban desde la muñeca hasta parte del antebrazo, eso les tomaría tiempo, tiempo que el doctor sabia que no tenían, así que puso mucha gasa en uno de los brazos y comenzó a coser el otro evitando distraerse con el brazo antes mencionado y el rey, el cual miraba tensa e intimidantemente la escena mientras ejercía presión el el antebrazo de Jungwoo.

Después de 5 minutos que parecían 20 horas pudo seguir con el otro.

-Yuta, Suri dijo que vendría lo más rápido que pudiera, que esperaba llegar al anochecer- las manos de momo temblaban bastante

-Gracias- la otra hizo una reverencia y se fue

Paso tiempo y el doctor había terminado, ahora solo cubriría las heridas con más gasa y vendaje en lo que llegaba la extranjera.
Nakamoto cargó al coreano y lo llevó hasta su propia habitación, así no tendría que separarse de él en ningún momento. Mientras subía las escaleras comenzó a llorar como un niño cuando se raspa la rodilla, la única diferencia era que no se había raspado nada, solo sentía como su corazón dolía mucho y su pecho se presionaba inexplicable.

Acostó al otro en la cama y acarició su cabello

-Woo, ¿aún no despiertas?¿porque hiciste eso? jamas me había sentido tan desesperado, si fue mi culpa, perdóname, jamas te lastimaría, no ahora, no cuando te quiero más que nunca- las lágrimas no paraban.

Por otro lado, en menos de lo que imagino,Vong Suri, había llegado al puerto, así que llamó al castillo para que fueran a recogerla, pues no tenía como moverse en el país.

I don't love youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora