𝐦𝐞𝐥𝐨𝐝𝐢𝐚

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Pronto todos se movieron al salón de baile, era grande y con luces tenues, había una mesa llena de pastelillos, dulces y bebidas tradicionales japonesas. Había pequeñas mesas de 4 sillas, con tazas y cubiertos. 

-Este es el salón de baile, tomen asiento por favor, encuentren su nombre en su taza.

Yuta sabía cosas de ciertos países que no todos sabían o por lo menos no habían notado. 

-El primer baile será del Rey y alguno de sus concubinos. 

Momo no podría ser la que bailase con él, puesto que iba a demostrar sus habilidades con el arpa, ya que se decía que tocaba hermoso.

La música comenzó y el Rey fue a pedir la mano de Jungwoo, ya que tenía bastantes cosas que hablar con él, la melodía era suave y linda.

-No tenías porque escogerme, no te caigo bien ni tu a mi- dijo Kim 

-No te escogí por que quisiera, es para honrar a mi hermano 

-Yo ya tenía a alguien que gustaba de mi y yo de él, estaba enamorado de alguien

-Que bueno, yo igual- Jungwoo estaba tentando la paciencia de Yuta, que de por sí no era mucha

-Bueno, solo quiero que sepas que no te amo, ni jamás lo haré, también lo haré por la memoria de tu hermano. - soltó un pequeño suspiro 

Yuta tenía que fingir que esas palabras no le habían causado un escalofrío, ahora tristemente, se tomaría esto como un motivo para hacer que lo ame y al final, él no sentir nada por el otro. Sinceramente no quería que nada le amargara el día, así que después pensaría en eso, por ahora solo disfrutaría del baile y lo demás.

Por otro lado, el ego de Jungwoo fue herido, no estaba acostumbrado a que a la gente le diera igual lo que dijera o lo que hacía, no le era normal que alguien no tuviera curiosidad de él o que x persona no quisiera estar con él, pero a él qué le importaba, al final, tenía a su preciado John, quién dijo que le esperaría hasta que Yuta decidiera casarse con la señorita Hirai. 

Cuando terminó el baile, Woo se fue a sentar y Nakamoto siguió con lo demás.

-Ahora, por favor, encuentren una pareja y pasen a bailar. 

Todos parecían conseguir una pareja, algunos no se conocían bien y otros eran amigos, así como ciertos pares eran pareja, Los únicos 2 que no encontraban pareja porque simplemente no les importaba eran Los monarcas de Italia y HongKong; Una estaba en su mesa con su tercera copa de vino anotando cosas en una libreta, evitando la mesa de dulces y el otro solo veía alrededor como sus hermanos parecían desenvolverse perfectamente con un vasito servido de sake.

-Lexi, ey- habló Yuta en voz baja acercándose a su mesa

-Eu- contestó sin despegar la vista de su libreta

-¿Porqué no tomas iniciativa y bailas con Yukhei?- sonrió pícaramente

-No gracias, no le agrado- volteó a su mesa 

-Ah, pero a ti él sí, ¿no?

-Nah, me da igual, solo quiero que la distribución de esto salga bien - subió sus hombros evitando el tema

-Bueno, pero deberías encontrar a alguien con quien bailar, es divertido

-No hay nadie, Yu, no quiero bailar tampoco- hizo un puchero

-A veces te veo y no sé en que momento te cerraste tanto, pero no importa, porque sigues estando conmigo, pero bueno

-¿Qué fue eso con Jungwoo, eh? no que no te agradaba, muchas veces me dijiste que lo aventarías de la ventana más alta de tu castillo para que no volviera a poner un pie en tu ciudad- tomó un trago de su copa

-¿Qué fue eso con Yukhei?- intentó cambiar el tema 

Lex negó con la cabeza

-¿Ves? cuando me cuentes, te cuento.

-Oye, ¿Quieres salir a fumar?- propuso la joven

El otro asintió con la cabeza, saliendo primero, Lex lo siguió. Fueron a la terraza más cercana, era tan linda, se veía todo el pueblo desde ahí, la luna tambien se veía grande. 

-¿Qué trajiste? 

-Pues es hierba normal jajaa, solo que sobró un poco de lo que voy a entregar y pues te acabo de ofrecer. - hablar de eso tan explícitamente incomodaba a Lex de sobremanera

- ¿Ya me vas a vender?

-No, no quiero que si me pasa algo te relacionen conmigo, me sentiría triste y culpable, y eso sabes qué- encendió el cigarro de cannabis- apesta, odio tener que sentirme culpable y triste.

-Te entiendo, la verdad es que jamás te había entendido tanto como ahora. 

-Oye, ¿cómo te sientes sobre mi hermano?- la droga ya había comenzado a hacer efecto- ¿mi hermano? JAAJAJAJA 

-¿Tú hermano? JJAJAJAAJAAJAJAja ¿q?

Ninguno de los dos ya habían conseguido profundizar más en ningún tema, solo que su cerebro estaba desarrollando serotonina y se volvieron mentes simples y abstractas.

-Señor, su madre lo solicita en la sala, es para el brindis.

Yuta reaccionó y jaló a Lex con él, ella fue directamente a su silla y él fue con su madre para el brindis, el cual sería hecho por Ten gracias a que es el jefe del consejo.

-Brindemos por Nakamoto Yuta, nuevo rey de Japón, te deseo grandeza y muchísimo éxito, espero que puedas hacer buenas decisiones y tu pueblo esté bendecido siempre, ¡Salud!

Todos levantaron sus copas siguiendo el ejemplo de Ten, Yuta solo sentía sus mejillas ruborizarse, veía más colores de los que había visto cuando salió, pero eso era gracias a las hierbas maravillosas de Lex, oh Italia!

Todos comenzaron a salir de la sala, retirándose después de todo lo grandioso que había sido el baile, la cena, la coronación, todos se fueron felices y con sueño, de verdad Yuta había organizado todo de manera perfecta, él había disfrutado mucho su día, por que para el había sido el mejor cumpleaños de todos. 

De camino a su habitación vio a Mark cuidando desde lo lejos a Suri, la princesa de Laos, era bastante interesante, pero no tenía la energía de ir a investigar, así que solo se fue a dormir.

Sintió un pequeño agarre en su manga

-Yu, puedo dormir contigo hoy? es que mi habitación es muy lejos, y me da miedo ir solo

-Si- lo cargó en sus brazos- vamos, ¿si comiste?

-Muchos dulces, pero las ostras, buahg- hizo como si fuera a vomitar

Se fueron en una charla envolvente, así terminó el esperado D-DAY del Rey. 


















I don't love youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora